Por: Paco Contreras
Algunos grupos de poder se han organizado para salir a las calles y manifestarse en contra de las políticas públicas que consideran como una amenaza para lo que llaman “familia natural”, dichas manifestaciones estuvieron plagadas de muestras de homofobia, misoginia y atentando contra la libertad de las personas desde la ignorancia de muchas personas que en ellas participaron.
Para abordar el tema desde otro punto de vista, partamos desde el reconocimiento de la existencia desde siempre de una diversidad de familias, en la que mujeres y hombres han tenido que reorganizar la estructura interna de cada familia, abandonando las filas de la minoría que implica la familia natural.
Para la psicóloga Fina Sanz las relaciones que cubren necesidades afectivas, que fomentan seguridad, apoyo y el crecimiento personal las define como la familia afectiva o familia elegida, muchas de estas relaciones conforman familias en las que las personas se quieren, se valoran y se ayudan cuando se necesitan. Este planteamiento nos permite establecer relaciones donde las personas podemos ir construyendo o reconstruyendo nuestro núcleo familiar según nuestras necesidades, algunas veces incluyendo a las personas con vínculos consanguíneos o no.
La familia es algo que se vive de la manera diferente entre mujeres y hombres, al hablar de este tema de manera tradicional estamos colocando a las mujeres en el plano de lo doméstico con una carga que implica cuidados y servicios en el que se apela a un “instinto maternal” que retoma fuerza desde las cúpulas de poder y que las marchas que presenciamos en días pasados proponen el control de los cuerpo femeninos confinándolas a la procreación de hijas e hijos, nulificando sus derechos y evitándolas posibilidades de un desarrollo integral.
En cuanto a la experiencia masculina en torno a la familia tradicional, con la finalidad de cumplir con los mandatos de la masculinidad hegemónica, se nos ha excluido de espacios y actividades domésticas, así como de la educación de los hijos e hijas, exigiendo que sean cubiertas las necesidades económicas y de protección.
En el caso de las familias homoparentales, como pudimos constatar con las marchas convocadas por la Iglesia católica se busca la aniquilación de sus derechos, utilizando la desinformación, el miedo y los dogmas para polarizar la población y exigir a la clase política el no reconocimiento del matrimonio igualitario entre otras iniciativas que el ejecutivo lanzó y que estos grupos consideran amenazantes.
Uno de los principales retos que se nos presenta en este siglo XXI, es que hombres y mujeres sin importar nuestra orientación sexual reconfiguremos nuestras formas de relacionarnos, rompiendo con las tradiciones hegemónicas de tal manera en que vayamos construyendo vinculaciones afectivas que permitan el desarrollo integral de todas las personas involucradas (pareja, hijas e hijos, amistades, familiares por elección, etc.).
En Xalapa, Hombres Responsabilizándose de su Vida cuenta con dos espacios de trabajo donde las herramientas de reflexión nos permiten abordar temas relacionados con la construcción de las identidades masculinas, las sesiones son los martes de 17:00 a 19:00 horas en el Audiovisual 1 de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana, que se ubica en la Av. Manantial de San Cristobal s/n de la Colonia Xalapa 2000 y los miércoles de 18:00 a 20:00 horas, en las instalaciones del Centro de Integración Juvenil de Xalapa, que se ubica en la esquina que forman las avenidas Acueducto y Ruiz Cortines en la Colonia Unidad Magisterial.