Fosas clandestinas: el momento crítico de Veracruz

  • Mussio Cárdenas Arellano

Son insensibles y tozudos. Son —políticos y empresarios— indiferentes, ajenos a la tragedia de la desaparición, a las fosas clandestinas, al hallazgo de cuerpos, a la incapacidad del Servicio Médico Forense, insuficiente para refrigerar restos.

Son ajenos al momento crucial de Veracruz, a su momento crítico, al Estado fallido, al Estado que permite que la muerte reine, confirmada la profecía Solalinde que advertía que el suelo nuestro es un camposanto clandestino, el cementerio ilegal del crimen organizado.

Con su alma, con sus fuerzas, las y los activistas con todo buscan en la tierra. Hurgan y excavan. Y hallan tantos cuerpos que no hay Servicio Médico Forense que se dé abasto, el de puerto de Veracruz rebasado, superado.

Con su fuerza moral avanza el Colectivo Solecito en su lucha por hallar los restos mortales de cientos de desaparecidos, quizá miles, hoy en Colinas de Santa Fe, luego en el norte, el centro o el sur de Veracruz.

Avanza solo el colectivo, a contracorriente de la Fiscalía General de Veracruz, a contrapelo de Culín, alias el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, que si por él fuera le habría arrojado otra capa de tierra a los muertos clandestinos.

Ya no se sabe cuántas fosas son. No se sabe si son las 90 de que se habló o de las 38 que sostiene Solecito, pero lo que hay son restos mortales que la Fiscalía duartista se negó a explorar.

Hallan restos y saben que habrá más. Han hurgado en 17 fosas. Han encontrado 54 cuerpos. Y el Semefo de Veracruz se declara insuficiente.

Se habilitó un trailer y se le refrigeró pero será insuficiente para lo que está por venir. El Semefo ya está saturado.

“Periciales ya no tiene lugar para depositar a más nadie ya. Ellos consiguieron un trailer y lo refrigeraron y ahí están guardando los cuerpos que están sacando ahora”, dice la presidenta del Colectivo Solecito, Lucía de los Ángeles Díaz Genao.

Avanzan a paso lento. Se requiere otro trailer para darle cabida a los cuerpos que siguen hallando. Y no lo tienen.

Así lo expone al portal Plumas Libres:

“Díaz Genao dijo que la Policía Científica tiene una lista de espera de cuerpos para hacer la identificación con muestras de ADN, por lo que el proceso con los de Colinas de Santa Fe podría tardar cerca de tres meses.

“La integrante del Colectivo Solecito de Veracruz afirmó que hasta el momento han buscado en menos de una hectárea del predio conformado por cerca de 10 hectáreas.

“Las madres reclamaron que requieren apoyo de las autoridades y de la sociedad civil, puesto que están gastando cerca de 10 mil pesos a la semana.

“Díaz Genao comentó que la Fiscalía General del Estado únicamente les proporciona un refrigerio, a pesar de que requieren muchos recursos para componer y comprar el equipo como las varillas y los excavadores además de comida, agua, entre otras.

“ ‘Las varillas se han roto continuamente, esa varilla  no la venden en las tiendas, hay que mandarlas a hacer (…) cavahoyos hay que mandarlas a arreglar, 10 mil pesos semanales que hemos estado erogando de nuestros propios ahorros que teníamos’. sentenció”.

Otros medios ignoran o suavizan las palabras de la presidenta del Colectivo Solecito. Refieren lo que implica la búsqueda, el apoyo de la Fiscalía, un sutil reclamo a las autoridades y a la sociedad civil para proseguir su labor hasta dar con los restos de más desaparecidos. Pero no dicen todo o no publican nada.

Un video, sin embargo, descompone el cuadro oficialista. En él se ve a Lucía de los Ángeles Díaz Genao hablar con vehemencia, airada, justificadamente indignada ante la pasividad oficial, la falta de compromiso del ciudadano, del empresario, del actor de la vida pública frente al hallazgo de cuerpos en fosas clandestinas.

Dice:

“Es decepcionante la actitud de los actores principales de Veracruz. Ellos no han volteado a ver la tragedia gigantesca. Han actuado de manera contumaz tozuda”.

Agrega:

“Cuando una situación como esta está golpeando una ciudad donde tú vives, no puedes voltear la cara. Es algo que está sucediendo donde tú pernoctas, donde tú vives, donde tu familia se está criando”.

Se cuestiona y los cuestiona:

“¿Cómo puedes ser ciego a algo como esto? ¿Cómo puedes no estar apoyando, de la manera que puedas, sensiblemente en lo que puedas con esta causa? ¿Cómo puedes… con esta causa de una tragedia tan gigantesca? ¿Cómo puede el empresariado, los actores políticos, cómo pueden ser tan indiferentes, tan insensibles a lo que está sucediendo en Veracruz?”.

Y concluye:

“Es algo que va a pasar a la historia como el momento crítico veracruzano, donde las autoridades, donde los actores principales, donde los empresarios, todos, se negaron a entender”.

Hurga Solecito en la tierra que le duele al fiscal Bravo Contreras. Como si supiera —¿o si lo sabe?—, “Culín” ha sido reacio a las excavaciones del colectivo. Lo descompone la sola posibilidad de que se confirme el vaticinio del sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, el defensor de los migrantes, el responsable de la Pastoral de Movilidad Humana en el Pacífico Sur.

Fusculín negó que los integrantes del Colectivo Solecito portaran teléfonos celulares durante las excavaciones. Podían alterar el escenario. Podían modificar obstruir la acción de la justicia. Qué imbecilidad.

No. Más bien podrían ser evidencia contundente del maridaje duartismo-crimen organizado, de la indiferencia del gobernador ante las acciones de los capos de la droga, del silencio de un régimen ante los métodos de exterminio de quienes actúan fuera de la ley, incluido el mutismo de un sector de la policía veracruzana.

Ni celulares ni prensa permitió Fisculín en las excavaciones del Colectivo Solecito porque cada cuerpo, cada resto humano, es evidencia de que el mal cogobierna con Javier Duarte, solapando todo el engendro del fidelismo.

Colectivo Solecito lo desafió cuando entró a contrapelo del fiscal, no a ciegas sino con la luz que le arrojaron los “mapas anónimos” aportados por ciudadanos sin rostro y sin nombre que sabían —y saben— dónde se hallan las narcofosas.

Su lucha sigue. Su lucha y la de decenas de familiares de desaparecidos, de veracruzanos, o no, que un día dejaron el mundo de los visibles, de los que hablan y existen, de los que por las causas que fueran no se les volvió a ver.

Terrible episodio el de Colinas de Santa Fe, que muestra el saldo del duartismo, la muerte que se oculta en el subsuelo.

Terrible pero necesario porque exhibe la realidad de Veracruz, hasta dónde descendió Javier Duarte, cuánto encubre el fiscal.

Refiere Lucía de los Ángeles Díaz Genao que no cesarán en su búsqueda, que proseguirán en la toma de muestras de ADN entre todos aquellos que han perdido a un familiar, contrastando en el laboratorio la evidencia con los restos hallados.

Sus palabras retumban. Veracruz vive su “momento crítico” en el episodio de las fosas clandestinas.

Veracruz y los hallazgos de restos en Colinas de Santa Fe.

Veracruz y la indiferencia oficial y no oficial, la de la Fiscalía y el gobierno de Javier Duarte, la de los empresarios y los adinerados que pudiendo ayudaron ni voltean a ver el dolor ajeno.

Es el momento crítico de Veracruz y ni se inmutan.

Archivo muerto

Marchan los maestros, los estudiantes, paran los vectores, se pronuncian los pensionados, los familiares de desaparecidos, ahorcando el flujo vehicular, el tránsito en carreteras, tomando la Secretaría de Finanzas y Planeación, cimbrando al duartismo, cuyos cimientos se resquebrajan y sus paredes se desmoronan. Es el Veracruz de Javier Duarte, la peor lacra que haya pasado por el gobierno estatal, de resultados funestos: deuda, saqueo, corrupción, engaño, burla y represión, violencia y muerte, complicidad e impunidad, cogobierno con el crimen organizado. Asquea el Veracruz próspero atestado de soberbia, la mano de Javier Duarte teñida de lodo y de sangre, demandando los veracruzanos que cese el caos, que alguien con poder mande al diablo a Javier Duarte, pues sus últimas semanas son impredecibles y un reto a la vida, un riesgo para Veracruz. Final amargo para un personaje que no debió durar un día al frente del gobierno, que no debió pisar palacio de gobierno con poder absoluto, que debió ser frenado por una clase política cómplice, el priismo y sus rémoras, que pactó con Fidel Herrera a cambio de un plato de lentejas. Seis años después, Veracruz se manifiesta —quizá tardíamente— contra un gobernador sin talento, podrido en el rencor, multimensionado en la ambición que lo llevó al desenfreno del saqueo y el atropello a la ley. Qué final. Nadie pudo acumular tanto rencor social como Javier Duarte. Ahora que le lluevan las denuncias… A gritos y sombrerazos, ayuntamiento y Comisión Federal de Electricidad dirimen el cobro y pago del suministro de energía eléctrica. Esgrime la ex paraestatal, hoy empresa productiva del Estado, que el ayuntamiento joaquinista no cumple con el pago, que adeuda alrededor de 80 millones de pesos, y de ahí las acciones para realizar cortes en palacio municipal y tesorería, entre miércoles y viernes de la semana pasada. Su clímax ocurrió a la medianoche del viernes 30 de septiembre cuando dos empleados de CFE pretendieron realizar el corte. Fueron enfrentados y amedrentados, en medio de jaloneos, reclamos, gritos. Quedó constancia en el acta del notario que requirió CFE. Acusó el regidor Víctor Andrade, líder del sindicato de electricistas que sus compañeros fueron objeto de una agresión. Pero según la versión del alcalde Joaquín Caballero “no hubo absolutamente ninguna situación de agresión… el propio notario (Francisco Ramírez Gutiérrez), que no lo llevamos nosotros sino la comisión, dio fe que no llevaban orden de corte, no tenían ningún escrito y por el otro lado no desistieron del corte porque no habíamos hecho nada, sino porque presentamos el recibo pagado y así desistieron del corte y se retiraron”. Resume Caballero: CFE cobra en exceso y lo que quiere. En 2011 el pago fue de poco más de 30 millones de pesos, pero en este 2016 el cobro es superior a 70 millones. El caso se ventila en los tribunales y será un peritaje el que determine si CFE abusa o si cobra lo justo (como si a la sociedad le cobrara algo razonable y su personal no fuera arbitrario, prepotente, ineficiente y muchos de ellos corruptos hasta la médula). En la contraparte se halla el regidor Víctor Andrade López, líder del sindicato electricista. Se le fue a la yugular al alcalde. Y solicitó licencia por 30 días para defender a sus agremiados. Denunció que el ayuntamiento paga con cheques sin fondo y reveló que al lunes 3 se habían realizado ya 40 cortes de energía por parte de CFE contra el ayuntamiento. Uno de los trabajadores hostigados, Luis Alberto Pérez Acevedo, refirió que fue visitado por el jefe de Mantenimiento municipal, Emmanuel Ovando para negociar un acuerdo, que él rechazó. Andrade señaló que de una deuda original de 140 millones de pesos con CFE, intercedió para lograr una reducción de 60 millones; los 80 millones restantes se pagarían a razón un millón 800 mil pesos mensuales en 48 emisiones. Hoy, el conflicto es por 19 millones de pesos y el cobro excesivo —al doble— que CFE realiza, así como la negativa del ayuntamiento a dejarse cortar el servicio de energía, incluso con jaloneos, gritos y mentadas, y reconectando por su cuenta. Hay otras dos versiones en el fondo del conflicto: una petición del regidor Andrade de un “bono extra”, solicitada a Joaquín Caballero frente a varios ediles en el restaurant Trocadero; Caballero lo desestimó y al día siguiente se generó el conflicto, y la existencia de un juicio de amparo que aún no se resuelve y que determinará si proceden o no los pagos tal como los exige CFE y si proceden los cortes de luz. Tras una sesión de cabildo, el miércoles 28, dialogaban varios regidores. José Antonio Chagra bromeó. Dijo que habría que pedir un bono al alcalde. Minutos después acudieron al restaurant Trocadero. Al llegar el alcalde, Víctor Andrade solicitó el “bono extra”. Todos se quedaron helados. Caballero respondió que no había condiciones económicas para otorgarlo. Siguió la charla. Víctor Andrade insistió y volvió a recibir la respuesta negativa. Dos días más tarde estalló el conflicto… Se van decenas de panistas por su doble cara, la traición en la piel, el falso lenguaje de campaña, aplaudiendo todo menos al Partido Acción Nacional, saboteando a sus candidatos. En marcha la purga de militantes del PAN porque así, simulando que son azules, socavaron la cosecha de votos en la elección de gobernador y Congreso de Veracruz, el 5 de junio. En Coatzacoalcos, serán expulsados los buenistas, los serraldistas, los bugancistas que promovieron el voto a candidatos de otros partidos, incluso hacia el priista Héctor Yunes Landa… Dos levantados más en Coatzacoalcos: la joven Marile Vázquez Guzmán y el doctor Carlos Morales. A ella la abordó un comando armado a las puertas de su domicilio, en la colonia Santa Isabel. Se la llevó en su propio vehículo y posteriormente lo dejó abandonado; los captores exigen un millonario rescate. El médico Carlos Morales fue plagiado cuando llegaba a la Clínica Betania, de su propiedad, la mañana de este lunes 3. Horas después apareció el auto en que se lo llevaron, que tenía reporte de robo en el estado de Morelos. Algo así como Coatzacoalcos en manos de la delincuencia y el gobierno rebasado, postrado, expectante, sin atinar a hacer, a decir, a explicar, a actuar… Se fue don Silvio Álvarez Salamanca, un hombre sin par, amigo real y leal, cuyo don fue prodigar afecto y cosechar cariño. Don Silvio falleció el pasado domingo 2 de octubre, luego de una fructífera vida. Un gesto solidario a sus hijos Edel y Lorrimer Álvarez Peña, así como todos sus familiares, a quienes se les envía un abrazo fraterno…

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