Mi Gober ordenó que no nos confundamos pero no puedo, no puedo encontrar la luz.

Estoy confundida y mucho.

La verdad no entiendo nada y ya no sé a quién creerle.

Por un lado el gobernador Javier Duarte, mi Gober mío de mí, dice que como ningún otro gobierno ha combatido a la delincuencia, que no va a ceder en su lucha contra el crimen organizado, que el único enemigo de la prensa es el crimen organizado, que todos los reporteros que han sido asesinados es por culpa del crimen organizado.

También dijo que han atrapado a un montón de jefes de plaza de los grupos delincuenciales que operan en la entidad. Les han detenido entre el año 2011 y el 2015. Y son unos milochomil.

Pero, resulta que en ese tiempo han habido muchas muertes, muchos desaparecidos, muchos secuestros, extorsiones, robos, cobros de piso.

No se diga feminicidios a manos del crimen organizado, muchos también.

Lo que no entiendo es cómo han combatido a los crimínales si la policia ha estado coludida con ellos y nos enteramos hasta ahora que ocurrió lo de los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca.

Además, hay fosas clandestinas, tiraderos de cuerpos de personas y sitios donde las quemaba para que se perdiera rastro de ellas.

En el caso de los reporteros, no ha habido nadie procesado y menos sentenciado por los crímenes.

Y sólo él sabe que fue el crimen organizado el autor de las muertes porque hasta ahora no ha habido un informe al respecto.

Estoy confundida porque lo primero que hicieron desde que Reynaldo era Procurador de Justicia era culpar al muerto. Cuando mataron a Yolanda Ordaz se dijo que ella estaba involucrada y que había varios comunicadores igual.

Hasta ahora no se sabe quién en específico la asesinó y quién fue el autor intelectual.

Y así los otros casos. Igual hicieron con Anabel Flores.

Si se ha diezmado a la delincuencia, entonces no entiendo por qué hay tanto muerto.

En fin, yo sí estoy confundida, cómo que la realidad no concuerda con las palabras dichas, cómo que realidad y discurso son dos vidas paralelas sin punto de convergencia.

Pero en fin, si la policía, SU policía, está infiltrada pues quién sabe cómo le hacen para no ceder ni un milímetro y atrapar a los capos.

Ya en el pasado, al inicio de su sexenio hubo varios conflictos entre fuerzas armadas y policías estatales cuando los primeros perseguían a delincuentes y los segundos obstruían el paso.

Así está Veracruz, un tanto incongruente y confundido.