La ‘farmaciotota’, otra farsa

  • Oscar Pedro Reyes Castelán
Los hospitales se encuentran rebasados, ya lo estaban desde hace años

No hay forma de que el presidente Andrés Manuel López Obrador pueda cumplir su promesa de crear en México un sistema de Salud de primer mundo, con los mismos estándares internacionales de Canadá, Reino Unido, Suecia, Noruega o Dinamarca, o aún mejor, a sólo nueve meses con 16 días de concluir su mandato. Desde julio de 2019, cuando lo expresó por primera vez en una comunidad de Chiapas (http://bit.ly/2YnHWlC), lo ha repetirlo en actos oficiales y en sus “mañaneras”. No hay avance, ni mínimo, por el contrario, con la desaparición del Seguro Popular en enero de 2020, una población de 20 millones de personas sin seguridad social dejó de recibir servicios médicos, según un análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP); esa decisión presidencial dio paso al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que en tres años resultó un fracaso, y por decreto a finales de mayo del año pasado, fue extinguido, trasladando sus funciones al IMSS-Bienestar, donde, son públicas las carencias y, con lo poco que tiene, trata de atender a derechohabientes y a la población abierta que le agregaron.

Los hospitales se encuentran rebasados, ya lo estaban desde hace años, pero ahora el problema es mayor, y en las áreas de urgencias se pueden observar pacientes sin atender, la mayoría de ellos con padecimientos graves que requieren atención inmediata, y esperaran no sólo horas, sino días, para que ocupar una cama y recibir atención médica adecuada. No es culpa del personal, ni siquiera de los directivos, sino de malas decisiones desde lo más alto del poder y de quienes diseñan estrategias, proponen presupuesto y lo aprueban en el Congreso sin análisis responsable por una mayoría morenista. La realidad es que, desde inicios del actual gobierno federal, y con la complicidad de gobernadores y congresistas afines, la Salud ha ido a menos.

Ahí está, por ejemplo, la tragedia que se vivió por la crisis sanitaria del COVID-19, con más de 800 mil muertos, debido a malas decisiones y un sistema de Salud rebasado en su capacidad de respuesta. ¿Alguien en su sano juicio puede creer ahora en la palabra presidencial? El IMSS sobrevive con lo que tiene, pero aún peor, vienen tiempos más complicados con la creación de la megafarmacia instalada en Huehuetoca, Estado de México, en almacenes comprados a la cadena Liverpool, donde, según las palabras del Ejecutivo federal, habrá todas las medicinas del mundo para que, ahora sí, por fin, sin más mentiras, todos los pacientes del país, incluyendo a los que habitan comunidades rurales, puedan surtir sus recetas de medicamentos, sin faltar ninguno, como es común en las farmacias de los hospitales públicos que deben surtirlos. El asunto es que, como también ha sido común en el gobierno morenista, se  trata de una farsa más. ¿Porqué vienen nueve meses peores? Esa “farmaciototota” podría surtirse no con medicamentos comprados en todo el mundo, sino con los mismos medicamentos que se tienen en los almacenes de los hospitales del IMSS, de donde estarían enviándose para llenarla, lo que no sería extraño simular para que siga el discurso de de que, ahora sí, habrá un sistema de Salud como en otros países de primer mundo. 

Escriba a [email protected]

Anteriores

Oscar Pedro Reyes Castelán

Periodista con 45 años de ejercicio profesional. Ha realizado actividades en medios impresos y radiofónicos, oficinas de Comunicación Social del municipio de Veracruz, gobierno del estado de Veracruz y gobierno de la República. Últimamente, es Consultor, columnista de Diario de Xalapa, editorialista del Noticiero AVAN-Radio Xalapa, enlace de Comunicación de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) para los estados del país, en junio recibió el Premio Estatal de Periodismo por el Club de Periodistas de México y es Secretario de la Asociación de Periodistas de Veracruz.