PATRON WONG: ¨VAMOS A CAMBIAR, LO QUE DEBEMOS CAMBIAR.
- Gabriel Reyes Cardoso
Jorge Carlos está de regreso. Suple a Don Hipólito, hombre claro, valiente, que no dudó en señalar, lo que, a su juicio, estaba mal en Veracruz.
Suple, que no substituye.
Jorge Carlos hará lo suyo con su especial vocación humana.
En tiempos difíciles para la humanidad, en un país polarizado, secuestrado por ánimos de venganza política, pleno de contrastes, injusticias y sufrimientos, Jorge Carlos es claro y firme: ¨Vamos a cambiar, lo que debemos cambiar.¨ Las cosas malas, dice, no están en el proyecto de Dios, pero existen y, es cierto, cada uno debe aportar soluciones inteligentes y justas. No debemos perdernos en ¨buscar soluciones falsas en la confrontación y el egoísmo.¨
Los años en Papantla y Teziutlán, educan y retan. Los tiempos en la Roma Imperial, templan y comprometen. La cercanía con Francisco, ilumina y motiva. Qué más puede pedir el pueblo católico. Un líder de lujo, pero cercano, sin esas distancias que no explican ni la doctrina, ni la pastoral. La doctrina la practicamos juntos, la pastoral la operamos juntos, pero, para ¨que la voz de los católicos se escuche y se respete.¨
Algunos quisieran que siguiera el camino andado en la arquidiócesis. Pero no hay caminos, se hace camino al andar.
En una sociedad líquida, en una sociedad de posverdad y en transición a algo, que no sabemos si será diferente, la voz y la oportunidad de un líder, es ¨comunicar la buena nueva,¨ del Evangelio para evitar continúen ¨las historias de sacrificios, peligros, sufrimientos, violencia e injusticias.¨
Claro, preciso y pertinente, Don Jorge, revela su compromiso central con sus feligreses: Hay situaciones, dice, que dependen del corazón de ciertas personas y para ¨cambiar su cora-zón…se necesita un poder que va más allá del poder humano,¨ pero, creo en ¨el cambio interior y que todos los seres humanos podemos cambiar para ser diferentes,¨ por eso, ¨para dar pasos reales de justicia, de honestidad, cuenten con la oración, pero también con la acción.¨
Estaré abierto a todas las autoridades, de manera personal e institucional. ¨El diálogo es vital, buscaré las coincidencias y en las no coincidencias, seré portavoz de todo el pueblo,¨ ¨no tengo nada prefijado, todo lo tengo en el corazón y será alimentado por lo que digan todos los católicos.¨ Con firmeza, indica la estrategia, ¨cada autoridad tiene competencias y son corresponsables de una realidad que nos necesita,¨ y en estos tiempos difíciles y de pandemia, nos recuerda, debemos reconocer que las fragilidades que tenemos a nivel personal, familiar, social, político, educacional, señalan un solo camino: ¨Es momento de cambiar.¨ Conciliador, nos invita… como humanos, somos iguales, como hermanos nos respetamos y nos queremos y si somos diferentes ¨la diferencia no debe ser rivalidad, ni oposición.¨… porque ¨en el corazón, todos tenemos los mismos deseos de felicidad, de bienestar y debemos aprender a convivir para que podamos construir algo…diferente… que sea para bien de todos.¨
Don Jorge ha regresado y va por más. En su humildad, construirá su grandeza!.