¿Alerta?

  • Mujeres Que Saben Latín

Por Estela Casados González

Han pasado más de trece meses desde que se hizo la solicitud de Alerta de Violencia de Género para el estado de Veracruz ante autoridades federales. Después de 228 asesinatos de mujeres (acontecidos entre 2015 y 2016), nos encontramos esperando la resolución final de la Secretaría de Gobernación.

A decir del propio Miguel Ángel Osorio Chong, la Alerta es un mecanismo que poco resuelve el tema de los feminicidios, pero que debe echarse a andar ya que puede constituirse en una palanca que permita, a largo plazo, la resolución parcial de este flagelo.

Es ingenuo pensar que al decretar la Alerta se detendría automáticamente la oleada de asesinatos. Particularmente, 2016 ha sido un año sumamente violento en materia de agresiones a mujeres. Al menos setenta han perdido la vida de junio a la fecha.

Ante este panorama no podemos perder de vista lo que ha acontecido en los estados de la República mexicana en donde se ha decretado la Alerta; en uno de ellos a solicitud expresa de un gobernador.

Gobierno federal establece la Alerta, pero no otorga presupuesto que permita la buena ejecución del mecanismo. No hay reglamento o ley que le obligue a hacerlo. Tampoco hay un ordenamiento para el gobierno local que le obligue a designar una partida presupuestal específica para abatir el problema y cumplir cabalmente con lo mandatado por la federación.

Esto es preocupante. Luce como burla para aquellas que han perdido la vida de manera violenta porque sus victimarios pueden segar impunemente la vida de una mujer. Una burla para la población que paga sus impuestos, los cuales son utilizados para la atención y ejecución de acciones encaminadas a decretar la Alerta. Una burla para quienes hemos invertido tiempo y trabajo en la realización de dicha solicitud.

Si el día de mañana se decretara la Alerta de Violencia de Género para el estado de Veracruz, lo cierto es que ésta se desarrollaría en un escenario incierto: con un gobernador interino que se ha caracterizado, entre otras cosas, por su nulo interés y respeto a los derechos humanos de las mujeres; en un proceso de transición partidista que llevaría a la reestructuración de las principales puestos de decisión, entre ellos, los que están relacionados con la atención hacia la población femenina de la entidad.

Por ejemplo, la renovación de la titular del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM). El Ejecutivo estatal (Ríos Alvarado, si es que el proceso se da en noviembre; Yunes Linares, si esto sucede en diciembre) deberá de elegir a una veracruzana con el perfil y características que señala la ley.

Sí, otra vez: un hombre elige quién será la directora del IVM.

El escenario en donde se establecerá la Alerta es de suyo complejo, aún más si observamos que la ciudadanía en general considera que éste es un “tema de mujeres” que deben de resolver los grupos feministas o aquellos que trabajan a favor de los derechos humanos.

Ya veremos en las siguientes semanas cómo se desarrolla la situación a partir de la implementación de este mecanismo.