El entorno familiar es el ambiente más hostil para los jóvenes con preferencias sexuales diferentes a las heterosexuales, después sigue el sector salud y luego el escolar, informó Ximena Elizabeth Bautista Ruiz, integrante del Colectivo Amarillo A.C., que defiende los derechos humanos de la comunidad LGBTI.

“La encuesta del 2010 del Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred) arrojó que la gente no está dispuesta a que una persona homosexual o lesbiana viva en su familia, y en cuestión de salud, encontramos que los servicios de salud no son nada amigables, sobre todo aquellos servicios de salud ginecológico para mujeres lesbianas o bisexuales”.

En cuanto al ámbito educativo, específicamente en el entorno de la UV, el colectivo Amarillo dijo que pese a los avances “porque si hay áreas donde son amigables o incluyentes, aún hay espacios donde seguimos escuchando a maestros y maestras con una cátedra súper homofóbica”.

De tal forma que mientras hay áreas como Psicología, Antropología, donde el entorno es más amigable, “tenemos que preguntarnos que pasa en áreas como Ingeniería u otras carreras de 'exactas'”.

Bautista Ruiz dijo que el reciente reconocimiento que la rectora de la UV entregó a Agnes Torres Hernández, por su activismo a favor de las personas transexuales, y su trayectoria en la UV es una referencia que puede generar un mejor ambiente para las personas diferentes a las heterosexuales.

“Nosotros sabemos que hay avances importantes, y creemos que este gesto contribuirá aún más a alcanzar ambientes agradables”.