Héctor Yunes: el vendelotes de Fidel Herrera a la campaña
- Mussio Cárdenas Arellano
Hay fiesta en Barcelona. Manuel Barclay Galindo, el vendelotes de Fidel Herrera, brazo ejecutor en la venta de las reservas territoriales, y otros como él, ya andan en campaña, de la mano de Héctor Yunes, el que dice que va a “hacer justicia”, a “limpiar las calles y limpiar la casa”.
Hay fiesta en Barcelona porque Manuel Barclay es todo para el cónsul mexicano, que en sus días de gobernador dispuso del territorio veracruzano y lo entregó a particulares, sus amigos, sus tapaderas, sus fraccionadores e inmobiliarios que perpetraron el saqueo de los bienes de Veracruz.
Desde INVIVIENDA, fue Barclay quien operó el despojo, si bien con éxitos parciales, en algunos casos no, combatido por particulares en los tribunales, revertida la infamia cuando sus instrumentos legales tenían mayor solidez que el manojo de burdos expedientes con que el gobierno veracruzano se apropiaba de millones de metros cuadrados de tierra, la más grave y descomunal en Coatzacoalcos.
Hoy es Manuel Barclay quien se integra al círculo rojo del ya precandidato el PRI al gobierno de Veracruz, Héctor Yunes Landa, cuyo discurso contradictorio se vuelve demencial, con una oferta política para el psiquiatra, pues promete el senador con licencia aplicarle la ley a los que incurrieron en actos de corrupción y se trata de la misma pandilla que con la que pretende ganar la elección de gobernador.
Su mano ejecutó el despojo del predio en que hoy se ubica el hotel Holiday Inn, en Coatzacoalcos, cuya primera piedra colocó Fidel Herrera, siendo gobernador, pese a saber de un juicio de amparo, de una suspensión provisional, a tener ante sus ojos la notificación, y aún así se consumó el atraco. Y Barclay a su lado.
Luego se valieron de la ley, o mejor dicho maniobraron con ella, para perseguir y encarcelar a los dueños del predio, violando restituciones ordenadas por jueces federales, usando al Tribunal Superior de Justicia de Veracruz y agandallando la tierra como vulgar truhán. Después llegó la persecución, el delito inventado, la orden de aprehensión.
Su historial haría palidecer a cualquier infractor de la ley. Su conducta está acreditada en interminables juicios que al final darán la lectura de que la venta de la reserva territorial de Coatzacoalcos a Tony Macías, el suegro incómodo del gobernador Javier Duarte; a Pancho Colorado, el empresario, acusado de lavado de dinero y enjuiciado en Estados Unidos por vínculos con los Zetas; a inmobiliarias como GEO, con precio fraudulento por metro cuadrado, más barato que en lo que se le vende a los colonos, fue un despojo descomunal.
Barclay es uno. Otro es Felipe Amadeo Flores Espinosa, el procurador del duartismo, viejo amigo de Héctor Yunes en la vanguardia senil del PRI.
Con él hay proyecto. También desprestigio. Amadreo, como le llaman con sorna, tiene en su haber un caso que quema: el levantón y asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de Notisur, Liberal del Sur y la Red, el 5 de febrero de 2014, en Coatzacoalcos, cuyo cadáver apareció seis días después en el municipio de Las Choapas.
Tomó el caso, integró la investigación y se esperaba que hubiera justicia. Todo se complicó cuando la justicia se convirtió en telenovela, excluyendo del crimen el móvil que tenía que ver con la actividad profesional de Goyo Jiménez.
Dejó fuera los levantones en Villa Allende, donde vivía el periodista y donde registraba la inseguridad, el secuestro y la extorsión. Obvio, que los maten pero no por lo que escriben.
Atribuyó el asesinato a rencillas personales con la dueña de un bar, Teresa Hernández, al que le había llamado “lugar de mala muerte”, a la agresión que había sufrido la hija del comunicador a manos de la encargada de la cantina.
Lo que no investigó, o lo hizo pero lo omitió, fueron los nexos de la administradora del bar con un ex militar, amasio de su hija, desertor que operaba para el crimen organizado. Tiempo después, el “no investigado” fue ejecutado. Tampoco las denuncias por un par de crímenes cometidos en dicha cantina y luego maquillados por la autoridad, haciéndolos aparecer como victimados en la vía pública.
Su hijo, Amadeo Flores Villalba, es ahora magistrado en el Tribunal Superior de Justicia, propuesto e impuesto por el gobernador Javier Duarte.
Duartistas, pues.
Otros priistas están igual de manchados. Ricardo Ahued, presunto coordinador de campaña, vivió sus días de gloria cuando Fidel Herrera gozaba de la “plenitud del pinche poder”.
Oriundo de Pachuca, Hidalgo, el próspero empresario alcanzó la alcaldía de Xalapa en 2005, cuando Fidel Herrera apenas caminaba en su desgobierno con ínfulas de maximato, o fidelato a medias. Recuérdese que una vez en la gubernatura, Javier Duarte se sintió inteligente y echó a perder el plan.
Ahued fue un buen alcalde de Xalapa. Se le recuerda bien, pero transitó en el fidelismo por cuestión cronológica, de 2005 a 2007.
Dos años después, en 2009, pasó a ser diputado federal, compañero de bancada de Javier Duarte en San Lázaro, ahí donde al hoy gobernador los panistas ahora conversos al duartismo, como Silvia Monge y Miguel Martín, entonces yunistas azules, lo exhibían y hasta presentaban evidencia de compra de votos con marranos que realizó el gordobés para robarse la elección.
Ahued será el coordinador de campaña de Héctor Yunes.
Renato Alarcón va también en el pull político de Héctor Yunes. Fue el secretario del ayuntamiento de Xalapa, en los días de Elizabeth Morales García, la zarina y sus barbis en el poder.
Nunca una administración tan corrupta como esa, pues a la alcaldesa le brotaban las propiedades como al nopal. Cada día una nueva. Al día siguiente otra. Y así hasta la consumación de los siglos. Y Renato Alarcón ahí, suscribiendo todo lo inherente al caos como forma de gobernar.
Una más. Yolanda Gutiérrez Carlín, comadre de Héctor Yunes, cuyo cargo de secretaria de Protección Civil obedece a la primera negociación del senador choleño con el gobernador Javier Duarte, en 2015.
De plácemes, ve Fidel Herrera, el autor del desastre en que se ha convertido Veracruz, el curso de la sucesión. Y desde Barcelona, con sus alfiles en el círculo rojo hectoryunista, todo se aprecia mejor.
De plácemes, también, Javier Duarte, pues su ex procurador, Amadreo Flores Espinosa, no tarda en ser investido como nuevo líder del PRI en Veracruz.
Sin la caña de pescar, Héctor Yunes llegó a su registro. Ya es precandidato del PRI al minigobierno que catalogó como un capricho y una insensatez de Javier Duarte.
Y con él, Barclay, Amadeo, Ahued, Alarcón, Gutiérrez Carlín, la crema y nata, más nata que crema, del terrible pasado.
Dice Héctor Yunes que va a “limpiar la casa”. Sí, con los mismos que la ensuciaron.
Por eso hay fiesta en Barcelona.
Archivo muerto
Tácitamente, ya hay alianza PAN-PRD. Por unanimidad la aprobó este lunes 25 la Comisión Política Nacional del PAN, como antes lo había hecho el PRD, entre jaloneos y estirones de sus tribus que llevó a su líder nacional, Agustín Basave Benítez, a poner su renuncia en la mesa tras el acuerdo de la dirigencia de retirarle la facultad de negociar las alianzas con el panismo para las elecciones que habrá de celebrarse este año. Basave los doblegó y el caso Veracruz pudo pasar. Queda sólo por ser suscrito el convenio entre ambos partidos y posteriormente registrarlo ante el Órgano Público Local Electoral (OPLE). Allana así Miguel Ángel Yunes Linares el camino a la candidatura a gobernador, que presagia la persecución del duartismo y del fidelismo, el apriete de tuercas, la devolución de por lo menos 30 mil millones de pesos saqueados de las arcas, procesos judiciales por complicidad con el crimen organizado. Promete Yunes azul que en cuatro meses pondrá a Fidel Herrera y Javier Duarte en prisión. A ver si cumple… Puede Yunes azul ser gobernador, pero como va difícilmente tendrá de su lado el Congreso de Veracruz. En Minatitlán, por ejemplo, el gallo para la alianza PAN-PRD es Javier Soberano, alias El Chatarrero, ex candidato a diputado federal por el Partido del Trabajo en 2015, cuya votación pudo ser mejor si no se hubiera dividido con los sufragios que logró el Movimiento de Regeneración Nacional, el partido del Peje López Obrador. Casi inminente, la postulación del Chatarrero tiene lo suyo. A todo evento se hace acompañar por Roberto García Alonso, oreja del gobierno duartista y antes del de Fidel Herrera, ex secretario de Gobierno en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, siendo alcalde Marco Cesar Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”—, también fidelista, y ex funcionario en la alcaldía de Minatitlán en los tiempos de Guadalupe Porras David, igualmente fidelista. De ahí que los panistas minatitlecos expresen, y con sobrada razón, que ellos van con Miguel Ángel Yunes Linares para gobernador pero no por Soberano para diputado, así se pierda el Congreso de Veracruz. De antología: Yunes azul abriéndole espacios a los hijos de Fidel Herrera, su peor enemigo… Día 15. Nada se sabe de los cinco jóvenes de Playa Vicente, levantados por la policía estatal en Tierra Blanca, el 11 de enero, cuando regresaban de Veracruz, luego entregados a una banda del crimen organizado. Dos semanas, las que le concedió Javier Duarte, le sirvieron a los malosos para evadir la ley. Siete policías están a resguardo, uno de ellos el comandante Marcos Conde Hernández, afamado por desaparecer inocentes, pillos, compañeros de corporación o lo que le sea encargado. Marcos Conde reprobó los exámenes de control y confianza y ahí seguía, con la venia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita. O sea, un criminal con placa. Son 15 días y nada. Llegó el sábado 23 la Gendarmería Nacional y logró lo que el gobernador no pudo, no supo o no quiso: detener al presunto jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tierra Blanca. Ni 24 horas tenía ahí cuando la madrugada del domingo realizó la aprehensión. Supuestamente usó datos de la Fuerza Civil, la policía de élite de SSP en Veracruz. O sea, Javier Duarte y Arturo Bermúdez tenían nombre, ubicación, modus operandi del CJNG y su líder, Francisco Navarrete Serna, y no procedía. ¿Complicidad? Sí. Cayó Navarrete, su hijo y un sicario en Lomas de Jazmín, en Tierra Blanca, y fueron trasladados a la Subsecretaría Especializada en Investigaciones sobre Delincuencia Organizada (SEIDO). ¿Por qué sacarlos de Veracruz con tanta premura? ¿Para que no los silenciaran antes de cantar? ¿Para evitar que algo les ocurriera antes de revelar quién los protege y quién facilita el negocio? Presuntamente Navarrete limpió de zetas la región y así comenzó a operar. Dice Javier Duarte que “se presume” que a Navarrete le fueron entregados los cinco jóvenes en Tierra Blanca. Y obvio, todo Veracruz se pregunta si a los siete policías detenidos y al jefe de plaza nadie les ha podido sacar la información sobre el paradero y la suerte de los cinco jóvenes originarios de Playa Vicente. Raro y no… Lo que es la imprudencia. Melquiades González Herrera, periodista, casi ex zar informativo de Olmeca TV, que deja el área de prensa en el ayuntamiento de Minatitlán, que jura que no se va a España con Fidel Herrera, el maltrecho cónsul mexicano en Barcelona, tiene quien le devele sus secretos. Su esposa Dayana Montoro —soy “Montoro”— brinca apenas se le alude por españolizar su hablar —“os traéis”— y las referencias a una supuesta estadía en Barcelona. Y al precisar que no, que lo de España es chiste, difunde la fotografía de su esposo Melquiades junto al ex alcalde de Minatitlán, José Luis Sáenz Soto, hoy diputado federal. ¿Para donde va Melquiades? Dicen que ahora se encomienda a San Lázaro. De ahí la foto que la doña de inmediato retiró de Facebook. Lo bueno es que hay impresión de pantalla… Mariano García produce televisión. También es mentor. Por su aula personal pasa un buen número de estudiantes de comunicación, eficientes jóvenes, bellas jovencitas con imagen, pero sobre todo ganas de salir a cuadro, de dar la noticia, de conducir un noticiario de televisión. En Azteca preparó a Victoria Rasgado, quien hoy conduce un segmento del área de noticiarios de DI Noticias; en Olmeca TV a Dayana Montero aunque a ella la dirección de la televisora no le dio mayores alas. Después Mariano García salió intempestivamente de Olmeca TV por una insidia —mega rollo— y de nuevo está en Azteca Coatzacoalcos como editor y productor… Pleito a muerte en la sierra. Este 27 Morena intentará apropiarse del comisariado ejidal de Tatahuicapan, en una elección que confrontará a quienes mandan, a los que deciden la suerte del municipio y a los que, de paso, tienen bajo su control la presa Yuribia, desde la cual se abastece de agua a Coatzacoalcos y a parte de Minatitlán y Cosoleacaque. Elección de alta explosividad pues si el partido de Andrés Manuel López Obrador gana el comisariado, no sólo se enfila a llegar a la alcaldía sino que borra del mapa al PRD, cuyo líder moral es el profesor Esteban Bautista. Y por supuesto, la presa Yuribia será tomada cuantas veces Morena quiera, e incluso clausurada en forma definitiva. Pleito a muerte, este 27 de enero en la sierra…