No habrá Maximato

  • Manolo Victorio
Quienes se cuestionan si la cuatrote moviliza, habrá que responderles con un subrayado sí

Quienes se cuestionan si la cuatrote moviliza, habrá que responderles con un subrayado sí.

Todos los partidos políticos en México se formaron en la cultura del acarreo, de la presión social, coyuntural, laboral o política para llenar arenas, estadios, centros de convenciones, auditorios y todo aquel espacio físico que le permita exhibir el músculo a los adversarios que compiten por los mismos espacios de poder.

El arranque de la precampaña de Claudia Sheinbaum Pardo en el World Trade Center de Boca del Río fue la representación de una alegoría roja del pasado; ahora trasmutada al magenta.

La fuerza de los operadores políticos que llegaron con sus huestes al último enclave azul del estado de Veracruz casi revienta la logística del centro de negocios internacionales. Los morenos son tozudos, decididos, entrones, rupestres, estoicos a las inclemencias del tiempo y a los estragos del hambre y la sed; pero no tienen la disciplina vertical, monolítica del priísmo ido.

En términos de observancia general, en el arranque de la precampaña de la corcholata presidencial y de la coordinadora de la 4ª. Transformación en Veracruz, Norma Rocío Nahle García, podría decirse en primera condición periodística que supone la observación de primera mano, que los morenos se pasaron de galleta.

No hubo medias tintas ni en las formas ni en el fondo.

Cumplieron a cabalidad con un acto pletórico, bullicioso, que fue una exhibición de poder.

Las sonrisas de Norma Rocío Nahle García fueron el indicador del éxito.

La efervescencia fue tal que la propia Claudia Sheinbaum Pardo aceptó que podría haber carro completo el primer domingo de junio del año entrante.

Eso fue un mensaje contundente a los opositores, dormidos en los laureles de la indefinición y la pugna por las parcelas de poder en el Frente Amplio por México y Veracruz.

La exhibición de poderío de la militancia magenta fue precisa, concisa y maciza.

Después de las arengas hacia mujeres y hombres que creen y trabajan en la permanencia del Movimiento de Regeneración Nacional por lo menos un sexenio más, vinieron las declaraciones, actitudes, cercanías y lejanías que marcaron la sustancia del arranque de las precampañas morenas.

Algunos concesionarios de radio, directores de canales de televisión y compañeros periodistas fueron convocados al Salón Ulúa 1 para un encuentro de medios con las coordinadoras que no candidatas aún a la presidencia de la república y la gubernatura del estado.

Isaac Hernández y Alfonso Brito coordinaron el encuentro donde la doctora Sheinbaum soltó algunas perlas del momentum político que se vive en el arrancadero de las precampañas, natural entre los vasos comunicantes del poder que diluye por la inercia propia de gobernar y el otro, que se nutre con la denominación patentada por el priísmo, llamada cargada.

No habrá Maximato” respondió con suavidad, pero con firmeza en la voz Claudia Sheinbaum al responder a la circunstancia histórica de la mujer en la política mexicana, empoderada por sus capacidades, esfuerzo y talento; no porque hayan sido sembradas en los abrojos de la política partidista por un padrino poderoso.

Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena secundó la respuesta de su candidata presidencial de facto, al decir que su partido es ejemplo de equidad de género en la repartición de 5 candidaturas a igual número de mujeres que contenderán como cabezas de fórmula en las nueve gubernaturas a renovarse el domingo 2 de junio del 2024, al alimón de la presidencia de la república.

No habrá Maximato, se entiende por el concepto de un alto a la extensión del poder transexenal del hombre de Macuspana, el gran Tlatoani, el Macucón que le entregó un bastón de mando con la cabeza de un águila azteca; pero que se reservó para sí el bastón con la cabeza de Quetzalcóatl como simbolismo en la transición del poder en la cuatrote.

No habrá Maximato.

“El Maximato fue una época dentro de la Historia de México en el que gobernaba Plutarco Elías Calles, quién imponía un presidente el cual él manipulaba a su antojo, dentro de la historia se les dio el sobrenombre de “títeres” o “peleles” en las manos del jefe Máximo”, expuso en un trabajo académico la profesora María Guadalupe Trejo Ruiz, profesora de la preparatoria 3 en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Y remacha en su exposición la profesora: “este periodo termino en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Rio, cuando logro expulsar del país a Plutarco Elías Calles, permitiéndole a Cárdenas comenzar realmente su gobierno, lo que se conoce como un parte aguas histórico”.

No habrá Maximato, dijo la doctora Sheinbaum en el arranque de su precampaña, en Veracruz.

Quien se regodeó con cada respuesta fue Norma Rocío Nahle García. Se mostró cauta, no habló de propuestas, conocedora de los tiempos electorales; pero sí evidenció con sonrisas su beneplácito por el evento armado en honor de la futura candidata presidencial de Morena.

Otro dato importante: sí habrá continuación de las mañaneras como plataforma de comunicación directa con los gobernados, claro, con un sello femenino que, de marca a la gestión de la ex jefa de gobierno de la CDMX, si gana, claro está, el proceso.

No se vio por ningún lado a los coordinadores nacionales.

Adán Augusto López Hernández no se apareció ni en el mitin, ni en el encuentro con medios, donde, por cierto, los coordinadores se asustaron por el portazo que intentó dar la prensa porteña al verse relegados de la invitación al petit comité del Salón Ulúa 1.

“Aquí la flota es brava, no se amilana ante las vallas ni las puertas cerradas” dijo un compañero periodista a los organizadores del encuentro.

Quien anda henchido de orgullo es Manuel Huerta Ladrón de Guevara. Se le vio cerca de Mario Delgado y muy cerca a Rocío Nahle, pese a los entripados en otros grupos morenistas, el ex delegado de Bienestar ya tejió su telaraña en el reparto de las posiciones.

El primer examen en la precampaña veracruzana, fue aprobado por los organizadores morenistas.

2.

Mónica Robles Barajas aprovechó la circunstancia para reportear en el encuentro con medios.

Heredera del emporio periodístico del maestro José Pablo Robles Martínez no desaprovechó la oportunidad de empalmar lo político con el oficio reporteril.

En dos facetas indivisibles preguntó sobre equidad, con el chanfle de muestrearse como aspirante a la fórmula hacia el Senado de la República en mancuerna con Manuel Huerta Ladrón de Guevara.

Nadie se baña dos veces en el mismo río, filosofaría Mónica Robles en el ejercicio de hacerse escuchar, en oportunidad única por Claudia Sheinbaum y Norma Rocío Nahle García.

A esa hora, ya convertida en ex titular de la Secretaría del Trabajo, Dorheny García Cayetano, sufrió un retortijón.

Parte del juego político donde las mujeres también juegan rudo.

Cuitláhuac García Jiménez hizo su labor de contención al replegar los débiles ánimos de la oposición que aún no cuaja candidato.

El gobernador veracruzano respondió a José Francisco Yunes Zorrilla, virtual candidato del Frente Amplio por Veracruz, quien acusó que el proceso electoral en Veracruz será una elección de estado, por el uso de recursos del erario a las campañas morenistas.

Cuitláhuac García dijo que Javier Duarte de Ochoa compró votos con 3 mil millones de pesos, e hizo énfasis a un audio en el que presuntamente Duarte de Ochoa, como gobernador de Veracruz, sobornaría con dinero trasladado en cajas de huevo, en una operación maquilada por Héctor Yunes, Tarek Abdalá y el propio Pepe Yunes.

“Ellos sí compraban votos, hay un audio, en la época en que ellos eran gobierno, en que quien estaba aquí, en mi posición, le dice al partido de donde es Pepe Yunes, nada más que es desmemoriado (…) Yo también quiero ver la capacidad de argumentación de los contendientes, ojalá haya alguien que responda quizá con otros puntos de vista, argumentos a Pepe Yunes. Por cierto, ¿ya se pusieron de acuerdo (PRI)? ¿Él es el que va a ser el candidato?” atizó Cuitláhuac García Jiménez.

Otro clavo más al ataúd de una oposición descabezada.

3.

Quien anda en platicas con Marko Cortés en negociación de una diputación federal de representación proporcional como eufemísticamente se les denomina a los plurinominales, es un senador veracruzano que quiere un pedacito de tela de inmunidad legislativa en la LXVI legislatura federal ante los vientos adversos que soplan en su contra.

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