¡Cállense, no me dejan escribir!

  • Alma Espinosa
¿Cuántas veces mi ruido ha impedido a alguien más pensar, concentrarse y escribir?

Pensaba titular esta columna El silencio como herramienta de la escritura, pero era muy tibia y no reflejaba la desesperación de no poder escribir con tanto ruido en el entorno. Entonces, le puse el enunciado desesperado que pronuncio desde hace unos días a causa de una mini feria ubicada en un área verde cercana a casa.

A la música guapachosa de la feria se une el carrito de los tamales que trae música y anuncia la gran variedad de sabores. Pa’colmo, un vochito anda dando vueltas con una canción famosona, pero con la letra cambiada, justo para convencerme de votar por un candidato. Pobres ilusos.

¿Qué difícil siquiera pensar qué escribir cuando debo batallar con mi mente y evitar el mal humor por la desesperación que causa la música? Respiro y trato de escribir moviendo los hombros al son de las rolitas, que la música le ponga ritmo a lo que escribo, pero como que no funciona.

Luego, trato de recordar cómo podía escribir o concentrarme en la escuela, donde había ruido. O hacer la tarea cuando en casa estaba la tele prendida o el radio daba las noticias y recomendaba las vías alternas para evitar los embotellamientos.

También pienso en la gran cantidad de distractores y tareas que nos ponemos diariamente y que nos impiden hacer una pausa para pensar lo que debemos escribir. Quedarse un rato en silencio y pensar. En lo que sea, solo pensar. ¿Qué tan seguido nos detenemos a pensar y a escribir?

La música sube de volumen y creo que es tiempo de preguntarme, ¿cuántas veces mi ruido ha impedido a alguien más pensar, concentrarse y escribir? Espero que no muchas y a partir de ahora seré más consciente. Ojalá que todos lo fuéramos. Esta columna se despide en medio de la música que de tropical saltó a la banda y ya anda por las rancheras dolidas. 

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Alma Espinosa

Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.

Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.

Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.