UV y todos, frente a destrucción institucional y sabotaje a la alternancia

  • Rafael Arias Hernández

Increíble pero cierto, la continuidad de la impunidad en Veracruz todavía tiene una y mil expresiones. El caso del abyecto “no poder legislativo”, el descaro es obvio.

Miles y miles de universitarios han salido a las calles a reclamar lo que se cobra pero no se paga, lo que se asigna en presupuesto y no se sabe dónde para y desaparece. Decenas de miles de voces claman justicia, frente al despojo o saqueo, y esto incluye castigo a los ineficientes y delincuentes.

Así, después de lo dicho y aprobado últimamente. Lo cierto es que aún se debe, no se paga, ni se pagará.

Este es el resultado tangible frente a un 4% que puede ser, pero todavía no es. Frente a destrucción institucional y sabotaje a la alternancia, más encubrimiento e impunidad, ¿a que induce, sugiere o concluye lo aprobado? ¿A olvidar y perdonar lo desaparecido?

A propósito, ¿por qué no se envió antes esta iniciativa, con una mayoría calificada controlada? ¿Por qué se siguen negando apoyos institucionales a la UV?

Una y otra vez, para fortalecer a la institución y hacer los cambios que permitan ofrecer más y mejor educación superior, en los últimos años,  se han realizado peticiones y gestiones para que se reforme la constitución local, y se otorgue a la UV, la atribución de iniciar leyes o decretos, como lo hacen ayuntamientos y  organismos autónomos del estado, sin que a la fecha se tengan resultados favorables.

“NOS DEBEN”,  FRENTE A SERVILISMO Y ABYECCIÓN

Sabido es, que no atienden con seriedad y en verdad los agobiantes problemas que afectan a los veracruzanos. Es notorio que aunado a  incapacidad e irresponsabilidad de muchos,  la obediencia extrema a que están sujetos los legisladores locales, respecto al titular del poder ejecutivo, solo los obliga a atender ocurrencias y caprichos; y además, a establecer o fortalecer estructuras y funciones que garanticen esa impunidad mínima, haciéndolos intocables y reciclables, incluso algunos con fuero. Y desde luego, a destruir instituciones e imponer atrocidades para obstaculizar la alternancia ordenada por los veracruzanos.

El que la hace, no la paga. El agravio, los delitos y el problema mismo  de una administración quebrada; de saqueo y desaparición inexplicable de recursos; empresas fantasmas, programas inexistentes y beneficiarios imaginarios o clientelares; endeudamiento creciente e injustificado; incumplimiento con empresarios y contratistas; retención indebida y no pago de impuestos; y subsidios y apoyos a privatizaciones fallidas. Estos y otros problemas más, siguen sin atenderse ni castigarse.

De ahí que en lo que respecta al  Poder legislativo, a fin de cuentas, se ha caracterizado como irresponsable, omiso o cómplice.

La pregunta se extiende y repite: ¿dónde están miles de millones de pesos desaparecidos, pero sí presupuestados, asignados, pero no entregados? ¿Cuáles finanzas sanas y manos limpias?

SIGUE CRIMEN SIN CASTIGO, NI ATENCIÓN

Lo sucedido no es novedad, prueba y comprueba lo que ya se sabe.

Honrosas excepciones aparte. Los supuestos legisladores no cumplen ni hacen cumplir las leyes,  incluso algunas que ellos mismos han reformado o creado.

Donde está el ejercicio puntual de sus atribuciones y obligaciones. ¿Cuáles equilibrios y contrapesos?

Por qué se dedican a aprobar el inicio del proceso legislativo para autorizar solo un asunto, de importancia incuestionable como la previsión obligatoria presupuestaria mal llamada autonomía financiera, pero que no sustituye lo que ocasiono y ocasiona inconformidad y protestas. Tema por cierto, que merece atención y comentarios aparte.

Pero esta acción a futuro, ya que afectara en caso de su aprobación final a nuevos presupuestos oficiales,   no puede ni hace desaparecer otros agobiantes e inmediatos problemas vigentes de interés público, cuantiosos recursos desaparecidos y daños crecientes; sin duda, acciones de responsabilidades y culpabilidades oficiales que no se pueden ni deben olvidar.

 En agosto de 2013 el gobierno estatal debía a la UV alrededor de 900 millones de pesos; que para 2015 aumento a  más o menos 2,000 millones; y para 2016, lo reclamado supera los 2,200 millones, por  falta de pago de los subsidios aprobados en favor de la Institución.

Tiempo de volver a preguntar: ¿Y la lucha contra ineficiencia y corrupción, es solo simulación? ¿Para qué aprobar leyes y más leyes, de un sistema destinado a ser letra y acción muertas.

Temas tan importantes que han dado lugar a reclamos institucionales de todos los niveles; y, por primera vez en la historia de la UV, ha ocasionado sendas demandas judiciales, tanto del orden federal como estatal.

No por favor, no es posible aceptar o justificar. Nada de sustituir o abandonar el tratamiento y abordaje de temas presentes y causantes de históricas y tumultuosas inconformidades  y protestas que no pueden ser ignoradas. Nada de olvidar o minimizar la gran movilización social de inconformidad.

Presentes, algunos ineludibles asuntos públicos de los veracruzanos y, en particular de la UV:

1.- El problema no resuelto es y sigue siendo, el no pago de lo aprobado y presupuestado, de miles de millones de pesos pendientes.

2.- Los efectos, limitaciones, sacrificios y daños ocasionados.

3.-La explicación puntual de dónde se encuentran o aplicaron. Inaceptable aceptar que desaparecieron.

4.-El reclamo, denuncia y proceso de responsabilidades, culpabilidades y delitos cometidos, que no deben quedar impunes ni olvidados.

5.-No olvidar que, en todo caso, la autonomía financiera en cuestión, termina en la caja.

Nada de “borrón y cuenta nueva” ¿Para qué aprobar presupuestos? ¿Miles de millones de pesos no entregados, en tiempo y forma, conforme a lo asignado en cada ejercicio presupuestal? ¿Las contabilidades oficiales, por qué no han asentado estos problemas? ¿Por qué los fiscalizadores no les dan la importancia que merecen y  que, por cierto, se extienden a muchas otras dependencias gubernamentales?

Quienes integraran el nuevo gobierno tanto en el poder ejecutivo, como legislativo, con una efectiva y amplia participación social,  están obligados a realizar, para empezar, una verdadera y profunda  limpieza y erradicación de parásitos, a denunciar y procesar a ineficientes y delincuentes. Prioritario reconciliar a la administración pública con la Justicia, el progreso y el bienestar social.

*[email protected]:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.