La “Iniciativa Duarte” de reforma constitucional para dotar de autonomía presupuestal a la UV es una patraña, un engaño y por lo mismo, representa la más atroz de las afrentas de este gobierno en contra de la UV. Dice la propuesta de reforma que se adicionaría al texto constitucional:

 “el presupuesto asignado a la UV podrá ser mayor pero no menor al tres por ciento del total del presupuesto general del Estado”.

La redacción del texto no alude al origen de los recursos por lo tanto debe entenderse que se refiere al presupuesto total de la UV, compuesto por recursos federales y recursos estatales.

Una reforma constitucional de estas características representa un golpe brutal y un daño irreparable a la universidad porque significa la reducción del presupuesto total de la UV que en 2016 equivale a un 4.64% del presupuesto general del Estado. Entonces el próximo año su presupuesto sería de alrededor de 3,000 millones de pesos, lo cual significa una reducción de 1,619 millones de pesos comparado con 2016.

Es decir prácticamente estaría reduciendo a la UV a la mitad de lo que ahora es, lo cual suena como el plan más perverso y mortífero que haya puesto en práctica Javier Duarte en contra de los universitarios y podría ser una revancha derivada de las denuncias legales interpuestas por la UV en contra de su gobierno y como respuesta al desafío que representó la gran marcha de universitarios del pasado 26 de febrero, la cual sin duda inquietó profundamente al actual gobierno.

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