En el marco de la tragicomedia en que un gobierno fallido arrastra a la vida política de la entidad, no deja de sorprender el que los aspirantes a la minigubernatura de dos años insistan en orinar fuera del tiesto.
Tras meses de precampaña, los aspirantes inician el proceso de registro formal de sus intenciones sin modificar un ápice la tónica triunfalista y mesiánica con la que han bombardeado a propios y extraños. El yo por delante, fuera de contexto con el que asumen ser los llamados a transformar para bien a una entidad federativa postrada y en constante deterioro en todos los órdenes, habla por sí del carácter triunfalista y sin sustento del discurso
De espaldas a un ominoso horizonte nacional e internacional en el que estancamiento y recesión sistémica es la única luz que se vislumbra al final del túnel, machaconamente reiteran su disposición de salvataje para enderezar el gran entuerto en escasos 18 meses. Yo estoy listo, yo puedo, yo estoy limpio, yo generaré miles de empleos con mejores salarios, yo protegeré a los veracruzanos de la violencia criminal, yo acabaré con corrupción e impunidad, yo aseguraré un futuro pleno de oportunidades para los jóvenes. Yo, yo y sólo yo, y nadie más, es la cantaleta de moda en el proceso electoral en marcha, como si de un solo hombre o mujer dependiera el enderezar el rumbo y retomar el sendero perdido.
En contraste, la realidad real ofrece un panorama distinto. No hay respuesta válida para una crisis sistémica global. El deterioro económico es generalizado en todo el orbe y su tendencia a profundizarse se agudiza. En México el INEGI anuncia recesión y el Banco de México advierte que las posibilidades de crecimiento y rescate del empleo son limitados. El gobierno federal aprieta el cinturón y los recortes al presupuesto son ya pan de cada día, en detrimento de tan optimistas como infundados propósitos y objetivos de un presidente Peña al que el país se le escurre entre los dedos.
Ni a cual ir, tanto quienes aspiran a la gubernatura como los que se apuntan para el relevo de la Legislatura en funciones, cojean del mismo pie. Cual iluminados tenedores de una varita mágica capaz de enderezar al jorobado más contrahecho, pasan por alto que la realidad real les desmiente.
Ni apego al contumaz contexto de una realidad real ni la más mínima idea de lo que siendo deseable es posible realizar en el corto período de transición. Sólo el prurito de convencer con un falso discurso a un electorado potencial que, curándose en salud por principio niega el sufragio a una partidocracia corrupta, voraz e impune que a fin de cuentas, su propósito último es mantener secuestrada a una incipiente democracia representativa.
Hoy precampañas, mañana campañas, para culminar en junio próximo con una elección que por principio para el imaginario colectivo no garantiza nada que no sea más de lo mismo.
Estimados lector@s, si buscan que alguien les cuide, les de empleo, les mejore el salario y les asegure una vida digna, no lo piense mucho, sólo voten deshojando la margarita. Para el caso es lo mismo, con más de lo mismo te gratificará con creces el poder del yoyo.
Hojas que se lleva el viento
Indignante el que texto servidores al servicio del autismo oficial, califiquen a la megamarcha universitaria como fruto de la manipulación político partidista del PAN, orquestada desde las sombras por Miguel Ángel Yunes Linares. Si esta burda maniobra del denostado gobernador fallido estuviera respaldada por algún viso de verdad, su difusión por diversos medios tendría que interpretarse como un flaco servicio al PRI y a sus precandidatos, al exhibir una capacidad de convocatoria y manipulación social de la alianza opositora que está muy lejos de tener. Para el grueso de la sociedad, la maniobra duartista no es otra cosa que una expresión palpable de desprecio ya no sólo a la comunidad universitaria y al respaldo que le diera la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, también a la inteligencia de los veracruzanos. Patadas de ahogado de un pseudo gobernador aferrado con desesperación a un cargo que la sociedad le niega.
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Como reportero laboró en los diarios, “Tiempo” y “El Imparcial de Xalapa”, del que fuera jefe de redacción. Fundando más tarde el boletín diario de noticias “Correo de la Noche” y la revista “Análisis”, en la capital veracruzana.
Se incorporó a la Confederación Nacional Campesina, participando como delegado del CEN en el Plan Chontalpa, Tabasco. En el sector público federal prestó sus servicios como Sub residente de promoción social y económica de la Comisión del Grijalva en el Plan Balancán-Tenosique; Subdelegado de organización de la SRA en Quintana Roo y Yucatán; Supervisor técnico en el sureste del Fideicomiso de Organización y Capacitación campesina del BANRURAL; Jefe de la Unidad de Supervisión y control de la Delegación de la Secretaría de Programación y Presupuesto en Yucatán; Director de Evaluación Regional en la Subsecretaría de Evaluación de la SPP; Gerente del Banco Nacional Pesquero y Portuario para los estados de Yucatán y Quintana Roo; Delegado federal de Pesca en Quintana Roo; Responsable de promoción de proyectos productivos pesqueros, en la Comisión Intersecretarial para la atención de La Chontalpa y Región Lagunar del Estado de Tabasco.
También se desempeñó como Jefe de la Unidad de Supervisión del Comité Promotor de Desarrollo de Yucatán, Director de Fomento Industrial en el gobierno del estado de Yucatán, y como Secretario Estatal de Pesca en el de Quintana Roo.
Retomando el periodismo actualmente edita el Semanario en línea Pulso crítico y como articulista independiente sus colaboraciones se publican en diversos medios digitales en el internet.