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El Chapo nunca fue un delincuente común y ahora es un Narco-Star
La segunda fuga de un penal de máxima seguridad, convirtió a "El Chapo" Guzmán en el delincuente más buscado del mundo y en el enemigo público número uno de la sociedad internacional.
La fama de Joaquín Guzmán Loera creció de forma exponencial y va en camino de convertirse en una especie de ser colmado de corrupción y audacia míticas. Además, el imaginario popular le atribuye el don de la ubicuidad, pues lo mismo lo ven en Honduras, que en El Salvador o volando un avión, horas más tarde de haberse fugado del penal del Altiplano.
En una nota publicada por el diario El Economista y firmada por Ruy Alonso Rebolledo, el periodista asegura que Joaquín El Chapo Guzmán, de 60 años de edad, logró fugarse del penal del Altiplano, la aclamada prisión de máxima seguridad del Estado de México, tierra natal del presidente de México, Enrique Peña Nieto.
El chapo dejó atrás a reos que en su momento fueron sus rivales en popularidad: Servando Gómez Martínez “La Tuta”, José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala, Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”, Miguel Ángel Treviño, “El Z-40”, Mario Aburto Martínez, acusado por la muerte del candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio en 1994, y Daniel Arizmendi López, “El Mochaorejas”.
Sin embargo, ninguno de esos delincuentes alcanza el estatus del Narco-Star que actualmente ostenta El Chapo Guzmán.
Ruy Alonso Rebolledo dice en su artículo que alrededor de El Chapo se ha desarrollado una cultura que lo identifica como un personaje que reta a las autoridades y que su poder se enraizó en la sociedad mexicana debido a las fallas básicas en la institucionalidad del gobierno mexicano.
Para dar una idea del poder de El Chapo, cuenta que un tuit de Joaquín El Chapo Guzmán hizo temblar a uno de los estadounidenses que ha estado en la boca de latinos de todo el mundo: Donald Trump.
En el mensaje, emitido desde una cuenta de Twitter administrada por El Chapo, amenazaba al aspirante a una candidatura por el Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos.
El hecho causó furor en Estados Unidos, al grado en el que el cantante cubano Pitbull sugirió al magnate de los bienes raíces que se cuidara del narcotraficante. La figura del capo vuelve a influenciar la cultura, ahora en Estados Unidos. Joaquín El Chapo Guzmán es el enemigo público número uno y en varios sectores de la población su figura no causa miedo.
En la realidad, El Chapo se burla del gobierno y exhibe su corrupción e incapacidades, sin embargo, el imaginario popular lo ha revestido con dotes semejantes a las de los ladrones de las novelas románticas del siglo pasado.
Crédito de la foto simplementenovelas.blogspot.com