Génesis, Octavio, Alan, Leo: cuando la muerte acecha

  • Mussio Cárdenas Arellano

De un hilo pende la vida de Génesis, y la de Octavio, y la de Alan, y la de Leo, los cuatro jóvenes levantados en Veracruz-Boca del Río, sustraídos por la fuerza, borrados del mundo visible, sobre los que la muerte acecha.

Maniobra el C-4, el centro de información del gobierno de Veracruz. Se agazapa la Fiscalía. Ocultan ambos pistas clave para desentrañar el caso, los rostros y los rasgos, la identidad de los plagiarios, el modus operandi, el número de un taxi implicado en el plagio.

Una semana después, todo es incierto. Nada avanza, ni las acciones de la Fiscalía de Veracruz —evasivo el fiscal Luis Ángel Bravo— ni la voluntad para dar con ellos.

Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, Octavio García Baruch, Alan Arroyo Prado y Leo Arano fueron plagiados el 29 de septiembre en la conurbación Veracruz-Boca del Río. Presuntamente levantaron a tres de ellos al abordar un taxi, y al cuarto joven lo persiguieron sobre la avenida Salvador Díaz Mirón en el puerto y se lo llevaron. Otra versión sostiene que los sacaron de un domicilio.

Su caso atiza la debacle duartista, los pasos perdidos del gobernador Javier Duarte, la inseguridad que campea en Veracruz, la impunidad de los cárteles.

Describe el caos de la violencia, el riesgo que enfrenta la juventud y la muerte que ronda sus vidas.

Una semana después sólo hay incógnitas, sin avances ni pistas, sin rumbo y sin brújula la investigación.

Vuelve a las andadas el fiscal. Y el C-4. Niegan videos a los familiares de los jóvenes levantados, ahí los indicios, la pista que pudiera explicar qué sucedió.

De nueve videos, sólo uno aportó el Centro de Control, Comando y Comunicaciones del gobierno de Veracruz, mejor abreviado como C-4.

Lo expone Edgar Urrutia, padre de Génesis Deyanira, en su lucha infinita por dar con el paradero de su hija.

Un solo video y no sirve. Por su orientación, “no permite ver el momento del ataque”.

Hay un punto clave en la pesquisa: un testigo anónimo, temeroso y cauto, sostiene cómo fue levantado uno de los jóvenes, la persecución en avenida Díaz Mirón, en el puerto de Veracruz, correteado por dos individuos armados con el apoyo de un taxi.

¿Qué pretende el C-4, el fiscal Bravo Contreras, el gobernador Javier Duarte? ¿Acaso el empeño por ocultar rostros, rasgos, pistas, el número del taxi, las placas del vehículo?

Son clave los videos y no los suelta el gobierno duartista. Y es que “ahí está las características físicas de los perseguidores, así como el número económico y placas del taxi”.

Se lava las manos “Culín”, alias el fiscal Luis Ángel Bravo, deslizándose hacia la salida del caso, dejando todo en manos de la Procuraduría General de la República porque hay —sostiene— vinculación con el crimen organizado. Así, la PGR podría atraer el caso.

Lo dice en un boletín. Afirma que ya solicitó la intervención de la PGR “pues existen pistas que indican la presencia de algún grupo del crimen organizado en el caso”.

E insiste Bravo Contreras en que secuestro no es. No piden dinero a cambio de sus vidas, y entonces secuestro no es.

“De acuerdo con los indicios localizados, el fiscal investigador hará el desglose correspondiente a la Procuraduría General de la República (PGR) por existir elementos posiblemente vinculados con delincuencia organizada”, señala el comunicado.

Y así evade el caso. Y ya no protagoniza. No se apropia del atril, las cámaras sobre él, los reflectores sobre él, los micrófonos sobre él. Esta vez no.

Por algo quiere lejos, fuera de la Fiscalía, el levantón de Génesis, Octavio, Alan y Leo. Lo turna a la PGR porque no es secuestro, enfatiza, y allá que los fiscales federales desentrañen el misterio, los traigan con bien, o los hallen como sea, y den con los culpables o no los atrapen nunca.

Otro enfoque tiene el Colectivo Solecito sobre la suerte de los jóvenes y el escenario en que se mueve la juventud en Veracruz. Su visión es profunda, dramática, porque los sienten como suyos, porque su razón de ser es la búsqueda de sus familiares, la mayoría jóvenes, que un día sufrieron el levantón y no se les volvió a ver.

Lo expone el blog Expediente.MX bajo la firma del periodista Miguel Ángel León Carmona:

“En Veracruz no se tiene derecho a ser joven. Ya no pueden divertirse, tener una vida social o incluso a cometer errores. ¿Qué experiencias van a contar los muchachos en su futuro?, ¿que estuvieron encerrados porque la inseguridad no los dejó salir?, ¿que a sus amigos se los llevaron?

“Opina Lucía Díaz Henao, líder del colectivo Solecito Veracruz, sobre el secuestro de  los jóvenes Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, Octavio García Baruch y Leobardo Arroyo Arano (luego se sabría que Leo Arano es uno y Alan Arroyo Prado es otro), de quienes sus vidas penden del hilo de justicia de la Fiscalía General del Estado. Al día de hoy, se cumplen 144 horas sin noticias de los estudiantes veracruzanos.

“Para la madre de Guillermo Lagunes Díaz, desaparecido desde el 28 de junio de 2013, la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, ha dejado de ser un recinto para las letras y la superación profesional, se trata más bien, ‘de un lugar atroz para los estudiantes donde los derechos humanos escasean’.

“La buscadora de fosas clandestinas aprovecha la entrevista para dirigirse al gobernador Javier Duarte de Ochoa y el Fiscal General, Luis Ángel Bravo Contreras: ‘Ellos, en el caso de estos tres chicos, como en el de tantos otros, son culpables por su silencio, por su insensibilidad. Ellos no provén la seguridad y peor aún, se olvidan de rendirnos cuentas’.

“A la madre se le exponen los casos de los tres estudiantes desaparecidos y de inmediato se solidariza con los hechos, pues a su hijo Guillermo Lagunes Díaz, lo secuestraron hace tres años, cuando se perfilaba como el DJ más famoso del Golfo de México.

“Primero, Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, de 22 años, una estudiante que combina sus estudios, enfilados al periodismo, con el mayor de sus pasatiempos, las pasarelas. “Como alumna de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, fue seleccionada en 2015 por la Dirección General de Relaciones Internacionales de la Universidad Veracruzana para estudiar un semestre, en la Universidad Particular de Loja, en Ecuador.

“Sobre Leobardo Arroyo Arano, uno de sus compañeros que temeroso pide el anonimato, lo refiere como ‘un chavo súper tranquilo, un tanto inocente de vez en cuando. Pero era un buen cuate. Cada que me lo encontraba en la calle no dudaba en sacarme una sonrisa con cualquiera de sus babosadas’.

“ ‘No te niego que vivía en su mundo, porque detrás de todas las carcajadas ocultaba un Leo misterioso, un Leo al que pocas personas entendían de vez en cuando’ son las referencias sobre el estudiante de Contaduría de la UV, próximo a titularse.

“Por último, Octavio García Baruch, quien de acuerdo con registros en medios sureños fue detenido en el año de 2012 con una banda de jóvenes secuestradores. “Presuntamente, les fue decomisado, 191 unidades de crack y 341 unidades de cocaína, así como un arma de fuego modelo HKMP–5, calibre 9 milímetros, propiedad de la dirección general de la Policía Municipal de Acayucan.

“Aunado a lo anterior, el 12 de octubre del 2015, el hermano del hoy desaparecido, también fue privado de su libertad en el Fraccionamiento Floresta, Veracruz. Desde entonces ha pasado casi un año y su paradero sigue siendo incierto.

“ ‘¿Qué tipo de estado es éste?, acaso los jóvenes ya no pueden divertirse como las personas de su edad, no están exentos de cometer errores, tampoco pueden sacar buenas calificaciones, preparase para servir a la sociedad. ¿Por qué ahora su libertad está en un peligro latente?’ se cuestiona la Lucía Díaz Henao.

“ ‘Yo hago un llamado a Veracruz, ¿realmente en este estado queremos vivir?, donde abundan las fosas clandestinas, los asesinatos, las tomas ilegales de combustible, donde te secuestran hasta de una iglesia mientras asistes a la confirmación de tu hijo’, refiere la también buscadora de fosas en el estado.

“ ‘No hay otra manera que ejercer presión. Los actores políticos piensan que viven en una isla y nada pasa. Pero la situación para la juventud en Veracruz es inaudita, sus padres los mandan a una zona estudiantil, en pro del éxito y que les suceda esto. Es una atrocidad espantosa’, sentencia Lucía de los Ángeles  Henao, buscadora de almas secuestradas en las tierras Javier Duarte de Ochoa”.

Maniobra el C-4. Se evade el fiscal. Ocultan videos que contienen la trama del plagio. Guardan rasgos y rostros, el número y placa del taxi que participó en el levantón. ¿Por qué?

Pende de un hilo la vida de Génesis, Octavio, Alan y Leo. Y el duartismo abandona la investigación.

Una semana y lo único cierto es que no hay nada.

Archivo muerto

Fuera de sí, Saúl Wade León embiste con más hígado que seso. Despide el alcalde real de Minatitlán —su cargo formal es tesorero, pero sólo él manda— a la dirigencia sindical en pleno de los empleados municipales por no dejarse someter, por no prestarse a sus trapacerías. Lo ayuda el síndico Martín Gracia, que de leyes sabe lo que Benito Juárez tenía de astronauta, cosechando derrotas legales y acumulando desprestigio. En enero, ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje promovieron una reducción de salarios frente a las descomunales deudas que acumula el ayuntamiento de Minatitlán. El 26 de octubre habrá audiencia, donde será ratificada la demanda y el niño terrible de los Wade no sabe qué hacer y de que la pierde, la pierde. Y en esas andan, uno presionando y los líderes sindicales resistiendo las presiones, cuando un sobrino del líder sindical, Andrés Santos Escandón, fue secuestrado, el 20 de septiembre, cerca de su casa, en la colonia Insurgentes. Su nombre, Víctor Mena Santos, quien apareció el sábado 1 de octubre visiblemente golpeado. ¿Casual? Algo peor se espera de aquí al 26 de octubre cuando se enfrentará Saúl Wade y el alcalde marioneta, Héctor Cheng Barragán, a otra demanda, la del despido injustificado de toda la directiva sindical, incluidos los delegados. Y sigue su curso la investigación contra Saúl Wade —l’enfant terrible— por el engaño a la Auditoría Superior de la Federación al simular que invirtió 117 millones de pesos de origen federal en obras, rebasando los tiempos que marca la ley, usando a las empresas constructoras para el timo, prestándose a la farsa con facturas por estimaciones de obra no realizada e incurriendo en un fraude descomunal, según consta en revelador oficio del ex director de Obras Públicas, José Luis Benítez Parga… Sigue la limpia. Hallan dos cadáveres, el de Julio César Rodríguez Briones y su escolta, en el camino que comunica los ejidos Guillermo Prieto y Francisco Villa. Le imputan ser el causante de la ola de secuestros y asesinatos que llenó de sangre al sur de Veracruz. Sobre un charco de sangre, yacía el cuerpo de Rodríguez Briones, alias El Caballero o La Moto, y en su pecho, clavado con un picahielo, un narcomensaje: “Ahí está su mando ‘El Cabayero’, boi por ustedes Mayo, El Malo, Beji, cuídese cmte (comandante) de la AVI (Agencia Veracruzana de Investigaciones), sus 35 varos no les van a servir y tu también Baizabal para que los sigas patrocinando en los secuestros, cuídate Paulino voy por ti”. Ambos cuerpos presentaban tiro de gracia. Rodríguez Briones estuvo en el penal federal de Villa Aldama desde 2012, sentenciado por acopio de armas. Salió en abril y se convirtió en jefe de plaza de una célula criminal. Su signo fue la saña conque trataba a sus víctimas.  En Acayucan, horas después, apareció el cadáver de Victoria del Carmen Corzo Morales, madame que regentaba bares, cantinas y otros giros negros en Minatitlán. Fue plagiada en un supuesto retén en la carretera 180. Fue golpeada, torturada y murió por asfixia… Y como aquí se apuntó, alguien doblegó a la Comisión Federal de Electricidad que tras el conflicto con el ayuntamiento de Coatzacoalcos por el corte del suministro de energía eléctrica, derivado de un adeudo de 19 millones de pesos, terminó bajándose la trusa al expresar que privilegia el diálogo. De aquel virulento documento en que advertía que denunciaría al ayuntamiento joaquinista por “robo de energía eléctrica, en contra de la riqueza nacional y extorsión”, pasó a la tersura de la diplomacia, buscando una salida negociada. De risa…

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