¡Ni una más!

  • Mujeres Que Saben Latín

Por Estela Casados González

De enero de 2015 a la fecha se han contabilizado 103 feminicidios. Recordemos que el Código Penal de Veracruz establece que el asesinato violento de una mujer debe ser catalogado como feminicidio si la víctima tenía una relación de parentesco, matrimonio, concubinato, noviazgo o de amistad con la persona que le quitó la vida. También lo es cuando había una relación laboral, escolar o cualquiera que implique confianza, subordinación o superioridad.

Otros elementos que la ley toma en cuenta son que el cadáver presente signos de violencia sexual, o que se encuentren en él lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones ocasionadas antes o después de haberle quitado la vida.

Que previamente la mujer haya sido incomunicada; que hayan existido amenazas, acoso o lesiones por parte de quien cometió el asesinato. O que el cadáver haya sido expuesto o arrojado en un lugar público.

Si se presenta alguna o varias de las circunstancias mencionadas, estamos frente a un feminicidio.

2015 será recordado como el año más violento para las mujeres que habitan la entidad. Ha superado por mucho las cifras establecidas.

El 28 de septiembre de 2011, al ser requerido por la “Comisión especial para conocer y dar seguimiento puntual y exhaustivo a las acciones que han emprendido las autoridades competentes en relación a los feminicidios registrados en México”, de la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, el entonces Procurador General de Justicia del estado de Veracruz, Reynaldo Escobar Pérez, informó que de 2000 a 2010 el número de investigaciones que se iniciaron por el probable delito de homicidio doloso contra mujeres fue de 728 casos. Es decir, un promedio de 73 veracruzanas fueron asesinadas cada año a lo largo de esa década.

Un año después, la asociación civil CIDEM informó que 95 veracruzanas fueron víctimas de feminicidio en 2012 y que para 2013 fueron 92. En 2014, el Centro de Estudios de Género de la Universidad Veracruzana registró 74. A una semana de que finalice 2015, reporta  que 103 veracruzanas han sido víctimas de feminicidio.

Siendo los municipios de Veracruz y Las Choapas los que registran más violencia en contra de las mujeres, se contabilizan 6 feminicidios en cada uno de ellos, situación por la que encabezan la lista de los 48 municipios veracruzanos en donde se cometió por lo menos un feminicidio en 2015.

En el marco de la Solicitud de Alerta de Violencia de Género para el estado de Veracruz interpuesta por diez asociaciones de la Sociedad Civil, estas cifras cobran pavorosa relevancia. A una semana de que finalice este año aciago para la libertad de expresión, en donde se han vulnerado los derechos de la ciudadanía y que ha sido significativamente peligroso para las veracruzanas, la Secretaría de Gobernación aún no da a conocer las recomendaciones que emitirá al Ejecutivo estatal para salvaguardar la vida e integridad de las ciudadanas que habitamos en la entidad.

No es tema que deba ocupar a las feministas en particular y a las mujeres en general. Somos más de la mitad de la población que habita y paga impuestos en este estado. No es justo que estemos expuestas a este crecimiento desenfrenado de la violencia hacia nosotras. ¿A dónde van a parar nuestros impuestos? ¿Y los recursos federales destinados al avance y adelanto de las veracruzanas?

La Antropóloga feminista Marcela Lagarde, quien ideó y construyó la Alerta de Violencia de Género como un mecanismo de protección para salvaguardar la vida e integridad de las mujeres, señala que el objetivo es alertar a los tres poderes de gobierno para que intervengan con medidas de emergencia para frenar la violencia de género. Con ello se beneficiaría a todo el país, ya que, de aplicarse adecuadamente, se atenderá una de las problemáticas principales a nivel mundial en materia de derechos humanos y de seguridad.

Esperemos que los “tiempos políticos” que están por venir favorezcan a las mujeres.

Las láminas, “becas”, “apoyos”, “cuotas de género” y las acciones aisladas evidencian la falta de oficio político y un enorme desdén por las votantes. Vienen tiempos difíciles.

Mujeres Que Saben Latín desea un 2016 en donde ya no corra más sangre de veracruzanas. Hacemos votos por la igualdad, para que haya seguridad y paz para quienes vivimos aquí.