Saúl Wade: en la austeridad, salarios de lujo

  • Mussio Cárdenas Arellano
Los 40 fans y sus privilegios. Para una, más de 40 mil al mes. La fingida austeridad.

Bajo las cenizas de la austeridad, Saúl Wade construye un sindicato dócil, inflado con dinero público, las prebendas que provienen de la complicidad y la sumisión de sus charros a los que deslumbra con el brillo del oropel.

Son 40, como en las peripecias de Alí Babá, con salarios de lujo unos, beneficios a granel otros, la parentela con disfraz de sindicalistas y hasta una “aviadora” con cargo a la nómina municipal.

Barril sin fondo, el ayuntamiento de Minatitlán da para eso y más. Soporta el saqueo y la simulación, los alardes de austeridad y la permanente violación a la ley.

Saúl Wade, el ex tesorero, el alcalde real desde las sombras, vía su títere, Héctor Damián Cheng Barragán, el alcalde formal,  no sólo controló los dineros y auspició los negocios, los contratos al cuñado cómodo que con siete empresas se adjudicó obras por más de 50 millones de pesos, sino que se entrometió en la vida sindical.

O engañó a la Auditoría Superior de la Federación, desviando u ocultando, malversando 117 millones de pesos provenientes de fondos del gobierno Federal, simulando que las obras estaban en proceso o concluidas, implicando en el engaño a constructores que no arrancaron los trabajos porque no se les pagó el anticipo, según refiere un documento suscrito por el ex director de Obras Públicas, José Luis Benítez Parga.

Saúl Wade, pues, es un enfermo de poder, enfermo terminal.

Su afán por controlar al sindicato que lo enfrentó, lo llevó a conformar una nueva organización, usando incondicionales, familiares, súbditos, “aviadores”. Son sus 40 alfiles, los que a duras penas pudieron constituir el Sindicato de Empleados Municipales de Minatitlán.

Y los conquista con salarios de insulto, equiparables a los de la alta burocracia, incluso a los de un regidor.

Su líder es Baltazar González Mendiola, cuyo salario es ya la envidia de muchos. Y más cuando la circulación en redes sociales de por lo menos 10 recibos de nómina exhibió que los charros sindicales de Saúl Wade cobran bien la complicidad.

Su sueldo base es de 10 mil 500 pesos a la quincena y percibe comisiones de 10 mil 66 pesos más. En la primera quincena de febrero de 2017, junto con el cobro del quinquenio y la cláusula 60, tuvo percepciones por 21 mil 366 pesos. Menos impuestos, se agenció 15 mil 541.40 pesos. Su salario mensual es superior a 30 mil pesos.

Se trata de un personaje clave en el proyecto de Saúl Wade. Labora en la Dirección de Catastro, donde l’enfant terrible fue director en los tiempos de Guadalupe Porras David al frente del ayuntamiento y desde ahí conoció qué terrenos presentan rezago en el pago del impuesto predial, qué áreas son susceptibles de agenciarse ante la ausencia total de sus dueños.

Otro es Freddy Alonso Piña, ficha 2744, secretario de Previsión Social en el SEMM, adscrito a la Secretaría del ayuntamiento. Su salario es de 10 mil 366 pesos, menos deducciones, queda en 8 mil 200 por quincena, unos 16 mil pesos al mes.

Lo de José Luis Oyoyola Hernández, ficha 0171, encargado de Mantenimiento al Edificio Municipal, secretario de Relaciones Exteriores en el SEMM, es de escándalo. Su salario es de 11 mil 700 a la quincena, algo así como 23 mil 400 pesos al mes.

Al “chofer y tesorero” de Saúl Wade, Vicente Rosado Jiménez, le va bien. Según su recibo de nómina, con ficha 5493, gana 10 mil 340.28 pesos por quincena, más de 20 mil pesos mensuales.

Karla Elena Ortega Gálvez, según una acotación que aparece en su recibo de nómina, es “aviadora”. Con la ficha número 5489, tiene percepciones de 7 mil 225 pesos, menos deducciones, recibe 5 mil 395.40 pesos por quincena. Nada mal para quien sólo aterriza y pega el vuelo los 15 y 30 de cada mes.

Roberto Carlos Méndez Solano es identificado como “encargado del desvío de recursos del erario público a las cuentas de Saúl Wade”. Con la ficha 1731, en aquella quincena de febrero de 2017, cobró 16 mil 173 pesos, incluidos 8 mil 584.05 pesos por concepto de vacaciones. En el SEMM está instalado en la Comisión de Hacienda.

Otro señalado es Gonzalo Guzmán Álvarez, a quien se le identifica como “mano derecha y saqueador de materiales de su protector, el ingeniero Jorge Montoya Andrade, director de Alumbrado Público.

Tiene percepciones por 7 mil 437.20 pesos a la quincena. Su ficha es la 2815, adscrito a Mantenimiento de Edificio.

Elia Teresa Rodríguez Martínez, ficha 1713, empleada de Registro civil, percibe 9 mil 154 pesos a la quincena. En el SEMM ocupa la cartera de Secretaria de Acción Social y Capacitación.

El resto del “sindicato” lo conforman:

Adalberto Camargo Zárate, Alcira Morales Olán, Alejandro Méndez Romero, Baltazar González Mendiola, Carlos Alberto Romero Hernández, César Augusto Hernández Pizano, Darmis Ayesha Ríos Domínguez, Edgard Carmona Alvarado, Eduardo Fuentes Díaz, Elia Teresa Rodríguez Martínez, Elvia Pérez Arias, Enedina del Carmen Pérez Avila, Erick Fabián Chang Domínguez, Evaristo Romero Hernández, Felipe Hernández Villalobos, Florentino Pineda López, Francisco Javier Parra Ordaz, Freddy Alonso Piña, Gelda Paola Rodríguez Rueda, Gerardo Vázquez López, Gonzalo Guzmán Álvarez, Héctor Espinosa Medellín, Hugo Enrique Esparza Tiburcio, Jesús de Jesús Torres, José Luis Oyoyola Hernández, Julio César Escobar García, Julio César García Vázquez, Karla Elena Ortega Gálvez, Marco Antonio Rousseau Sánchez, Marco Antonio Zapata Martínez, Maria Esther Bolaños Guillén, Melita de los Ángeles Franco Alor, Paola Fernanda Pinto Oyoyola, Pedro Sánchez Villalobos, Roberto Carlos Méndez Solano, Vania Silva Barraza, Vianey Luciano Zárate, Vicente Rosado Jiménez, Williams de Jesús López Martínez, Yeniza Cabrera Gómez.

Eso sí, el alcalde irreal de Minatitlán, Héctor Cheng no deja de reiterar que su gobierno —en realidad el ayuntamiento es propiedad de de Saúl Wade— es de austeridad.

Así lo planteó cuando el ex gobernador Javier Duarte retuvo las participaciones federales y generó un colapso por la falta de recursos para iniciar obras o para saldar pendientes. O ante el cierre de la administración municipal.

TítereCheng tiene una misión: sanear las finanzas y apretar donde haya derroche.

Su cuento lo cree sólo TítereCheng.

“Se tendrá que hacer un ajuste del personal de confianza, así como del gasto corriente tanto en el edificio del Palacio Municipal como en las oficinas que se rentan a un alto costo en la colonia Nueva Mina”, dijo a ANS Multimedios.

Prometía que en agosto pasado habría recorte de personal, que no quedaría una sola obra inconclusa. Y del tema del bono navideño a ediles, advertía que “la situación no está para dar esta canonjía a los ediles”.

Su bandera es la austeridad.

Y su falacia también.

Bajo sus cenizas, sin embargo, Saúl Wade, su amo, compra empleados, les duplica salarios, los hace renunciar al Sindicato Único de Empleados Municipales, donde también huele a drenaje, donde sus líderes detentan salarios exorbitantes y de atraco, por lo que su dirigencia fue echada del ayuntamiento al serle rescindidos sus contratos por la inclusión de empleados fantasmas.

Y lo paga la nómina del ayuntamiento de Minatitlán.

Sus charros cobran bien. Se venden mejor.

Es la falsa austeridad.

Es la austeridad fingida con salarios de insulto.

Archivo muerto

Oficialmente, la violencia en el sur es terrible. Son más los ejecutados que los delitos del orden común. Del 30 de septiembre al 6 de octubre disminuyó un 5 por ciento la incidencia delictiva en relación con los 10 delitos de mayor impacto. “Se mantiene alto el número de ejecuciones —admite el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares—. Supera ya el número de delitos del orden común, es un porcentaje alto de ejecuciones. Sin embargo, en delitos que afectan a los ciudadanos en patrimonio, en su vida, en su integridad física, está disminución permanece”. Reina el secuestro, los ejecutados, los que por algo siguen cayendo de tres en tres; los que tiñen las calles con su sangre y los que son hallados en el interior de su hogar, rompiendo patrones y modus operandi, habituados al que es alcanzado en la vía pública y ahí recibe metralla y hasta tiro de gracia. 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A ver: o los matan los sicarios del crimen organizado o los matan sus rivales por el control del personal que trabajará en las nuevas obras, o por uno que otro contrato bajo el agua. O sea, dos móviles para un solo muerto. Se engalla Marjorie Oropeza y revela que en otras partes de Veracruz hay quienes contrataron grupos armados para enfrentar a los malosos. ¿Guardias blancas? ¿Paramilitares? ¿Grupos de ejecución? Y luego vuelve a llorar. Ajá. De ser así, que le tome declaración la PGR por ser asunto de índole federal. Quienes conocen a Marjorie saben que no se quiebra, que es literalmente de armas tomar, empuñada la pistola más de una vez, presumiendo que hermanos y hermana trabajan en la AFI de la PGR, más drásticos que ella, uno de ellos pregonando que “dónde está porque me lo voy a quebrar”. ¿A quién pretende implicar en el crimen de Samuel Calderón? ¿A otros cetemistas que disputan las obras de la Zona Económica Especial? ¿A Carlos Vasconcelos, el líder de la CTM regional con el que Marjorie mantiene una abierta disputa, una disputa literalmente a muerte, que en su momento conoció el extinto líder nacional de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, y no la fumó? Llora Marjorie y también le falla la memoria. Olvida sus arengas contra Samuel Calderón, sus denuncias, sus provocaciones, de las que por supuesto hay evidencia, crónicas, notas y videos. Y ahora llora por su ejecución… Sus dos libros de cabecera: La Historia del Loco y Un Final Perfecto, de Katzenbach. Su víctima: la mujer a la que le juró amor hasta el final de sus días. Su perfil: político de altibajos, intermitente, candidato a todo y perdedor en todas, a excepción de un cargo de elección popular con el que se enriqueció. Maloso él, se mueve entre malosos a sueldo, los que asedian a la señora y la intentan levantar, los que la encaran y velan las armas, los que la encañonan y amagan con disparar. Son los malosos y el político que les paga por matar. ¿Qué persigue el “loco”? Un negocio y el hogar conyugal donde pretende llevar a su nuevo amor. Si supiera que su historia se documenta ya. Sí, hablo de ti…

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