El principio de la ‘no discriminación’ no pretende igualar a los hombres y a las mujeres; pretende otorgar la misma consideración y reconocimiento de sus derechos y sus diferencias, puntualizó la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero.

Durante su conferencia magistral ‘Presentación del Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género’, enfatizó que quienes imparten justicia en México deben hacerlo bajo esa observación: “trato igual a quienes son iguales”.

“El Estado Mexicano está obligado a establecer protección jurídica de los derechos de la mujer sobre esta base de igualdad, y garantizar a través de sus tribunales nacionales competentes la protección efectiva contra todo acto de discriminación”.

Asimismo, Olga Sánchez exhortó a las y los juzgadores del Estado Mexicano a que realicen su trabajo bajo una perspectiva de género, y además, a visibilizar la existencia de la discriminación por esa misma cuestión.

“Los juzgadores tenemos que analizar que las normas aplicables al caso las hagamos conforme a la perspectiva de género, es decir, tenemos que valorar el impacto diferencial de los hechos y las leyes que determinan y que se realizan si es hombre o si es mujer, dada la asignación de roles que tenemos hombres y mujeres en la sociedad”.

Tenemos la obligación de detectar y combatir los estereotipos de género

La ministra explicó que por estereotipo se entiende que son las características y actitudes que la sociedad atribuye a hombres y mujeres. Y estos a su vez influyen en las decisiones de las y los juzgadores al momento de impartir justicia.

“De esto se trata el protocolo, de erradicar el estereotipo, de que se juzgue con perspectiva de género, no por las características que nos son asignadas por la sociedad en contra de nuestra voluntad”, recalcó.

Un ejemplo de ello, dijo, es que a las mujeres se les ha señalado por desarrollarse prácticamente en el ámbito privado: amas de casa, cuidadoras, madres, entre otros, lo cual implica que se les conozca como maternales, sensibles, superficiales “y hasta dramáticas”.

Por otra parte, Sánchez Cordero indicó que al hombre se le ha asumido el rol de involucrarse en el ámbito público, de ser proveedores, inteligentes, fuertes, agresivos, competitivos “y sexualmente libres”.

Sin embargo, advirtió que el estereotipo también es perjudicial para el varón, pues se le excluye de una paternidad más activa y, además al no ser un hombre económicamente exitoso o proveedor, se le puede etiquetar como “menos hombre”.

“Estas opiniones y creencias se basan en una percepción estereotípica, y por lo tanto falsa de la realidad y altamente discriminatoria. Si somos (las mujeres) más sensibles y emocionales, y los hombres pasionales e insensibles, pues la única vía para poder visibilizar esas falsas consiste en adoptar una perspectiva de género”.

Por último, la ministra de la SCJN puntualizó que el protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, es una herramienta y orientación para quienes imparten justicia, para que conozcan los criterios normativos de fuente nacional e internacional aplicables al caso en materia de igualdad de género.