Luis Fernando Martínez Ayala y Rodrigo Alejandro Salazar Constantino son dos alumnos de educación básica, de 11 años, que participaron en los proyectos científicos para niños del Instituto de Ecología AC (Inecol).

Entrevistados en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), comentaron sus experiencias y aprendizajes.

"Aprendí que, aunque las lombrices son animales muy pequeños, tienen una función muy importante, la cual es estimular el proceso de descomposición de nuestros residuos", comentó Luis Fernando, participante del taller de lombricomposta con el tema "La señora de los anillos", llamado así porque la lombriz está segmentada.

"También aprendí que hay que cuidar el medio ambiente, porque es fundamental para vivir; y sin las lombrices, habría más contaminación y no podríamos vivir en un mundo como el que estamos", señaló.

Por su parte, Rodrigo Alejandro explicó que aprendió el comportamiento de los escarabajos, el tipo de alimento que comen y lo que hacen en el medio ambiente.

"Además de permitirme estar en contacto con la naturaleza, también experimenté con microscopios", señaló.

La estudiante de bachillerato Aurora Bermúdez, junto con un investigador del Inecol, desarrolló un sistema de monitoreo de agua de las plantas para, mediante un sistema de riego computarizado, activar la válvula de agua que riega las plantas cada vez que éstas lo necesiten.

"Esto da como resultado que se utilice eficientemente el agua, solamente cuando se necesitara. De esta manera ayudamos a la ecología, a hacer eficiente el uso del recurso", explicó la alumna.

"Este prototipo que diseñamos tiene un código con dos valores: uno y cero. Cuando el valor es cero, se prende un foco rojo que quiere decir: no la planta no tiene agua, y entonces la tarjeta electrónica va a enviar energía a la válvula y va a abrirla y regar a la planta. Pero si el valor es uno, se va a prender un foquito naranja que quiere decir: no tengo sed, estoy bien", detalló.

El prototipo y el código para utilizar el microprocesador fue creado por el investigador y por la alumna de 18 años.

Estos tres proyectos se demostraron este domingo en el stand de la Dirección de Divulgación Científica de la Universidad Veracruzana en la FILU.