Ayer circuló profusamente en redes sociales un audio atribuido a Layda Sansores, gobernadora de Campeche, quejándose de que el presidente Andrés Manuel López Obrador obliga a los gobernadores de MORENA a regresar dinero del presupuesto de los estados a la Tesorería de la Federación (TESOFE), y, por lo cual, “nos tiene amarradas las manos”. La grabación refiere que “todos los gobernadores de MORENA” están en las mismas condiciones, sin dinero para las obras que piden los ciudadanos, quienes se quejan de que no hacen nada, “y tienen razón”.

Sin la certeza de que se trate de un audio auténtico, aunque su timbre es idéntico al de ella, pero sea o no de la señora Sansores, lo que ahí se señala es absolutamente verídico. Los mandatarios estatales del partido oficial no están realizando obra, ni la mínima que requiere la población; hidráulica, por ejemplo, para atender el problema de la escasez de agua potable.

Eso pasa en Veracruz, donde cada año el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez no ejerce el presupuesto que le autorizan e inexplicablemente registra subejercicios. Al no utilizarse esos recursos, por ley se regresan a la TESOFE donde quedan quedan “a libre disposición”, lo que permite al Ejecutivo federal disponer de los mismos para inyectarlos a sus carísimas obras del Tren Maya o la refinería de Dos Bocas que se han convertido en las de mayor dispendio de todos los gobiernos que han pasado por el país, y, además, no hay la seguridad de que funcionen, y menos que funcionen bien.

No tarda en verificarse o desmentirse ese audio, pero no la información de su contenido, absolutamente real. Una parte importantísima de ese audio filtrado seguramente por la organización hackivista ‘Guacamayas Leaks’ o alguna oficina del propio gobierno con tecnología para realizar actividades de espionaje, es una referencia al estado: “a ver cómo nos va en esta elección… si no gana Claudia, muchos van a temer problemas; por lo pronto, Veracruz está perdido”, lo que tampoco es falso, por el gobierno incompetente, frívolo, nepotista y plagado de señalamientos de corrupción, al que seguramente le cobrarán factura los ciudadanos en las elecciones de junio, y una candidata nacida en Zacatecas que ni ella misma se ayuda por sus constantes tropiezos por no saber lo elemental de cuántos y cuáles son sus municipios, alarde de poder con caravanas de camionetas de lujo blindadas en sus recorridos por municipios pobres, la prepotencia de no atender a pobladores que piden hablar con ella y, si faltara más, su esposo infringiendo la ley para promoverla en un periodo prohibido por la legislación electoral para ofrecer apoyos cuando su esposa llegue al gobierno y él ocupe un espacio en el ramo agropecuario. De eso hay más información de que en las oficinas centrales de MORENA observan cómo la candidata al gobierno veracruzano, no levanta en las encuestas, mientras el candidato opositor, José Francisco Yunes Zorrilla, poco a poco gana terreno, y, más con el abierto desafío del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, de sumarse de lleno a su campaña, yendo como candidato en la segunda fórmula al Senado de la República por la coalición PAN-PRI-PRD, junto con su hijo, el ex candidato a gobernador, Miguel Ángel Yunes Márquez. Ese, y el respaldo que recibió del capital político de Héctor Yunes Landa, sin duda, pueden los factores para el arribo del político peroteño a Palacio de gobierno. Si es no Layda la del audio difundido, lo cierto es que lo expresado en él son palabras reales.
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