Este martes 29 de julio, el secretario de Desarrollo Económico y Portuario del estado, Erik Porres Blesa, ofreció una conferencia de prensa para hablar de los “logros” del gobierno estatal en materia de inversiones y crecimiento económico durante lo que va del sexenio de Javier Duarte de Ochoa.

El funcionario dio a conocer que de 2011 a la fecha, a Veracruz han llegado 95 mil 426 millones de pesos en inversiones, de las cuales, 55 por ciento son de origen extranjero. Puso como ejemplo de ello a la empresa inglesa AB Mauri, que según sus dichos, invirtió 100 millones de libras esterlinas –¿sabrán a lo que eso equivale?– en una fábrica de levadura instalada en el municipio de Cuitláhuac. Y por supuesto, presumió los cuatro mil 500 millones de dólares de Braskem Idesa en su cluster petroquímico en el sur de la entidad.

De acuerdo con Erik Porres, Veracruz ocupa el lugar número 13 en el país en cuanto a competitividad, 11 lugares arriba del que tenía al inicio de esta administración, y señaló que la meta es ocupar el quinto sitio cuando concluya el presente sexenio.

Incluso, afirmó que durante 2013 en Veracruz se llegó a 11 mil 435 empresas creadas y lanzó campanas a vuelo porque con la reforma energética, dijo, éste será el “estado más beneficiado”, tanto así, que ya tendrían 64 solicitudes de igual número de empresas que quieren instalarse en el territorio.

Ante un escenario de semejante bonanza como el descrito por este funcionario, uno no se explica por qué en las arcas estatales y en las dependencias gubernamentales no hay un peso. Ni tampoco por qué no hay una sola obra pública importante edificándose en Veracruz. Y mucho menos por qué hay una crisis de insolvencia financiera que tiene al borde de la quiebra a decenas de empresas veracruzanas.

O quizás sí hay una explicación. De acuerdo con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el primer trimestre de 2014 Veracruz fue de las entidades federativas que crecieron por debajo del crecimiento nacional, que fue de 1.8 por ciento, mientras que el del estado alcanzó apenas 0.1 por ciento.

Y en comparación con el mismo periodo del año anterior, en el conjunto de sus actividades económicas, Veracruz fue de las entidades que observaron los descensos anuales más importantes, con un decrecimiento de ‑0.7 por ciento, sólo por encima de Nayarit con ‑0.5 por ciento y Puebla con ‑0.4 por ciento.

Por si esto no bastase para darse una idea de la realidad de la economía de Veracruz, el Inegi señala que la contribución del estado al crecimiento total real del ITAEE es de –0.04 por ciento. O sea, prácticamente nada, a pesar de ser de los estados con mayores riquezas naturales, con el mayor hato ganadero del país y con una vocación agrícola y turística como pocas.

Los números son fríos y pueden ser consultados en la página Web del Inegi, así como en la de la asociación “México, ¿cómo vamos?”, que se integra por un panel de expertos en economía y finanzas. Éste es el link que lleva al mapa de crecimiento económico por estados: http://www.mexicocomovamos.mx/articulos/actualizacion-del-mapa-de-crecimiento-economico-por-estados-al-1er-trimestre-de-2014

Así que no se trata de una cuestión de declaraciones ni de fe. Simple y llanamente, la supuesta bonanza económica de Veracruz es un mito. Y lo saben bien.

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