¿Qué le sacó Don Beltrone a Javier Duarte?

  • Mussio Cárdenas Arellano

Como un capo, cobra Don Beltrone el derecho de piso a Javier Duarte, los dineros de la campaña, el recurso para no dejar morir a Héctor Yunes, así tenga que instarlo a encarar la ley, explicar qué hizo con los 35 mil millones de pesos que le demanda la Auditoría Superior de la Federación y qué tanto se ha hundido en la corrupción.

O libera el dinero para la campaña del PRI o lo arroja del gobierno de Veracruz.

Lo apretó con una frase letal: “Javier Duarte deberá de estar presentando, obviamente, cuentas concretas y verdaderas a los veracruzanos”.

Entrevistado por el periódico Reforma, el 23 de febrero, en Villahermosa, Tabasco, Manlio Fabio Beltrones Rivera clarificó:

“Al PRI nos ocupa mucho cualquier señalamiento que se pueda hacer de bueno o mal gobierno y actuamos en consecuencia”.

Luego diría Manlio, el líder priista: Al PRI nacional “le ocupa” que se hable bien o mal de un gobierno, por lo que estaría atento a las explicaciones del gobernador de Veracruz.

Y en torno a lo expresado por el precandidato priista al microgobierno de dos años, Héctor Yunes Landa, Yunes rojo, que ahora promete meter a la cárcel a los pillos de su cuadra, a los duartistas y fidelistas que se han robado el dinero de los veracruzanos, incluso proceder penalmente contra Javier Duarte, puntualizó:

“Héctor Yunes ha hecho un compromiso y el compromiso es cero impunidad con el pasado, con el presente y cualquiera que delinque en el futuro”.

Eso fue el 23 de febrero. El 24 sufrió amnesia súbita.

Javier Duarte —dijo Don Beltrone— ‘‘es un gobernador postulado por el PRI, que contará siempre con la consideración y la exigencia de su partido de que deben hacerse las cosas bien, como en todo el país’’.

Y algo que sólo es propio del camaleón: los “rumores en torno a Duarte” obedecen a que “estamos en épocas electorales”, lo que provoca que “candidatos y precandidatos se ensañaran al respecto”.

¿Ah, sí? ¿Héctor Yunes también es de los precandidatos que se ‘ensañaron’ con el gordobés?

Y resulta que los informes de la Auditoría Superior de la Federación, las denuncias penales, la expresión del auditor superior, Juan Manuel Portal en el sentido de que "ojalá" Javier Duarte fuera a parar en la cárcel, son sólo "rumores".

Don Beltrone en dos tiempos. Don Beltrone apretando Javier Duarte. Don Beltrone encubriendo a Javier Duarte.

Decía Manlio Fabio que “Javier Duarte deberá de estar presentando, obviamente, cuentas concretas y verdaderas a los veracruzanos” y que “le ocupa” que se hable bien o mal de un gobierno, por lo que estaría atento a las explicaciones del gobernador de Veracruz.

Y luego, acalambrado con el mensaje el gordobés, el capo político cede y concede: por ser un gobernador emanado del PRI, tendrá consideración con uno de sus alfiles. O sea, el PRI considerado con la corrupción. Como siempre.

César Camacho Quiroz, líder de los diputados priistas en San Lázaro, también embistió a Javier Duarte. Se mostró anuente a instalar la comisión instructora para seguir el juicio político que impulsa desde hace un año el PRD y que ahora apronta el PAN.

“Creo que, más allá de declaraciones —expresó—, cualquiera, político o no, tiene que responder de sus actos u omisiones”. Otra señal.a

¿Qué ocurrió con el chip de Don Beltrone para embestir y dar marcha atrás en cosa de 24 horas?

Según fuentes cercanas al duartismo y la fidelidad, el tema es el flujo de millones para la campaña de Héctor Yunes. Y la cuota para Manlio Fabio y el grupo que construyó la candidatura del senador choleño.

Pero Javier Duarte se resiste a abdicar. Hace su juego el gobernador, retiene recursos —obviamente ilegal que con dinero público se financie la campaña del PRI, pero eso es lo suyo— y fuerza una negociación con Manlio Fabio Beltrones, César Camacho y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con quien se reuniera la tarde-noche del 24 de febrero.

Cerrar las válvulas de dinero al PRI en vísperas de una campaña, es equiparable a los que le ocurre al narco cuando le asestan un golpe financiero, le congelan las cuentas bancarias y le frenan el dinero líquido.

Si no fluye recurso para comprar droga, para adquirir armas, para pagar sicarios, a quienes transportan el producto; si deben suspender la renta de aviones, el pago a policías, ministerios públicos, jueces, políticos, la parálisis llega. Sin dinero, se muere el negocio. Neutralizado el operador financiero, se derrumba el imperio.

Igual es el PRI. Sin dinero proveniente de las arcas públicas no hay campaña, no hay promoción del voto, no hay operación electoral, no se puede comprar el voto, no se compra prensa, se derrumba el candidato, no despega, se vuelve incontrolable el órgano electoral, se sale de control el tribunal electoral.

Sin recursos, no es factible la movilización de militantes, los mitines masivos y las brigadas, o la pinta de bardas, los pendones colgantes, los anuncios espectaculares, o el pago de espacios en los medios de comunicación, la nota disfrazada, el reportaje disfrazado, la entrevista disfrazada, el comentario disfrazado.

Así apretó Javier Duarte a Héctor Yunes, ahorcado el precandidato del PRI, sin los miles de millones que se requieren para permear Veracruz, para comprar conciencias, para rentar el voto, para consumar el fraude, que es la única fórmula de triunfo para el tricolor. Dinero sucio para una elección sucia.

Vía el financiamiento subterráneo, sin huella los dineros del pueblo en la precampaña de Héctor Yunes, Javier Duarte pretendía —o pretende— imponer candidatos a la diputación local en diferentes distritos, a Corintia en Xalapa, a Vicente Benítez en Santiago Tuxtla, a Karla Enríquez en Cosoleacaque, a Deantes en Zongolica o en la lista plurinominal. O sea, el duartismo caminando con Héctor Yunes para que todo siga igual.

De ahí, según una fuente allegada al duartismo y a la fidelidad, vino la reacción de Don Beltrone, secundado por César Camacho, seguidos por Osorio Chong. De ahí el apretón y el mensaje, instado a dar la cara, a explicar qué hizo con los 35 mil millones de pesos que no solventó ante la Auditoría Superior de la Federación.

No mueve a Manlio Fabio la justicia y el combate a la corrupción, las trapacerías de Javier Duarte, el abuso de la pandilla duartista, la deshonestidad desde las instituciones.

Lo que lo movió para embestir al gobernador de Veracruz fue el dinero para la campaña de Héctor Yunes, así sean recursos públicos, así sea el dinero de los veracruzanos, así sean los 35 mil millones que no solventó Javier Duarte, pero que le vienen bien, aunque sea una parte, al precandidato del PRI. Algo de esos recursos le han de tocar a quien otorga la candidatura. El derecho de piso.

Se queda Javier Duarte en el gobierno hasta después de la elección. Mal para Héctor Yunes, el que pregona y vocifera que lo va a encarcelar. Ajá.

Recuérdese que el hoy precandidato del PRI fue secretario particular de Fidel Herrera Beltrán, luego subsecretario de Gobierno y finalmente líder del Congreso, líder tapadera del endeudamiento criminal, las cuentas públicas y el atraco a Veracruz. Héctor Yunes fidelista.

Sería después presidente del PRI en Veracruz, siendo Javier Duarte gobernador. No hubo evento en que no lo colmara de elogios. Él, Héctor, presidente formal del PRI; Javier, líder real del priismo, según el evangelio del Yunes rojo, rastrero el discurso. Luego, en 2012, llegaría a senador y en la Cámara Alta guardó silencio ante el desastre político, financiero y social que envolvía a Veracruz. Héctor Yunes duartista.

Mal le viene a Héctor Yunes que Javier Duarte permanezca en el gobierno estatal pero los dineros mandan y el recurso para la campaña, y para el bolsillo, no se pueden desdeñar. Día que pasa pesa más el lastre que representa el cordobés, desprestigiado, convertido en un tirano que reprime a pensionados, que persigue a activistas, que le roba a la Universidad Veracruzana, que fomenta el clima de violencia contra la prensa, que incrementa la desaparición forzada, que le retiene pagos a sus trabajadores, que ya tiene a Veracruz en la quiebra financiera, impagable la deuda en el corto plazo, con 120 mil millones de pesos en créditos y adeuda a medio mundo, incluido el Tribunal Superior de Justicia y el órgano electoral.

Mal le viene al PRI pero bien le cae a Miguel Ángel Yunes Linares, Yunes azul, precandidato de la alianza PAN-PRD, que traduce los negativos de Duarte en voto de castigo para Héctor Yunes, su primo.

Atiza Yunes Linares el odio de los veracruzanos para el gobernador priista. Si Javier Duarte hubiera dejado el gobierno, Yunes azul habría perdido su principal objetivo de campaña. Pero se quedó y eso se transforma en capital político e intención de voto para la alianza “Unidos para Rescatar a Veracruz”, la alianza PAN-PRD.

Mientras, Manlio aprieta, amaga con echar a Javier Duarte del gobierno estatal y lo obliga a financiar la campaña del PRI en Veracruz. El dinero o la renuncia.

Como un capo le cobra Don Beltrone al gobernador.

Archivo muerto

“Duarte ratero, devuelve el dinero”; “Duarte, Duarte, devuelve lo que te robaste”; “Que pague, que se vaya”; “Duarte, ratero, devuélvenos la lana”. Esas y muchas otras eran las arengas, los reclamos, la ira desfogada de universitarios —estudiantes, catedráticos, funcionarios, empleados, ex alumnos— y sociedad en general, que en Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, en toda la entidad, expresaban su indignación al ahogamiento financiero orquestado torpemente por el gobernador de Veracruz. Se escuchó el Himno Nacional, Va Pensiero de la obra Nabucco, de Giuseppe Verdi, el canto que refiere el exilio hebreo, el canto de los italianos frente al invasor austríaco. Viernes 26 de febrero. Otra lección de los veracruzanos a Javier Duarte, conminado a saldar los 2 mil millones de pesos que le adeuda a la UV, no sólo por los universitarios sino también por el Senado de la República. Le llama mezquino el doctor Hilario Barcelata Chávez, economista, catedrático y coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas (OFP). “La propuesta de otorgarle el tres por ciento del presupuesto estatal a la Universidad Veracruzana (UV), que inventó el gobernador Javier Duarte de Ochoa, no serviría para nada”, dice. Duarte propone en su iniciativa al Congreso para dotarla de autonomía presupuestaria —un subterfugio para amainar el vendaval— garantizar el 3 por ciento del presupuesto del gobierno de Veracruz para la UV. Barcelata lo refuta. Actualmente se le asigna el 2.3 por ciento. El incremento sería sólo del 0.7 por ciento. “Esas son migajas, muestra del desdén y avaricia del gobierno del estado en una trampa mortal para someter a la Universidad Veracruzana a un presupuesto miserable, no lo aceptamos y no lo vamos a permitir”, agrega. Hilario Barcelata sostiene que para otorgarle verdadera autonomía presupuestaria se requiere garantizarle a la UV el 5 por ciento del presupuesto del gobierno estatal, o sea unos 4 mil 927 millones de pesos anuales. Habla también de la agresión a los cinco universitarios en Xalapa, el 5 de junio de 2015, atacados por un grupo de golpeadores, que les afectaron seriamente su salud y el ritmo de su vida. Por eso no amaina el repudio universitario. Son 78 mil estudiantes, según información en el portal de la UV. Son 6 mil académicos. Son 12 mil integrantes de la plantilla de empleados. Más de 96 mil integrantes de la comunidad UV, casi 100 mil que traducidos por tres familiares representan 300 mil votos de castigo al PRI, a Javier Duarte, a Héctor Yunes. Bien por el gobernador. Su partido se lo agradecerá… De aldea, la política que desarrolla el marcelismo en Coatzacoalcos. Dirimen fuerzas los hijos de Marcelo Montiel, no en foros de reflexión, no en el terreno de las ideas, no llevando desarrollo a las colonias. No, vacían el talento y la sagacidad, su moral política, en el carnaval, usando recursos públicos, obligados a marchar y bailar los integrantes de las comparsas, que no son otra cosa que empleados municipales, que a lo largo de varias semanas debieron acudir a ensayar fuera de sus horarios de trabajo, sin nadie que les sufragara el gasto de taxis pues se debían retirar cuando el servicio de transporte urbano ya había concluido. Qué manera tan deplorable de hacer política. Competía la comparsa del DIF de Jesús Moreno contra “Vamos Rumbeando” de Víctor Rodríguez, el futuro candidato del PRI a diputado local, aunque su domicilio electoral se halla en el distrito 30; o contra los “Caballeros de la Salsa” de Oliver Damas de los Santos, el secretario de Gobierno, y del mismo alcalde Joaquín Caballero Rosiñol; o la comparsa de Tesorería, de Alfonso Morales Bustamante, ex hombre fuerte de Marcelo Montiel; o la de Obras Públicas, del titular, Fernando Ramos, quien contrató a las mejores edecanes. Otros políticos y pseudopolíticos que usaron el carnaval para exhibir que sus alcances son de risa, fueron Ramón Ortiz, José Uribe, Gersaín Hidalgo y Llave Ciudadana, ésta agrupación del panista Rafael Abreu Ponce. Miseria pura, pues lo más relevante era saber qué tanto podría hacer Víctor Rodríguez —el de las denuncias penales en la PGR por robo de recursos federales y obras fantasma en la Sedesol federal, siendo subdelegado administrativo, junto al entonces delegado, Marcelo Montiel— y su gente se registró, bailó y luego sus fans le fueron a aplaudir. Y a todo esto, ¿cuánto le cuesta al erario público el rejuego pueblerino del marcelismo, cuánto invierten en vestuario, coreografía, horas-hombre, obligando al personal a participar en un evento que la mayoría deplora? De la desorganización, de la elección de la reina y el rey, los votos y el fraude, las gradas en mal estado, la exclusión de las promotoras identificadas con Víctor Rodríguez, en otra entrega… Confirmado: rufianazo, parcial, lenguaraz, Agustín Bolaños Castillejos, remedo de consejero electoral en el distrito de Coatzacoalcos Urbano, el distrito 29 de Veracruz. Exigen apercibimiento e incluso destitución los representantes de los partidos políticos, hartos de sus excesos verbales, su protagonismo, su patética ignorancia de lo que son los principios democráticos y la neutralidad que se le exige a quien tiene como misión vigilar y sancionar una elección. Parecía de trámite la sesión del 25 de febrero cuando el representante del PAN, Moisés Nava Ramírez, pidió amonestar a Bolaños Castillejos por expresión vertida en el portal informativo Imagen y Política. Dijo el consejero que el precandidato perredista a diputado local, Alejandro Wong Ramos, “sólo iba a fingir para que le dieran terrenos”. Respondió Wong Ramos señalando que Agustín Bolaños había promovido a algunos candidatos independientes. Se le fueron encima PRD, Morena y Movimiento Ciudadano. Negaba todo Agustín Bolaños y se decía calumniado cuando el representante panista exhibió una impresión de pantalla con sus comentarios, bajo el nombre de Tino Bolaños. Así aparece en cuentas de Twitter: en una Tino Jr y otra Tinobb  Jr, donde abundan los desnudos. Protegido de la agente municipal de Villa Allende, Keren Prot; su papá, el regidor chagrista Noriel Prot Álvarez —“tenemos negocios”— y el grupo joaquinista, o sea el PRI en pleno, Agustín Bolaños usa pseudónimos para atacar a partidos y políticos, olvidando que su fotografía lo delata. Aquí lo dijimos desde el 5 de febrero: el consejero electoral Agustín Bolaños no es imparcial y un chivo loco sería infinitamente más controlable que él… Rodolfo Corpi Lara no será candidato del Partido del Trabajo a diputado por el distrito Coatzacoalcos I, el Coatza Urbano. Será candidato suplente de Amado Cruz Malpica por el Movimiento de Regeneración Nacional. Cambia de rumbo en cuanto se dio la renuncia del grupo encabezado por el diputado Fidel Robles Guadarrama al PT y su incursión en Morena, jefaturado por Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ambos ex integrantes de la UCISVVER, ambos ex perredistas, ambos de la línea de Andrés Manuel López Obrador, el Pejemesías, ahora perdonador de priistas conversos, y cada vez más ligado a Javier Duarte…

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