Nadie peor que él. Nadie como Javier Duarte que endeuda y desvía recursos, trabado en una aduana llamada Auditoría Superior de la Federación, de nuevo señalado de no solventar cuentas de origen federal. Y ahora son 15 mil millones de pesos.

Súmense a los 35 mil millones de pesos, correspondientes a 2011, 2012 y 2013, la nueva cifra revelada por la ASF, difundida por el diario Reforma, y lo que arroja es una cuota descomunal de deshonestidad, propia del gobernador de Veracruz.

Terrible su tema, el de las finanzas, es el retrato del desastre que protagoniza Javier Duarte, sin rumbo y sin brújula su gobierno, enredado en una espiral de dinero que si no se aplicó y no se justificó ante la instancia fiscalizadora, equivale a corrupción pura.

Ningún gobernador alcanza o se acerca siquiera a las cifras de Javier Duarte. Les detecta la ASF inconsistencias por 200, 150, 400 millones de pesos, que al paso de los días, aportando información, facturas, contratos y convenios, acreditan la aplicación de los dineros remitidos por la Federación.

No es el caso de Javier Duarte, hasta ahora encubierto y protegido por la Procuraduría General de la República, que en manos de Arely Gómez ha resultado peor que si los priistas de siempre, avezados en el tema de la corrupción, hubieran diseñado una estrategia para salvarle el pellejo al gordobés.

Lunes 20, lunes de malos presagios para el gobernador. Le receta Reforma una noticia mañanera, el dictamen de la ASF que lo ubica como el plusmarquista en desvío de recursos federales.

De ahí que su acérrimo rival, futuro encarcelador, Miguel Ángel Yunes Linares, lo crucifique con una andanada marca Yunes.

Dice, por ejemplo que “el saqueo de las finanzas públicas ha lastimado las condiciones de vida de los veracruzanos y no debe quedar impune”.

Luego agrega:

“La corrupción lastima a todos los veracruzanos. Hay más inseguridad, menos empleos, no hay medicinas en los hospitales, ni obras públicas relevantes, lo único de lo que hoy se habla en Veracruz es del brutal enriquecimiento del gobernador Duarte y muchos de sus colaboradores”.

Quizá Yunes azul también es masoquista. Quiere volver a la PGR, decirle que proceda conforme a derecho, que apliquen la ley sin distingos, a sabiendas que la misión de la PGR es encubrir. En la PGR lo desairan, lo ignoran, no lo escuchan pero ahí tiene que ir.

Son 15 mil millones sólo en 2014, sin solventar las inconsistencias, sin que cuadre el uso de los recursos federales, sin que la documentación que avale su aplicación se ajuste a lo que dice la ley. De ahí que la ASF determine que hay responsabilidad de Javier Duarte.

Son 15 mil millones tan solo de recursos federales. Falta auditar los de origen estatal, los que ofrece Yunes Linares que revisar de 12 años a la fecha, el fidelismo y el duartismo, el docenato de la mafia.

Le viene a la medida el dictamen de la Auditoría Superior de la Federación, pues a la par Javier Duarte crea la Fiscalía Anticorrupción con total autonomía, cinco años bajo su control, en manos de un fiscal para encubrirlo. O sea, la simulación para garantizar que la ley no lo alcance y lo lleve a prisión. 

“Hoy nos enteramos —refiere el gobernador electo— que, en el 2014, son casi 15 mil millones de pesos más, es decir, casi 50 mil millones de pesos en cuatro años y falta la revisión de la cuenta pública de 2015 y de 2016”.

Contabiliza de 2011 a 2013 la cantidad de 35 mil millones no solventados por lo que está denunciado Javier Duarte ante la PGR, donde se niega la acción penal pese a la evidencia, remitiendo el caso a la Fiscalía duartista en Veracruz. De ese nivel el descaro de la procuradora Arely Gómez.

Ahora se suman 15 mil millones más, correspondientes a 2014. Y falta aún que se cuantifique lo desviado en 2015 y 2016.

“Hay que ver nada más la primera plana del periódico Reforma hoy (…) mientras otros estados son señalados los gobernadores por desviar 200 millones de pesos, el de Veracruz por desviar 15 mil millones de pesos”, señala.

Aclara que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) es la encargada de esos datos y llevó a cabo todas las auditorías para encontrar ese presunto daño patrimonial, que es su facultad y que la ley contempla no sólo castigar a quienes desviaron esos recursos sino que los reintegren.

“Que se devuelvan los recursos que no se aplicaron en salud, en seguridad pública, en infraestructura. El desvío de recursos se expresa en las condiciones de vida de los veracruzanos”, recuerda.

50 mil millones es una cifra impensable. Su destino es un enigma.

¿Con quién podría compartir Javier Duarte semejante saqueo? ¿Con los eslabones de la cadena de corrupción que hurtan, ocultan, maquillan, disponen del dinero de los veracruzanos? ¿Con los secretarios de finanzas, los que pagan, los que tramitan facturas, los que crean empresas fantasma, los notarios que dan forma legal a la transa, los que abren cuentas bancarias para los depósitos ilegales, los que permiten que millones y millones sean retirados de los bancos en efectivo? ¿O más arriba?

Javier Duarte no está solo. No se lleva 50 mil millones de pesos y lo que se acumule en 2015 y 2016 sin el amparo del poder. Nadie mueve 50 mil millones en cuatro años hacia lo desconocido sin la omisión de quienes todo lo ven.

Son recursos de origen federal, dinero para obra carretera, para servicios de salud, para educación, para seguridad, para combate a la pobreza. Y según la Auditoría Superior de la Federación, la documentación con que Javier Duarte pretende acreditar que los recursos se aplicaron no cumple con los requisitos de ley.

Año con año así es. De 2011 a la fecha, Javier Duarte queda a deber, no solventa observaciones, persisten las inconsistencias, simula devolver los recursos como se lo ordena la ASF, depositándolo en una cuenta bancaria, y antes de que los recupere la Federación los ha vuelto a tomar.

No hay año que Veracruz no tenga observaciones por el dinero de origen federal que no se aplicó y el gobernador lo desapareció. Y cuando se le conmina a la devolución, trampea y vuelve a robar. De ahí que el auditor superior Juan Manuel Portal exprese con razón que “ojalá” que Javier Duarte “vaya a la cárcel”.

Su marca es para el Guinnes. Nadie, que se sepa, se ha llevado 50 mil millones de pesos en sólo cuatro ejercicios presupuestales. Nadie, como Javier Duarte, ha tenido la incapacidad de acreditar que el recurso se usó. Nadie, conminado a reintegrar el dinero a la Federación, ha tenido la osadía de simular que lo hace y agandallárselo otra vez. Y nadie, como Javier Duarte, con semejante imputación encima, ha logrado evadir la ley.

No hay, sin embargo, ladrón sin cómplice. 50 mil millones es un tesoro que el capo comparte con la banda, para él el pastel, para el resto del cártel las migajas, que no dejan de ser billete descomunal.

De alta escuela, con altura de miras, el robo no es ajeno a la mafia en el poder. Lo ve Peña Nieto, lo ve Salinas, lo ven Videgaray, Osorio Chong, don Beltrone, Gamboa Patrón, Fidel y su complicidad, sin descartar su beneficio, los envuelve a todos. ¿Cuánto de esos 50 mil millones tuvo destino en Los Pinos, en Bucareli, en Palacio Nacional, en Insurgentes y Violeta, en la sede senatorial?

Con altura de miras, el Cártel de Duarte le roba a la Federación y le roba a Veracruz. A uno le esquila los dineros y al otro las obras, los servicios, las vacunas y los medicamentos, las escuelas y los pizarrones, la oportunidad a cientos de miles de niños de estudiar.

Con altura de miras envía maletas con dinero en efectivo a la ciudad de México, las detectan y se las devuelven con sus consabidos intereses.

Son las finanzas el Talón de Aquiles del gobernador. Extraño porque no todos presumen un doctorado por la Universidad Complutense de Madrid, en asuntos de economía, lo que peor hizo al frente del gobierno de Veracruz.

A menos que la Complutense para eso los prepare.

Archivo muerto

Renuncia Don Beltrone. O renuncian a Beltrones. Se va Manlio Fabio, el sonorense que soñó con ser presidente de México y que mostró que lo suyo es el juego sucio y la oscuridad. Tronó por la debacle electoral del 5 de junio, cuando de 12 gubernaturas en juego perdió siete. Renuncia al PRI nacional este lunes 20, a la presidencia del tricolor desde donde diseñó, operó y ejecutó la estrategia para vencer a la oposición y fracasó, la suciedad que inició en Colima en 2015 y que pasó por Veracruz, Puebla, Quintana Roo, Oaxaca, Tamaulipas, Tlaxcala, Zacatecas, Durango, Chihuahua, Aguascalientes, Hidalgo y Sinaloa con más derrotas que victorias. Se va don Beltrone sin gloria alguna, víctima de su naturaleza ruin, evidente cuanto se dijo de él, lo sórdido y la falta de ética. Apenas se había reunido con Héctor Yunes, el ex candidato del PRI al gobierno de Veracruz, planeando el senador como aletear de nuevo y regatear la candidatura en 201      8, y que se le apaga el padrino. ¿Será que lo saló?… De bajeza en bajeza se va rescatando a Veracruz. Así ocurre en Coatzacoalcos, donde las huestes yunistas azules no ganaron una casilla, sus votos fueron nada, arrasados por Morena, incapaces ante un PRI que no tenía qué ofrecer y que aún así fue mejor que el PAN-PRD. Hoy hacen escarnio de una de las piezas que en campaña jugó en abierto, Luz Martha Medina, con denuestos y adjetivos en redes sociales que evidencian la vileza de que están hechos, golpeada por los fracasados de Yunes Linares, los amigos de Emilio León Villa, los de Luis Rendón Martín. De inicio, Luz Martha Medina expresó cómo habría de operar: por Miguel Ángel Yunes para gobernador y por Amado Cruz Malpica, de Morena, para diputado local, cruzado el voto, sabida por todos su relación de amistad con el diputado electo, y el apoyo que los hoy morenistas, antes perredistas, le brindaron cuando fue candidata de Alternativa Veracruzana. Y así lo hizo, sin dejar de honrar su compromiso, soportando amenazas, llamadas “extrañas” a su teléfono celular. Y como se le vio entre los de Morena en fotografías, de ahí el escarnio, el agravio, la imputación de mercenaria, cuando los vivales y los mercenarios hoy visten de azul, suplantando al panismo doctrinario, desatada la ambición por ser gobierno y acaparar todos los cargos en delegaciones del gobierno de Veracruz. No ganaron una casilla en Coatzacoalcos, pero qué desplantes en campaña, reuniones en que uno de sus líderes exhibía el revólver, lo colocaba sobre la mesa y jugaba con él, mirándolo, empuñándolo, advirtiendo ante quién se deben hincar. ¿Son éstos los que dicen que van a acabar con el abuso de poder de los gángsters que se van? Si así se rescata a Veracruz, mejor que se quede Duarte, Fidel, el Pato de Tuxpan y don Gabriel Deantes, que es todo un caballero frente a esta basura. O que los meta al orden Yunes Linares… Víctor Manuel Esparza Pérez será, si no hay señal en contra, el próximo director de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz (CAEV), conocedor del tema pues ya fue gerente de la Oficina de Cuenca de la Comisión Nacional del Agua en los días en que el PAN gobernaba a México. CAEV es un botín, saqueado por quienes han pasado por ahí, inflando obras, pagando a fantasmas, disponiendo de recursos del estado y de la Federación, el tesoro de Francisco Valencia, alias Paco Grasa, su actual titular. Luis Rendón será director de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos (CMAS), otro botín, la caja chica del priismo, feudo de Roberto Chagra en otros tiempos, de Marcelo Montiel donde aún trabajan sus fans y hasta su sobrino Genaro Ríos Montiel, de Iván Hillman en los días de su desgobierno, gestando fortunas para su grupo de saqueadores. Será Luis Rendón titular de CMAS si no sucumbe a los métodos rudos, la mano que duele, la pinza que aprieta del ex regidor Alejandro Wong Ramos, que generó más votos el 5 de junio que los pudo acarrear el ex priista, seguidor don Luis de Iván Hillman, ex presidente del grupo Integra, y que por ello le expresa que si Rendón se apodera de CMAS habrá fuego y alguien se quemará… Un abrazo, un sentido pésame a Vicky Mejía, entrañable amiga y colega, conductora y coordinadora de noticias en Radio Hit, por el fallecimiento de su cuñada Victoria Morales y su sobrino Rodolfo Mejía Morales, propietarios de la taquería El Taquito, víctimas de la violencia absurda en que hoy está atrapado Veracruz. A Vicky y a toda su familia, un ruego a Dios para que les conceda pronta resignación…

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