Acayucan, Ver.- Para el presbítero Ramiro Baxin Ixtepan, coordinador de la Pastoral de Migrantes de la Diócesis de San Andrés Tuxtla, el asesinato de Edwin Rivera Paz avivó el panorama de riesgo para los centroamericanos que buscan refugio en Veracruz, y además reflejó la ola de violencia que azota a la zona sur de la entidad.

“Existe una ola de violencia desde Coatzacoalcos hasta Acayucan. Ellos -los migrantes- han declarado secuestros exprés, mutilaciones y extorsiones de parte de bandas delincuenciales pero también de los encargados de dar seguridad”.

Baxin Ixtepan, encargado del albergue Monseñor Guillermo Ranzahuer González, lamentó el homicidio de Rivera Paz (ocurrido el pasado 09 de julio) y señaló que al igual que decenas de migrantes él y su hermano se alojaron por algunos días  mientras esperaban la aprobación de refugio del gobierno mexicano.

El presbítero relató que tras el homicidio del ex camarógrafo de Los Verduleros, expondrán su preocupación como grupo eclesiástico a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pues debido a la escasez de recursos los migrantes se ven en la necesidad de salir a las calles a buscar trabajo.

En tanto, dijo, el albergue Monseñor Guillermo Ranzahuer González seguirá abierto para los que persiguen el sueño americano, que al día de hoy cumple 18 años de brindar apoyo a las personas provenientes de Centroamérica.

Baxin Ixtepan, reconoció que desde octubre de 2016, sus labores de asistencia, comida y hospedaje se vieron enfocadas a migrantes refugiados, pues la demanda ha incrementado debido a personas que huyen de sus países de origen por amenazas de muerte y discriminación hacia la comunidad LGBTI.

“Es gente que allá - en sus países- ha perdido a su familia, ha sido amenazada y que camina hacia a México para que el estado lo proteja. Nosotros al descubrir esta necesidad les damos atención como alimentos y descanso”.

Refirió que en temporadas, el albergue con sede en Oluta, colindante con Acayucan, aloja hasta a 80 migrantes, cuando la capacidad del inmueble es para 50 personas.

En el caso de Edwin Rivera Paz y su hermano, Baxin Ixtepan explicó que desde su llegada, en enero de 2017, se hospedaron un par de días y posteriormente se instalaron en una habitación del barrio de San Diego, a las afueras de Acayucan, donde fuera asesinado el pasado 09 de julio.

Si bien, el trato con el camarógrafo asesinado fue poco, el presbítero reconoció su labor como periodista. Dijo, “el trabajo que Edwin hacía era bueno; era una persona que hacía las cosas con alegría, con entusiasmo. En general, los migrantes con los que he tenido contacto son gente buena, con ganas de vivir en paz”, lamentó.

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