POR LA BOCA MUERE EL PES

  • Salma Teodosio

El ambiente que se vive en México es permanentemente devastador, todos los días nos alcanza la crisis, la violencia, la injusticia, el engaño, pero en  tiempo de elecciones  las cosas cambian y el ambiente devastador se vuelve además un carnaval: exceso de ruido y mucha basura. El hambre de los partidos políticos por hacerse un hueco de buen tamaño en el gobierno azota todos los días las redes sociales, la televisión, la radio. Pasó de ser un medio para comunicar la optimista pero nunca cierta promesa de cambio, a ser una competencia por el premio a la propaganda más sexista, más deshonrosa o transgresora de derechos humanos.

López dirá que el INE no funciona, pero en esta temporada de farándula o como le prefieren llamar los consejeros “periodo electoral”, vaya que tienen trabajo resolviendo las denuncias por inconsistencias en los anuncios publicitarios políticos. En su comunicado de prensa 188 del 26 de abril de este año  el INE resolvió cinco asuntitos pendientes, dos de ellos denunciando la publicidad del PES.

¿Y qué hizo el PES?, se estarán preguntando y aunque no se pregunten se los voy a contar.

Este partido como muchos otros que no integran “la mafia del poder” pasa inadvertido en la elección comúnmente, pero este año decidieron que no serían la excepción y que se llevarían no uno sino todos los premios de la contienda. Prepararon a su elenco seleccionando cuidadosamente solo personas blancas; buscaron escenarios que reflejaran en lo más mínimo la realidad de México: parques impecables, departamentos amplios para  familias mexicanas, muebles exquisitos, y por si todo este esfuerzo no fuera suficiente, incluyeron en su campaña a menores sin la documentación que acreditara el permiso de sus padres o tutores.

Chulada de campaña, que reventó las redes sociales con mensajes homofóbicos y criminalización del aborto. Apenas tocó las plataformas y el partido ya era el más popular entre los jóvenes. ¡Qué listos los del PES! ¡En 2024 seguro alcanzan la presidencia!

De momento deben estar satisfechos con lo que se ganaron: rechazo en redes sociales, denuncias ante el INE, acusaciones de perjuicio al interés superior de la niñez, la cancelación de sus spots. Seguro que en estos momentos no se dan abasto con tanto agasaje. En lo que ellos disfrutan haber ganado la competencia de las campañas políticas vamos a hacer una aclaración necesaria.

Dice el INE que manifestar “su postura” respecto al tema del aborto y la adopción homoparental  es un acto amparado bajo la maximización de la libertad de expresión en el contexto del debate político, pregunta, ¿los derechos humanos son cuestión de debate? ¿En qué año vivimos?

Yo sé que por lo lento y arcaico de nuestro presidente pareciera que retrocedimos en el tiempo, pero para gracia o desgracia nuestra seguimos en 2021. El tema de la discriminación al colectivo LGBT+ ya no se pone sobre la mesa para “debatirlo", el combate a la discriminación y la violencia son tema de Tratados Internacionales, ratificados en la constitución, motivo de leyes federales, tarea de las instituciones públicas.

Que no se confunda -como siempre- la opinión con el discurso de odio. Hay una brecha gigantesca entre la libertad de expresión de los partidos para discutir temas polémicos, y que se violen los derechos de las personas y se promueva el odio y la discriminación. Que irresponsabilidad de los partidos políticos estar conscientes del impacto de la publicidad que generan en cada agobiante proceso electoral y seguir abonando a México machismo, homofobia, clasismo y misoginia a través de ella.

Por su boca irán cayendo, poco a poco, los individuos y partidos cuyo objetivo es únicamente el control del poder y no la mejora del país. Pesquemos críticamente.