• Xalapa

¿Comida con cannabis? Así Rosita emprendió negocio en Xalapa

  • Isabel Ortega
El mercado de la comida con marihuana le ha permitido tener una fuente de ingresos segura

Desde hace tres años, Rosita prepara brownies, galletas con chispas de chocolate, crema de maní, paletas, chocolatería y hasta salsa que condimenta con cannabis. El mercado de la comida con marihuana le ha permitido tener una fuente de ingresos segura.

La joven de 26 años es madre de un pequeño de cinco años, y su nacimiento la obligó a emprender, “los hijos salen caros”, confiesa en medio de risas.

 Afirma que existen muchos prejuicios contra quien consume marihuana, incluso los tachan de agresivos, cuando el consumo del cannabis solo los relaja y tras pasar el efecto los obliga a comer en grandes cantidades, “lo único que podemos asaltar es el refrigerador”.

Su contacto con la planta fue a consecuencia de la migraña. El fuerte dolor de cabeza solo lo controlaba con medicamento que le provocaba estar somnolienta todo el día y le impedía trabajar para mantenerse.

Fue entonces que probó el cannabis y encontró una forma de eliminar el dolor; además el costo era mucho menor a surtir la receta que le daba el médico cada vez que regresaba el padecimiento.

 

“Me daban pastillas, pero me dormía mucho, siempre andaba despistada, pero la marihuana me ayudó mucho porque con esto puedes hacer todo lo que tú quieras, te sientes relajado y te sientes bien, sin dolor ni nada”, expresó.

 

Después de percatarse que la marihuana mezclada con la comida tiene un mayor efecto, incluso, asegura, no genera el característico olor, decidió empezar a preparar brownies y galletas.

 

 

“El comerciar surgió porque tuve un hijo y los hijos salen caros, entonces empecé a trabajar en eso, lo intenté una vez, pero no funcionó porque no sabía cómo llevar esto a la comida, entonces empecé a elaborar solo para mí”

 

Cuando un conocido, que ahora es un cliente habitual, probó su comida empezó a pedirle con frecuencia y la recomendó con otros consumidores, por lo que ahora su cartera de clientes es amplia; va desde estudiantes hasta abogados y médicos.

Cuando el negocio creció, la solicitud de sus compradores la obligó a generar nuevos productos como crema de maní, azúcar, pasteles, paletas, chocolates y salsas.

 

“La respuesta es muy buena, muchas personas quieren comer con su salsita, quiere desayunar la crema de maní o su miel cannábica, ha tenido muy buena aceptación de la gente. Hay quienes les da asco fumarla, pero quieren consumirla y por eso prueban”.

 

Existe un estigma por el consumo de marihuana, sin embargo, reconoce ha ido a entregarla a oficinas de Gobierno del Estado, al Poder Judicial, y a universidades, pues su cartera de clientes es muy variada y de todos los estratos sociales.

Las ganancias por la venta son variadas, sin embargo, puede obtener desde tres mil 500 hasta cinco mil pesos a la semana; insistió que el consumo del cannabis no debe ser satanizado pues la planta genera muchos beneficios terapéuticos, “solo hay que informarse”.

 

“Un consumidor lo máximo que va a hacer es ir al refrigerador a buscar que hay para el bajón, es lo más peligroso, cuiden sus refrigeradores porque los saqueamos, pero de ahí nadie se ha muerto por una sobredosis de marihuana, ni hay nadie que se ponga agresivo por fumarla”.