Xalapa, Veracruz.-El Teatro del Estado "prestó" la barda trasera a artistas urbanos para crear un mural de grafiti y ayudar con esto a acabar con la discriminación de este arte que durante años ha sido asociado con el vandalismo y la delincuencia, dio a conocer Héctor Herrera Martínez, director del recinto cultural.

"Es para darle otro marco, uno que tenga un sustento en algo más artístico y que la gente vea con otros ojos a este trabajo y a sus artistas. Queremos quitarle ese estigma que tienen de vandalismo", dijo.

El director del Teatro del Estado recordó que existen ciudades en el mundo en el que incluso existen escuelas y especialidades en grafiti y que este arte es muy apreciado por los ciudadanos debido a la dificultad que representa el trabajo con los aerosoles y la majestuosidad de las obras que se pueden llegar a crear.

"No es algo que sea de la calle, es un trabajo interesante y sobre todo que estas personas tienen derecho a tener un lugar digno para expresarse y sobre todo para exhibir su trabajo y que haya más personas interesadas en él", indicó.

Herrera Martínez señaló que pese a que se trata de la barda trasera, es un espacio muy concurrido por personas que acuden a realizar trámites a las oficinas de Tránsito del Estado, por lo que podrá ser admirado por cientos de personas.

"Aquí lo van a ver muchísima gente y eso permite que haya mucha afluencia de público. Esperamos que sea toda una sensación, porque le da la oportunidad a estos artistas", sentenció.

* "Hazme un grafiti y te doy para las chelas"

Discriminación, malos tratos y abusos son los principales problemas a los que se enfrentan los grafiteros de Xalapa, quienes buscan la parte "legal" para realizar su trabajo y se ofrecen para decorar paredes, bardas, locales o negocios con sus murales, comentó "Salte", artista del grafiti de 29 años, quien busca ganarse la vida con este trabajo.

Lamentó que muchas personas no quieren pagar por estos dibujos en sus paredes y que a cambio ofrezcan "chelas" o incluso sientan que les hacen un favor por prestar sus bardas.

"Lo que queremos es cambiar el concepto y que la gente nos valore porque luego te piden que les pintes su casa a cambio de chelas y eso ya pasó, ahora tenemos otras necesidades porque también comemos", dijo.

"Salte" reconoció que también hay un sector de la población que reconoce su trabajo y que los busca para decorar espacios y añadió que lo que gana con estos trabajos le permite comprar más material, ya que el grafitti es un arte caro.

Explicó que el aerosol más barato tiene un costo de 45 pesos y de ahí hasta 100 pesos para marcas más duraderas o colores especiales, y en promedio un dibujo chico se puede llevar hasta 10 aerosoles.

"En lo personal lo que aplico es una lluvia de ideas con la gente, vemos el espacio le propongo lo que yo imagino en ese lugar y ellos me dicen lo que quieren, y así podemos llegar a un punto", expresó.

"Nuestro lienzo son las calles, eso de las galerías pierde el concepto aunque lo hacemos por invitación o por necesidad de vender, pero su lugar son las paredes", reconoció.