Sucesión, corrupción y simulación

  • Rafael Arias Hernández

Faltan 600 días. 83 semanas.20 meses.

Veracruz no puede, no debe quedar al margen, como si no pasara nada.

Beneficiados y  cómplices, dentro y fuera de los gobiernos,  aseguran y confían, procuran y trabajan por no ser afectados.

Algunos, incluso buscan el fuero de la elección o la sucesión, para dar continuidad a la impunidad.

NADA DE NADA

La Historia prueba, con qué facilidad se puede pasar de malo a peor.

Se ve lo que se quiere ver. Hoy como siempre hay que tener presente que no hay más ciego que el que aquel que lo acepta todo, se encuentre como se encuentre y venga de quien venga. Para el desmemoriado todo es novedoso, posible y hasta deseable, total “no pasa nada”.

El colmo, se aprueba un Sistema Nacional Anticorrupción, en donde oficialmente no hay corruptos, pero en la realidad abundan.

¿De qué se trata? ¿Hacer como que se hace? ¿Cambiar para que todo siga igual?

Nada raro, en política y políticos expertos en convertir la ley en letra muerta. Herederos de la tradición de “obedézcase pero no se cumpla”.

Hasta hoy, en Veracruz, en efecto nada de nada. Ni una acción oficial ni una insinuación política, menos un hecho, una prueba en apoyo al esfuerzo nacional por combatir la corrupción en los gobiernos. ¿Hay alguien ahí? ¿Cuál respaldo?

¿Qué de costosos e inútiles Órgano de Simulación Superior y la lavandería de la Contraloría?  ¿Cuántos procesados y castigados?

Y hay que insistir y señalar. Costumbre prevaleciente, masoquismo extremo, aguante sin límites  la adición al verdugo. Viaje sin retorno de malos a peores, de mediocres a ineptos, de encubridores a corruptos.

Mientras, los problemas crecen y se complican;  necesidades básicas y reclamos sociales, limitaciones y sacrificios populares, siguen sin atenderse bien y a tiempo, por gobiernos cada vez más débiles, quebrados y endeudados.

Conocidas y padecidas formas de dar más cuerda al ahorcado.

APROVECHAR OPORTUNIDADES

Lo que hoy sucede en términos de ineficiencia y delincuencia gubernamental, no es sólo resultado del  contexto presente,  y de los responsables actuales en los gobiernos.

El desinterés social, la irresponsabilidad ciudadana, la desmemoria y falta de participación personal y colectiva. El no querer ni siquiera preguntar porque vamos tan mal,  forma parte de una vieja cultura, sostenida y mantenida por sus beneficiarios, esos que  aseguran que  todo va bien, que no pasa nada y que viene lo mejor.

Los mismos que afirmaron y sostuvieron que la deuda pública no es problema,  no crece y  no hay de qué preocuparse.

La historia de lo padecido enseña que se debe hacer uso de la memoria, para valorar bien lo que se propone hacer.

Tomar la mejor decisión,  aprovechar oportunidades, es responsabilidad de todos; imprescindible, impedir que sólo lo hagan unos cuantos (incluidos los de siempre), de acuerdo a sus intereses y complicidades.

Urge combatir ineficiencia y delincuencia gubernamentales  y,  en particular,  que se decida, como siempre,  beneficiarse al incrementar  daño sin importar  tamaño.

Lamentable,   permitir repetidamente  error, pérdida  y  fracaso, pero más dejar que sean los mismos irresponsables o mediocres,  ineptos o delincuentes,  los que lo hagan y hasta se disfracen y presenten,  una y otra vez, como el remedio o  solución para, al final y como siempre, obtener  no sólo los mismos resultados, sino peores.

Pensar y planear lo que se hace, y hacer lo que se piensa y planea. El futuro está hoy y, bien o mal,  lo que se haga o deje de hacer tiene consecuencias.

En las cuestiones públicas ésta es lección que no se aprende. Repetimos y repetimos  errores hasta el cansancio o hasta el suicidio.

Innumerables aspectos del gobierno, del bien común o del interés social se encarecen, complican o simplemente se vuelven irresolubles, por falta de visión, participación, administración  o simple  anticipación.

En muchos sentidos de la política pública y los asuntos de gobierno:

¿Por qué permitir, pagar y padecer la adicción, elección y reelección de los verdugos? ¿Más corrupción y simulación?

Se comete el error lo demás son consecuencias.

La idea simple y sencilla es participar, aprovechar oportunidades,  garantizar  mayores beneficios sociales,  y  evitar  limitaciones y sacrificios, para la población en general.

Sistema Nacional Anticorrupción, no de simulación. Hechos, hechos…hechos.

+Académico-IIEES-UV.@RafaelAriasH

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.