Volver a los cuentos de hadas

  • Alma Espinosa
Los libros de literatura infantil y juvenil tienen su origen en los cuentos de hadas.

Los libros de literatura infantil y juvenil tienen su origen en los cuentos de hadas y de éstos debemos echar mano para formar a las nuevas generaciones de lectores. Esta fue la gran coincidencia de escritores, ilustradores y editores que participaron en el Tercer Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil, CILELIJ, organizado por la Fundación SM.

Actualmente no solo tenemos libros maravillosos, sino encuentros como el CILELIJ que permite hacer un alto para reflexionar sobre cómo se ha transformado la literatura infantil y juvenil, mejor conocida como LIJ, y lo necesario que es no perder de vista los cuentos de hadas que contribuyen a formar la personalidad de los niños, a orientarlos en las decisiones que deberán tomar y a distinguir el bien del mal.

Bajo los temas lo testimonial, lo fantástico y lo simbólico, los conferencistas magistrales del Congreso: Juan Villoro, Ana María Machado y José María Merino, así como los panelistas destacaron precisamente la trascendencia de inventar y leer historias, pues de esta forma entendemos el mundo. La ficción es el instrumento para saber lo que somos.

Una de las escritoras prolíficas en LIJ es Verónica Murguía, para quien lo fantástico nos provoca regresar a la infancia y a la vez nos guía. Para otro de los asistentes al CILELIJ, Triunfo Arciniegas, escritor colombiano, la literatura fantástica nos complementa.

Sobre literatura propiamente juvenil, coincido con la escritora argentina Sandra Comino al asegurar que no es preocupante que los adolescentes y jóvenes no conozcan a los autores clásicos; lo verdaderamente aterrador es que los adultos, en concreto los docentes, no conozcan ni hayan leído a los clásicos.

Hizo un llamado para fijarnos en los intereses de los adolescentes y jóvenes, pues es ahí donde podemos incidir, por donde “les podemos llegar”. No importa que el personaje de la historia no sea de la misma edad, ni que la editorial lo haya clasificado como juvenil, lo realmente trascendente es que el texto tenga valor literario y obligue al lector a hacerse preguntas.

Hasta hace poco más de 30 años la literatura infantil y juvenil cobró relevancia en el mundo editorial. Antes de eso prácticamente no se editaban libros con características específicas para niños y adolescentes, y los que publicaban solo seguían los mismos patrones comerciales; es decir, sin calidad, sin historias y de fácil acceso en las tiendas departamentales, junto a los útiles escolares y los juguetes.

Afortunadamente editoriales como Fondo de Cultura Económica, El Naranjo, CIDCLI, Alfaguara, Ediciones Tecolote, Océano, Sexto Piso, Zorro Rojo, Petra Ediciones y, desde luego, SM se arriesgaron a publicar textos con historias maravillosas e ilustraciones inmejorables que debemos poner al alcance de nuestros niños y jóvenes. 

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Alma Espinosa

Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.

Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.

Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.