A unos días de que las y los presidentes municipales electos inicien la gestión de cuatro años en sus respectivos municipios, un gran número de ellos ha hecho público las deudas, obras públicas inconclusas y pobreza extrema que heredan de los ediles salientes.

Uno de estos casos es el del alcalde electo de Tancoco, Jesús Zaleta Arredondo, quien pidió que a su localidad se le considere en "pobreza extrema" debido a que no existe infraestructura de calidad, sus carreteras están a medias, y prácticamente sus ocho mil habitantes han sido olvidados por los gobiernos estatal y federal.

Asimismo, señaló que no hay escuelas dignas para los jóvenes estudiantes, y que a pesar de que existen 84 instalaciones de Petróleos Mexicanos los habitantes no reciben ningún beneficio económico.

Por su parte, el actual alcalde de Banderilla, Francisco Javier Hernández Loeza, admitió que dejará laudos laborales por más de cinco millones de pesos a la administración entrante, sin embargo recordó que esta deuda se arrastra desde hace nueve años.

Y es que dijo que no hubo presupuesto para pagar dichos laudos ni para la reinstalación de los 20 trabajadores del Ayuntamiento, por lo que "básicamente es uno de los pendientes que se dejarán, pero hay que aclarar que son laudos que nosotros también recibimos”.

El presidente municipal electo de Ángel R. Cabada, Santiago Avendaño Barrios lamentó que su municipio esté en "total abandono", pues existe una creciente deuda municipal, escasez de mobiliario, falta de mantenimiento al parque vehicular y servicios públicos.

“Tenemos una deuda de 10 millones de pesos más los intereses y a pagar en el primer año del gobierno; alumbrado público, limpia pública, los caminos y colonias, todo está abandonado, tenemos un gran paquete, sobre todo también en materia de seguridad”, señaló.

Por estas razones, Avendaño Barrios dijo que buscarán presupuesto en el gobierno federal y en otros fondos a los que se pueda acceder para contrarrestar la mala situación en la que se encuentra el municipio.

En Tlacotalpan, se menciona una deuda que va de los 10 a los 12 millones de pesos, aseguró su alcalde electo, Homero Gamboa Martínez.

De igual forma, reprobó las obras que el actual alcalde inició apenas hace dos meses, mismas que están causando graves molestias a la ciudadanía, mencionando un drenaje pluvial como prueba de ello, sobre la cual dijo, "no estuvo bien planeada, ahorita tienen destruida la ciudad”.

La alcaldesa electa del municipio de Juan Rodríguez Clara, Amanda Gasperín Bulbarela, lamentó que inicie su gestión con una deuda de 15 millones de pesos, así como también la falta de oportunidades de empleo en dicha región.

Además agregó que los más de 50 mil habitantes no gozaron de un buen desarrollo económico que les permitiera acceder a una mejor calidad de vida, por lo que aceptó: "la tenemos muy difícil".

El actual alcalde del municipio de Yanga, Pascual Alvarado, reconoció que su administración dejará una deuda de 180 mil pesos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, además de la que se tiene con proveedores y con Cuitláhuac por hacer uso de su basurero municipal.

Esto, aunado a la falta de pagos de salarios y aguinaldos a trabajadores del Ayuntamiento, se derivó del incumplimiento de la bursatilización que la Secretaría de Finanzas y Planeación debió haber depositado a principios de este mes, reprochó.

En una situación similar se encuentra el alcalde de Chocamán, David Gervasio Juárez, quien informó que al cierre de su gestión deja una deuda de más de 4 millones de pesos, misma que fue adquirida durante la administración pasada por haber pedido un préstamo a Banobras.

Y de igual forma, lamentó el atraso de pagos por recurso de la bursatilización, pues “eso a nosotros nos perjudicó porque es dinero del rubro de gasto corriente que nos limitó en la entrega de apoyos como becas", explicó.