POLARIZACION

  • Gabriel Reyes Cardoso

Un líder, cualquiera que sea su origen y su orientación, terminará siempre, siendo político, porque la política se ocupa de las decisiones de interés para toda la población.

Se  desempeña, siempre, entre dos estrategias:  unir o desunir. juntar o dividir. según convenga en la circunstancia en que opera, que es, también, una realidad hostil a sus propósitos.

La crítica ácida y destructiva, hacia lo que hay, será siempre el recurso más útil para sus propósi-tos, porque, si todo estuviera bien, entonces, no habría necesidad, que existiera su liderazgo.

Cambiar, transformar, modificar, serán siempre objetivos de su lucha, tenga o no, soluciones váli-das y posibles para ello, porque, el político también, se mueve siempre en la especulación y el futuro, para los cuales construye una nube de indefiniciones, que el mismo líder, no sabe, si se podrán conseguir, pero que se pueden ofrecer y negociar con las personas.


Por eso,  conseguir algo o  transformar algo, en realidad no es el propósito más importante para el líder. Lo más importantes,  es mantenerse líder, consolidar su autoridad. Este será su primer obje-tivo y para eso necesita, que  la gente le crea, le siga y le respete como un líder y si se puede has-ta como mesías.

Para un líder, todos los días serán de definición extrema.

A ese ejercicio, muy frecuente, los que saben,  le llaman ¨polarizar ¨.

No hay medias tintas… se está o no.

La polarización, siempre ha sido un recurso de los políticos, que va aparejado a otro:  tener un enemigo a quien vencer y  mantener real la presencia de ese enemigo, así sea imaginario o solo, posible. Para ello, no es necesario sea real, la creación, el diseño a la medida, también es un re-curso propio de todo liderazgo, porque, la gente, siempre tendrá un enemigo a quien echarle la culpa de sus problemas, sus deficiencias, sus omisiones, o sus despojos.

La polarización, está incluida en esta elección, que ya comenzó y terminará después del primer domingo de junio del año próximo.

Por su propia pluralidad de pensamientos o de ver la realidad, somos una sociedad polarizada, dividida y confrontada. Esa  polarización, sin embargo, da un nuevo valor estratégico a su voto.

Todas las opciones políticas se lo plantearán, como condición de redefinir las cosas en la política para que al país, le vaya mejor y a usted también.  Así en ese orden de prioridades.

Siempre los políticos condicionarán la conducta del elector a su contribución al país… si votas mal, comprometes al país entero.  Las broncas personales o familiares, van después..  el interés supremo de la nación, siempre estará encima.

Por esa polarización y confrontación,  en la próxima campaña, todos los partidos promoverán, es, desde ahora,   reacciones, no de razones.

Las reacciones solo convienen a quienes quieren un puesto. Las razones a quienes votan.

Resolver sus problemas y solucionar sus necesidades no se logra con emociones, ni sensacio-nes, ni estados de ánimo… el hambre,  solo se satisface con comida. 

Por eso, no es conveniente,  reaccionar a mensajes o promesas, o amenazas. Lo que conviene es razonar, el valor de su voto, y la utilidad de,  a quien, o quienes se lo entregará.

De por sí, sabemos que muchas promesas, serán solo eso, promesas.

Y la polarización, no las hace verdad.