Como si a Veracruz le hiciera falta un nuevo motivo de escarnio, la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe) tuvo que exhibir al gobierno de Javier Duarte e incluso amenazar a México con marginarlo de los próximos Juegos Panamericanos, por la falta de seriedad de la administración estatal, que pretende pasarse de viva.

Este lunes, el presidente de la Odecabe, Héctor Cardona, salió a declarar que el Gobierno del Estado se negaba a liquidar sus adeudos (qué raro) con este organismo, derivados de la celebración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 en noviembre pasado.

El adeudo total, según Héctor Cardona, asciende a casi ¡600 mil dólares! Esto porque tanto la Odecabe como los países participantes tuvieron que poner de su bolsa para pagar viáticos y servicios. Algo verdaderamente inaudito y por demás, escandaloso.

“La Odecabe pagó cosas que no debía, como el servicio médico, algunos boletos aéreos a mexicanos, a otros delegados, cosas que no nos correspondían. A nosotros como Odecabe se nos deben 261 mil dólares, y a los países del área 338 mil 589 dólares de gastos que hicieron”, refirió Cardona.

Explicó que los países del área tuvieron que hacer pagos por hospedajes y traslados del equipo técnico y deportivo, al no haber Villa Centroamericana donde alojar a los deportistas y demás miembros de las delegaciones, una de las más graves irregularidades en las que incurrió el gobierno veracruzano, que fueron soslayadas a través de sus textoservidores, mismos que ahora que llegó el recorte de los pagos a medios y escribanos, de repente se “iluminaron” y “descubrieron” la podredumbre del manejo financiero y político en la entidad.

Para mayor vergüenza de Veracruz, Héctor Cardona manifestó que el Comité Organizador de los Centroamericanos, cuyo último titular fue el hoy flamante director del Instituto Veracruzano del Deporte, Carlos Sosa Ahumada, tenía que haber liquidado la deuda antes de que terminaran las competencias. Incluso, ante la virtual quiebra de la administración estatal, la Odecabe concedió una prórroga bajo promesa de pago al gobierno fechada para el 8 de diciembre pasado.

Pero la administración de Javier Duarte, simplemente, como si se tratase de los empresarios a los que un día maltrata y al otro “apapacha”, la ignoró. Al grado de que Cardona tuvo que revelar que ni el Gobernador ni sus colaboradores les atienden por vía alguna, ni telefónica o por correo electrónico.

Así que no les dejaron otro camino que advertir que México podría quedar suspendido de participar en competencias atléticas continentales. “Está en los estatutos que si el país responsable no cumple, queda suspendido y ése sería un problema bastante delicado para el deporte mexicano. Espero que México esté presente en Toronto 2015”, espetó, al tiempo de añadir que “rogamos al Gobernador de Veracruz que atienda esta situación que ya lleva suficiente tiempo y se debe resolver de inmediato”.

Forzado, el gobierno estatal tuvo que sacar la cabeza del agujero y dar la cara. Pero nuevamente, bajo sus términos. Según el secretario de Turismo, Harry Grappa Guzmán, este mismo lunes realizaron las transferencias para cubrir la deuda con la Odecabe. Sólo que el funcionario sólo reconoce compromisos por un monto de 161 mil dólares, que según él, ya se pagaron. Cabría preguntarse dónde tenían “sudando” semejante cantidad, que dispusieron de ésta de inmediato.

¿Será que la Odecabe y los países que tuvieron que poner de su dinero por culpa de la corrupción e ineptitud del gobierno veracruzano le vayan a perdonar el pago del resto del dinero? Impensable. Allá la Federación si permite que los duartistas pongan en riesgo la participación de México en la próxima justa continental.

Lo que queda totalmente al descubierto con este nuevo escándalo es lo que muy pocos se atrevieron a denunciar en Veracruz durante los últimos dos años: la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 fue un fiasco, uno más de los hoyos negros de corrupción de este gobierno (y del anterior), que tienen a la entidad en la postración. Si hubo éxito en lo deportivo, fue por mérito exclusivo de los atletas, que bastante hicieron al competir en estas condiciones.

Los “mejores juegos de la historia” sólo fueron un descomunal fraude.

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