Estamos en la Semana Santa o la Semana Mayor según la liturgia de la iglesia católica. 

En política estamos en la semana de las decisiones, de las estrategias y de los viacrucis.

En todos los partidos hay quienes ya están cargando sus cruces y se preocupan por el cómo van arrastrarlas hasta el 5 de junio y no están seguros de resucitar al tercer día.

Los partidos pequeños, por ejemplo, esos que están a punto de perder su registro, saben que solos no llegarán ni a la primera caída, no les queda más que unirse al PRI o jugar el juego de estrategias de ese partido para servirle de contención.

De tal manera que los partidos y los políticos están a la espera de que Poncio les salve.

De qué se trata el asunto? Supongo que, por un lado, son los intereses personales de lograr un espacio en el ámbito público y un sueldo del erario, más los negocios que puedan allegarse. Por otro lado, el fin es que pierda a quien tanto odian.

Es un asunto de dinero, poder  y odio.

En el PRI, es obvio,  odian con odio jarocho a Miguel Yunes, y algunos panistas también.

En el PRI saben que si no lo frenan se los lleva de frente y pasa sobre ellos. Así, en medio de las especulaciones, supongo que el priismo pretende desactivar, en algunas zonas, el voto hacia el enemigo número uno de los fidelistas y provocarle una segunda caida.

En cada región hay candidatos que saben que NO van ganar, pero pueden fraccionar el voto.

En el grupo de los candidatos al Gobierno del Estado están Juan Bueno y Alba Leonila Méndez, dos panistas de renombre. El primero, ex priísta, amigo de Fox, funcionario con el PAN, senador y diputado con el PAN y ahora ex panista a quien Miguel no le dejó ser Presidente Municipal cuando ambos estaban en el PRI, va como independiente; la segunda, impulsada por panistas como política, diputada con el PAN, quien argumenta que el Migue se apropió de su partido, ahora va como panista, a competir por el PT.

También está Alejandro Vázquez, el Pipo, panista de toda la vida, diputado federal y local por el PAN, dirigente estatal de su partido, está peleado con el Miguel y se fue con el Partido Encuentro Social. El Pipo es buen operador político, no va a ganar pero trabajará para restarle votos a su rival y perjudicarle cuanto pueda.

No se trata, pues, de ganar, sino de hacer perder a otro u otros. El problema son los recursos que utilizarán, lo que les dan sus partidos no alcanza, así que...de dónde vendrá el dinero? Supongo que los ciudadanos vamos a financiar las campañas de odio y el PRI igual.

Esta circunstancia favorecería al candidato del PRI.

Desafortunadamente Héctor no avanza en el ánimo electoral, es tal el descrédito de su partido y de su gobernador, hay tanta molestia ciudadana que está a un tris de perder antes de la elección.

¿Qué lo puede salvar? La estrategia de toda la vida, pulverizar el voto, fraccionarlo para ganar con el voto seguro, el llamado voto duro. Divide y vencerás es una máxima política, y se divide con partidos y con candidatos colocados en los distritos adecuados.

Pero esta pulverización del voto también es un riesgo pues podría abrirle paso a otro candidato cuyo único activo y ventaja se llama Andres Manuel López Obrador.

Cuitlahuac García es un candidato gris, sin experiencia política, a quien pocos conocen en el estado. Sin embargo su padrino, el Peje, estará con él haciéndole la campaña y le acompañan personajes de renombre en la lucha social como el escritor y periodista Benito Taibo. Morena se puede levantar y abrirle paso a Andrés Manuel para el 2018.

Ese es el riesgo del PRI, crecer a un candidato que después no podrá controlar.

Miguel Ángel Yunes, a su vez, es conocido entre la población y le miran como un político duro que puede dar cauce a la sed de castigo que se reclama.

Después de tanto abuso y cinismo del gobierno actual lo que se quiere es castigo para los responsables. La población ha permitido y hasta ha participado de la corrupción pero los colmos se fueron rebasando poco a poco en los últimos 10 años.

En la calle se escuchan reclamos y expresiones como: ¡no es posible! ¡Ya basta!

En ese entorno la coalición PAN-PRD está a pocos metros del triunfo electoral. Es el enemigo a vencer. El mínimo error les hará retroceder en el ánimo de una ciudadanía harta del abuso, cansada de la corrupción, de los conflictos.

Así las cosas, estamos inmersos en campañas que no van a ningún lado salvo a hacer perder a otro; en campañas en las que se saben en riesgo y en las que pueden ganar.

Hoy, como nunca en su historia, el PRI sabe que está lejos del triunfo acostumbrado, de ahí que hará lo necesario ( no para ganar votos) para quitarle votos al candidato del PAN-PRD.

Mientras tanto hay muchos lavándose las manos en todos los partidos.

Usted y yo? Compremos palomitas, veamos las campañas, contemos las caídas y dilucidemos acerca de por quién votar y no dejar en manos de otros lo que nos corresponde hacer.