Consumado está

  • Manolo Victorio

El enroque, aterciopelado en las formas, legal en el fondo, en la Fiscalía General del Estado de Veracruz, significó el culmen del primer año del transito sexenal de Norma Rocío Nahle García, gobernadora.

Se traduce también en hacer la tarea, no prorrogar para el mañana legislativo lo que se hizo en el día. Una coordinación sincronizada entre el ejecutivo y el legislativo que arrojó un resultado pulcro, sin dilaciones ni medias tintas que dieran pie al «sospechosismo» dentro de la raquítica oposición que aprovecha el pleno legislativo para visibilizar sus estertores en la narrativa parlamentaria.

La larguísima crónica que se reseñó hasta la saciedad, basada en la permanencia de seis años, tres meses y seis días de la abogada Verónica Hernández Giadáns, cuyo estilo declarativo exhibía una sobrada solvencia en la autonomía de la FGE que le permitía —según sus propias declaraciones— permanecer en el periodo legal de 9 años en el encargo, cerró la pinza redaccional este lunes 8 de diciembre.

«Protesté por nueve años y seguimos trabajando con todo un gran equipo», declaró Giadáns con cierto halo de soberbia el lunes 22 de julio del 2024, cuando la prensa le preguntó su permanencia en la FGE en el sexenio de Norma Rocío Nahle García.

Una semana después, el martes 29 de ese julio del 2024, llegó la respuesta, una acotación previa que recortaba el lapso de la fiscal en funciones, de la gobernadora Nahle, quien declaró que «nadie debe estar 9 años en el mismo cargo» en el contexto de la duración de los periodos de los funcionarios públicos, oponiéndose tácitamente, apegada al aforismo de «al buen entendedor, pocas palabras», a la reelección o permanencia prolongada en un mismo puesto, en caso específico la permanencia de la abogada tuxtleca en la FGE..

El comentario resaltó la posición de la gobernadora sobre la necesidad de rotación en los cargos públicos para evitar la acumulación de poder o la perpetuación en la función pública, lo cual es un tema recurrente en la política mexicana.

En la segunda semana de diciembre, la crónica en el enroque de la fiscalía veracruzana llegó a un cierre que se presupuestó desde el 1 de diciembre del 2024, postergado por la atención a otras tareas prioritarias en la gobernanza.

El aterrizaje de la magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre como única propuesta de la gobernadora para el cargo de fiscal para un periodo de cuatro años, con posibilidad de ratificación legislativa, es un claro mensaje de autoridad, pese a que, en el papel, la Fiscalía General del Estado, es un ente autónomo, con presupuesto propio, que en 2026 recibirá 1,980.9 millones de pesos, lo que representa un aumento de 203.4 millones respecto al año anterior.

Las acusaciones de autoritarismo lanzadas desde la esfera de la oposición, de perderán en el limbo de las fiestas decembrinas en los fuegos de artificio legislativo que justifican la dieta de los legisladores de oposición.

Se gobierna con los amigos se dice en los usos y costumbres de la política. Este mandamiento no escrito no ha cambiado. Aplicó en los 36 años del neoliberalismo anterior a la llega de la cuarta transformación y aplica en el segundo piso que construye Morena, solo cambian los actores, la obra es la misma.

Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre es una pieza enrocada por Norma Rocío Nahle García en ánimos de la cooperación, concordancia, colaboración y rey resultados apegados a la aplicación de la ley en la fiscalía veracruzana, comprendida en la prontitud y eficacia en los procedimientos.

Las versiones propaladas de una supuesta cercanía y, por ende, obediencia de la expresidenta del Tribunal Superior de Justicia con Eric Patrocinio Cisneros Burgos solo son cajas chinas armadas a propósito para impedir o ensuciar la llegada de la magistrada con licencia a la Fiscalía General del Estado.

Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre es una posición de la gobernadora.

Y quienes juegan el juego de la política lo saben.

A diferencia de la llegada trompicada de Verónica Hernández Giadáns a la fiscalía veracruzana, el 28 de mayo del 2020, la toma de protesta de Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre se enmarcó en una reforma constitucional donde la mitad más uno de los cabildos salientes, aprobaron que el periodo de función de la nueva fiscal sea por un lapso de cuatro años.

El zurcido legislativo realizado por el maestro rural Esteban Bautista Hernández, líder de la Junta de Coordinación Política en la 67 legislatura se notó en el fondo y en las formas porque enmarcó hasta la despedida de la abogada Giadáns sin el estrés de la persecución judicial que sufrieron sus antecesores en cargo, Jorge Winkler Ortiz fiscal el bienio del yunato y el fiscal duartista Luis Ángel Bravo Contreras, quienes truncaron sus administraciones en la FGE en el escando público y finalmente, en la cárcel.

La LXVII Legislatura completa cierra el año con una votación histórica registrada en el tablero con 40 votos en favor, 5 en contra y 2 abstenciones, en la aprobación del nombramiento de Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre como nueva titular de la Fiscalía General del Estado, luego de que Verónica Hernández Giadáns presentara su renuncia.

El nuevo proceso, inédito, de este nombramiento, salda la deuda pendiente de la gobernadora en la recomposición de su estructura de gobierno, moviendo las piezas que pertenecen a un pasado en el que no se identifica Nahle e imponiendo su propio diseño de gobernanza.

En el mundo antiguo, cuando alguien pagaba una deuda, se escribía la palabra «tetelestai» en el documento, indicando que no quedaba nada pendiente.

Las pasiones en la casilla de la procuración de justicia llegaron a su fin.

«Consumado es» el tema espinoso de la sucesión en la Fiscalía General del Estado.

La recomposición del rumbo sexenal ofrece un escenario más despejado para el año comodín del 2026, donde la gobernadora deberá bordar con delicadeza la relación con los 211 alcaldes y alcaldesas entrantes en la concesión del bien común al que aspiran gobernantes y gobernados.

… de otro costal

La gobernadora Nahle debe analizar en las dos semanas siguientes la agenda de cierre de año y las tomas de protesta de alcaldes y presidentas municipales.

Ya la alcaldesa electa de Xalapa, Daniela Griego Ceballos, confirmó que rendirá protesta a su toma de protesta tempranera (a las 08:00 horas del miércoles 31 de diciembre) en el patio central del palacio municipal de Xalapa, donde espera la acompañe la gobernadora Nahle como testigo de honor.

En la agenda no puede soslayarse la toma de protesta de Rosa María Hernández Espejo, primera mujer en protestar como alcaldesa en el Puerto de Veracruz promovida por Morena.

Imperdible para la gobernadora Nahle esta ceremonia que implica arriar la bandera de la cuatrote en el primer ayuntamiento establecido en tierra firme en América Latina.

La tercera toma de protesta a la que asistirá la gobernadora son Poza Rica, donde la gobernadora debe lanzar el mensaje de la unidad entre el gobierno y el pueblo en las tareas de reconstrucción después de la tragedia y Coatzacoalcos, su tierra adoptiva donde empezará a gobernar Pedro Miguel Rosaldo García, su alfil más cercano.

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