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Cine de la inclusión, en el recinto sede del IVEC

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Proyectarán 'De óxido y hueso'; 'Yo, también' y 'El Llanto de la mariposa'.

Tres interesantes películas conforman el ciclo Cine de la inclusión, que presenta el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) para este mes de marzo. De óxido y Hueso; Yo, También; y El Llanto de la Mariposa, que se proyectarán todos los martes, los días 11, 18 y 25 respectivamente, a las 19:00 horas, en el auditorio del ex convento betlehemita.

De óxido y hueso narra la historia de Ali, quien de pronto se encuentra con que tiene que cuidar a un hijo de 5 años que casi no conoce. Sin domicilio, sin dinero y sin amigos, su situación es desesperada. A su vida llega Stéphanie, hermosa y llena de seguridad. Son dos polos totalmente opuestos.

Stéphanie, domadora de orcas, sufrirá un gravísimo accidente. La siguiente vez que ambos se encuentren, Ali comprobará que Stéphanie se encuentra en una silla de ruedas después de haber perdido las piernas.

El director Jacques Audiard se interna en el drama romántico con su habitual carga de conciencia social, esta vez puesta en la diferencia de clases entre los protagonistas.

Yo, también de Álvaro Pastor y Antonio Naharro, deciden escribir una historia de ficción que partiese de un personaje similar a Pablo Pineda, el primer europeo con Síndrome de Down que ha obtenido un título universitario.

Cuando se encontraron ante la necesidad de elegir quién haría el papel, se dieron cuenta de que nadie lo conseguiría como el propio Pablo. Aunque no hayan contado su historia, Yo, también es Pablo Pineda. Emotiva, pero sin caer en la lástima o en la condescendencia y sin provocar tampoco estos sentimientos en el espectador.

El llanto de la mariposa cuenta la vida de Jean-Dominique Bauby, que sufre en 1985 un infarto cerebral que le deja incapacitado para moverse y comunicarse. Su director Julian Schnabel, con verdad y pasión estremecedoras, se zambulle en la historia de un hombre paralizado. El mundo de las palabras es realmente la llave para que el universo del enfermo y el universo real, tomen contacto.

Se reflexiona también sobre la propia identidad pérdida, cómo aferrarse a lo que tenemos de más noble y más digno para no desaparecer en nuestro propio laberinto, sobre no compadecerse más, y sobre la sexualidad.