En los tentáculos del pulpo

  • Aurelio Contreras Moreno

Si hay una relación que retrata de cuerpo entero uno de los aspectos más arcaicos y corruptos del sistema político priista es la de los diferentes gobiernos estatales con los grupos de transportistas.

Por años, la camarilla de dueños de las líneas de autobuses de transporte urbano local y regional, el llamado “pulpo camionero”, se ha erigido amo y señor de sus particulares feudos en Veracruz, imponiendo tarifas, ofreciendo un pésimo servicio, atropellando y matando gente, sin que exista autoridad que ose ponerles una mano encima.

La razón para tal sometimiento del gobierno es que en época electoral los transportistas prestan un valioso “servicio” al régimen, poniendo a su disposición sus unidades para el traslado y “acarreo” de personas a mítines y durante la jornada electoral, así como para publicitar a sus candidatos colocando su propaganda en el chasis de autobuses y taxis.

Por ese motivo, los transportistas son tratados con pinzas y, cuando algo no les parece, sus deseos son órdenes para el gobierno estatal en turno, que les brinda una atención que jamás verá para sí ningún ciudadano de a pie.

Todo ello, a pesar de que varios de esos “zares” del transporte cometan actos ilegales, y de que la mayoría de sus vehículos en circulación sean fuentes contaminantes de verdadero asco, conducidas por cafres que son homicidas en potencia.

Y lo más grave: a pesar de que las concesiones con las que operan y se hacen millonarios los transportistas, sean propiedad del gobierno –y por ende, de toda la ciudadanía–, que con la mano en la cintura podría revocárselas cuando cometen abusos.

Todo lo anterior viene a cuento por el último y lamentable episodio del aumento de las tarifas al servicio de transporte local público en el estado de Veracruz, donde por enésima ocasión, la mafia camionera doblegó y puso en ridículo al Gobierno del Estado.

En medio de las vacaciones por la semana santa, por sus pistolas, sin mediar acuerdo alguno con nadie, las líneas de transporte de pasajeros en varias ciudades del estado aumentaron unilateralmente las tarifas, mientras el gobierno se quedaba como “el chinito”, nomás “milando”.

Ante la protesta generalizada, y en un débil arranque por “hacer valer su autoridad”, el gobernador Javier Duarte de Ochoa salió a decir que no se permitirían aumentos no autorizados a las tarifas, y hasta “amenazó” con retirar concesiones a quienes se fueran por la libre.

Pero no tardó mucho en retractarse. Al día siguiente, circuló en los medios la foto de un sonriente Gobernador flanqueado por líderes transportistas como Mario Olvera de Gasperín, ex director de Tránsito y Transporte del Estado de triste memoria, y por un grupo de supuestos “estudiantes”, dizque representantes de facultades y regiones de la Universidad Veracruzana, todos avalando el madruguete con el que, siempre sí, se “autorizaba” el incremento al pasaje del transporte urbano, uno de los más caros del país, máxime si se compara la calidad del servicio de un estado a otro.

La triste, rupestre y patética simulación del acuerdo con los “agradecidos estudiantes” por el aumento al pasaje del autobús ya tuvo respuesta de otros grupos dentro de la Universidad Veracruzana, quienes rechazan avalar esos entuertos, desconocen a los supuestos “líderes” –particularmente a uno conocido como “La pulga”, cuyo mote revela su estatura y calidad moral– y llaman a manifestarse públicamente en contra de los aumentos, por representar un atentado contra la economía de la población, de por sí depauperada por vivir en un estado en franca quiebra económica como Veracruz.

Mientras todo esto sucede, otras autoridades, las de la Universidad Veracruzana, han guardado un vergonzoso silencio y evitado fijar una posición respecto de la representatividad que uno u otro bando dice tener sobre la comunidad estudiantil, quizás por miedo a comprometer o a dañar la “nueva relación” de la Rectoría de la UV con el gobierno duartista.

Será prácticamente imposible revertir el aumento. Pero lo que sí es muy probable es que se haya dado pie para la creación de un nuevo conflicto social en Veracruz. Y lo que es un hecho es que se alienta desde el gobierno, y se tolera dentro de la Universidad, la resurrección de los grupos porriles al servicio del poder.

He ahí las consecuencias de gobernar de la mano, al estilo y a las órdenes de los mafiosos.

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Twitter: @yeyocontreras

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Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.