Política de resultados y cultura del esfuerzo

  • Héctor Yunes Landa

Se equivoca rotundamente quien piensa que el quehacer político vive anquilosado en el pasado y sometido a prácticas añejas sin castigo, pues el esfuerzo por entregar buenos resultados, además de producir satisfacción, suele generar prestigio y reconocimiento.

Existe actualmente una dinámica de vigilancia ciudadana y de publicidad inmediata de los aciertos y errores de los servidores públicos. Las redes sociales son una poderosa arma del ciudadano para exponer el interés común, así como para reconocer los aciertos y evidenciar los errores.

En la administración pública y en general, en la vida, los aciertos se producen a raíz de la dedicación, la preparación académica y grado de experiencia del funcionario y no por obra de la casualidad; por eso se convirtió en una constante el que la sociedad busque reconocer a los mejores para que continúen desarrollando las tareas de gobierno, incluyendo la vía del voto ciudadano.

Este fin de semana, además de las campañas electorales para renovar gobernadores en diversas entidades federativas, iniciaron sus actividades en los 300 distritos electorales quienes aspiran a ser diputados federales, con la característica que también participarán candidaturas independientes, es decir, sin que los postulen un partido político; existiendo más opciones para que el elector decida  su voto, que dicho sea de paso, debe ser informado y analizado a la luz de las trayectorias, aptitudes,  resultados y las propuestas de cada candidato.

Hoy, está más claro que el voto si cuenta y decide quienes nos gobiernen, de ahí que en nuestro sufragio tengamos la llave de la democracia y podamos elegir a los mejores.

En esta ocasión, hago referencia a la cultura del esfuerzo porque estoy convencido que además de premiarla, debemos reproducirla e inculcarla en nuestros hijos. El esfuerzo es una condición indispensable para adquirir capacidades y ser altamente productivos. Nuestro país, nuestro estado, requiere en todos sus ámbitos personas altamente competitivas.

Como ciudadanos tenemos el deber de poner énfasis en elegir y otorgar el voto de confianza a aquellos que han  entregado buenos resultados, que nos inspiran confianza, que sus propuestas vienen respaldadas por años de trabajo y esfuerzo; pero es también nuestra oportunidad de contener a personas que sólo buscan el poder, por sí mismo,  sin ningún antecedente  de haber impactado de forma positiva en la sociedad.

 El esfuerzo siempre implica sacrificio y disciplina, pero es el camino más seguro para alcanzar nuestras metas, ya que quien se queda inmóvil, sin esforzarse, no llega a ningún lado.

 Les invito a contribuir al desarrollo de nuestro país, ejerciendo nuestro derecho a elegir a los mejores y denunciar a quien pretenda coartarnos nuestra decisión.