Día Mundial de las Madres y los Padres

  • Mujeres Que Saben Latín

Estela Casados González /

El 1 de junio fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Mundial de las Madres y los Padres, esto como una manera de reconocer su labor y honrar su trabajo en todo el mundo.

El organismo internacional considera que sobre los hombros de las madres y padres recae la responsabilidad de cuidar, proteger y educar a niñas y niños; a la vez que tienen la obligación de generar un ambiente que, en términos ideales, debe garantizar la felicidad y el buen desarrollo de las mujeres y hombres del mañana. Una tarea que luce heroica hoy en día.

Si bien es cierto que a lo largo de la historia, papás y mamás no las han tenido todas consigo para desarrollar eficazmente su amorosa labor, debemos reconocer que en la segunda década del siglo XXI el panorama que tienen ante sí no es nada halagüeño.

No se trata de los retos intrínsecos al nacimiento de una hija o hijo, o de los bemoles de la crianza. Costumbres y prácticas que dañan el desarrollo integral de niñas y niños se encuentran más vigentes que nunca y en algunos casos cuentan con amplia tolerancia social: pederastia, trata de personas (en donde las y los más pequeños parecen tener gran demanda), rapto de niñas, comercialización de “niñas-novias”, matrimonio infantil, entre otros fenómenos derivados de la violencia global que al paso de las décadas parece incrementarse.

Sumado a ello, las autoridades lucen despreocupadas y, en el mejor de los casos, deficientes para procurar justicia y garantizar un entorno de legalidad que permita a las madres y padres desarrollar de manera eficiente su, de por sí, difícil labor.

A propósito del Día Mundial de las Madres y Padres, otra fecha cobra relevancia esta semana: el jueves 5 de junio se cumplen 5 años del terrible incendio de la Guardería ABC, en donde fallecieron 49 niñas y niños. También hubo 76 infantes que resultaron con graves lesiones y quemaduras. En algunos casos, las secuelas físicas los acompañarán toda la vida, al igual que las secuelas psicológicas. Jamás se recuperarán.

En Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009, el incendio de una bodega contigua a la Guardería ABC alcanzó a la estancia infantil en cuestión de minutos, con los atroces resultados que conocemos.

La guardería funcionaba por el modelo de subrogación por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y hoy en día  no hay ninguna persona bajo proceso judicial por el mal manejo del plantel y la falta de medidas de seguridad que costaron la vida a niñas y niños cuyas edades oscilaban entre los 5 meses y 5 años de edad. 19 funcionarios que presuntamente se encontraban involucrados han sido exonerados.

Mucho se comentó sobre las acusaciones que recaían en personas del funcionariado sonorense y su cercana relación con el entonces gobernador del estado Eduardo Bours Castelo y con el titular del ejecutivo federal Felipe Calderón Hinojosa.

No se ha hecho justicia. Para las mamás y papás que perdieron a sus hijas e hijos en el incendio de la Guardería ABC no hubo nada qué celebrar el pasado 1 de junio. Para ellas y ellos ni celebración, ni justicia, ni reconocimiento.