La Candelaria, tortura sin límites

  • Maricarmen García Elías

En vísperas de las fiestas de La Candelaria en Tlacotalpan, el rechazo al embalse de toros, como cada año, es manifiesto por parte de la sociedad civil local y extranjera, asociaciones protectoras de animales e incluso niños, mediante redes sociales o declaraciones en medios de comunicación. El uso y maltrato a los animales es algo que empaña esta festividad, que de prohibir el empleo de los toros y el alcohol desmedido, sería una fiesta bonita con tradición y cultura, que antojaría asistir.

El reglamento  que  el municipio diseñó para proteger a los animales de estas fiestas, no ha sido aplicado incluso ahora que ha pasado más de un año y la última fiesta da cuenta del maltrato que se sigue infringiendo a los animales, hace pensar que solo lo dispararon para calmar las críticas, faltando mano dura al alcalde y penas severas pero sobre todo, la prohibición definitiva de un número en estas fiestas que no tiene razón de ser, algo que obviándolo en nada afectaría la festividad en honor a La Candelaria, supuestamente, cuando de religioso no tiene nada esto.

Al gobierno estatal también le faltó decisión y firmeza para seguir el ejemplo del poder legislativo que ha avanzado  a pasos agigantados en protección a los derechos de los animales y dar el banderazo para prohibir este espectáculo violento donde se maltrata toros cebúes en honor a una virgen, bien le vendría a su imagen acabar con esta barbarie, dejar de proteger a los empresarios que organizan esto y pasar a la historia como un gobierno diferente, aunque claro nuevamente es época electoral y al pueblo se le da pan y circo y a los patrocinadores ni se diga.

Por si fuera poco, en las últimas semanas vecinos han denunciado la aparición de bolsas negras con veneno en los patios de sus casas o en las calles, muriendo varios perros , por lo que la semana pasada se presentaron al menos tres denuncias en la Fiscalía de aquella localidad por maltrato animal, delito tipificado en nuestro estado, hay testigos que manifestaron haber visto a policías tirar estas bolsas, ojalá continúen las investigaciones y no vaya a ser que se trate de una orden dada desde el ayuntamiento para “embellecer” la ciudad, tal y como quisieron hacer en Xalapa con los Juegos Centroamericanos donde incluso también pretendían quitar  a niños y adultos en situación de calle. Políticas públicas, si así se les puede llamar reprochables y que denotan la falta de experiencia y sensibilidad política en todos los niveles de gobierno.

Existe una iniciativa para prohibir el uso de animales en esta fiesta, que no ha sido discutida en comisiones, ojalá el Gobierno  Estatal se pronuncie en contra del embalse y antes de acabar replantee este tema, apoye la iniciativa y con ayuda de expertos, de asociaciones civiles y de gente que tiene propuestas para suplir este acto por eventos de cultura, termine definitivamente con el empleo de toros en la festividad.

Así las cosas, el embalse de toros, aún en “jaulas”, causa repudio en la sociedad, en el extranjero, lo que habría que hacer es ver más allá de la diversión que les causa a algunas personas que asisten ver o maltratar a estos animales, exigir cuentas al municipio de las ganancias que genera la fiesta, a dónde se destinan, quiénes realmente se benefician con esto y quiénes son los empresarios detrás de. Mientras los ciudadanos no tomemos acción, seguimos inmersos en gobiernos que hacen lo que quieren y no dan cuenta alguna, lucrando con la gente y sumiéndola en una pobreza cada vez mayor. [email protected]