Sheyla Fuertes Lara

El mes de febrero se inunda de publicidad diversa por el llamado festejo del día del amor y la amistad, los comercios intentan incrementar sus ventas en estos días, aunque de acuerdo a las declaraciones de representantes de cámaras empresariales, este año no les fue del todo bien.

Y es que las ideas acerca de cómo concebimos nuestra cultura amorosa poco a poco están cambiando, aún falta mucho por hacer en esta sociedad patriarcal para dejar de reproducir los mitos sobre el amor romántico.

A mujeres y hombres nos educan de distinta manera sobre cómo entender el amor, los estereotipos comunes en que nos encasillan nos siguen haciendo daño, se cree que la mujer es la que da todo en una relación y ellos los que reciben, que no se vive sin amor y tenemos que vivir en pareja para ser felices.

Si bien de acuerdo a las estadísticas el índice de divorcios aumentó y hay quienes tomaron la decisión de separarse, al no mantener una relación en la que prevalezca el respeto y la comunicación; la mayoría continúan en malas relaciones porque creen que es lo que les tocó  o porque sienten que no podrán enfrentar la vida solas, solos; y en otros casos, aunque ya no exista amor, prefieren seguir en su zona de confort que decidirse a salir y continuar su vida en solitario.

Desafortunadamente, las ideas y mitos acerca de lo que deben ser las relaciones siguen presentándose de manera cotidiana, en las películas, las canciones, las telenovelas, los dramas, y la sociedad en general los reproduce y ocasionan que la mayoría de las y los jóvenes crean que tienen que casarse, porque eso les corresponde hacer y que vivirán felices por siempre, cuando no siempre funciona así. Y es que cuando el mito termina, la desilusión es peor, el tema del abandono es un largo proceso muy difícil de asimilar.

Los mitos son ideas, que pueden cambiarse y que no funcionan, por ello es necesario comprender que hay que cambiar la forma de relacionarnos, no sólo con la pareja, también con las amistades, con la familia, en el trabajo, en todas nuestras formas de convivencia.

Mujeres y hombres podemos ser felices con o sin pareja, nos podemos construir día con día, con ideas que nos hagan menos daño, con libertad, respeto e igualdad. Para esto es necesario estar satisfechos con lo que hacemos, con lo que nos rodea, dejando atrás los estereotipos de género que está demostrado no funcionan, sólo así construiremos otra cultura del amor y de las relaciones humanas que nos hagan sentirnos plenos.