Las penosas exequias del PRD

  • Aurelio Contreras Moreno

La salida de Cuauhtémoc Cárdenas del PRD estaba más que cantada. Pero su confirmación ha provocado la aceleración de la crisis terminal de este partido, que lleva mucho tiempo siendo un muerto en vida.

La descomposición del perredismo empezó hace bastante. Cuando de ser un conglomerado de las expresiones de izquierda del país se convirtió en un aparato burocrático desideologizado, pragmático hasta la ignominia, especialista en “pepenar” regidurías y postular maleantes a cargos de elección popular.

El PRD se desdibujó casi desde un principio, cuando siguiendo los usos y costumbres de las corrientes provenientes tanto del comunismo estalinista como del priismo nacional-revolucionario, hizo del culto a la personalidad de sus líderes la base de su praxis política y programática, de lo cual se aprovecharon en su momento tanto el propio Cuauhtémoc Cárdenas como Andrés Manuel López Obrador. Curiosamente, hoy ambos están fuera del partido que fundaron en 1989.

El perredismo se pudrió cuando desde la cúpula se permitió la tolerancia a la corrupción generalizada. Cuando la “tribu” más pragmática de todas, la de los “Chuchos”, transó con el priismo gobernante en la Presidencia y en varias entidades federativas y se transformó en una vergonzosa comparsa, en un esquirol de cuarta a cambio de alcaldías pequeñas, regidurías (su especialidad), prebendas y, sobre todas las cosas, dinero en efectivo. En bolsas, ligas o maletas.

El propio Cuauhtémoc Cárdenas fue testigo de estas prácticas y no sólo calló, sino que con su asistencia a actos públicos acompañado por los sátrapas que vendieron al PRD al mejor postor, las avaló. Ejemplo de ello fue su última visita a Xalapa para promover su malograda consulta sobre la reforma energética, en la que se dejó flanquear por los enterradores del perredismo en Veracruz.

Pero la confirmación del derrumbe del perredismo no es la peor noticia, sino que la corriente de pensamiento de izquierda en México está a la deriva, desprovista de asideros político-partidistas reales.

Porque el lópezobradorismo encarnado en Morena no es una expresión de izquierda, sino un elitista club de adoradores de un carismático líder máximo, ausentes de cualquier tipo de autocrítica a sus designios bajo el falaz “argumento” de que no hay que hacerle el juego a los adversarios. Un grupúsculo reducido y faccioso al que ni la previsible desbandada perredista le dará impulso como para lograr representatividad nacional.

Varios actores de lo que queda de la izquierda, la academia y el propio PRD han expresado en las últimas horas su postura sobre las implicaciones de la salida de Cárdenas y el futuro de esta corriente. Me quedo con lo dicho por dos políticos locales y un reconocido intelectual.

Para el diputado federal por Xalapa y todavía militante perredista, Uriel Flores Aguayo, la ruta del ocaso del PRD “inicia con la firma del Pacto por México, continúa con el voto a favor de reformas anti populares, en un intermedio se vacía al PRD en las entidades, caso extremo y penoso el de Veracruz; la burocracia avasalla en las internas, copan los espacios de dirección, reaccionan tarde y mal ante la crisis de los muchachos de Ayotzinapa y en paralelo se dedican a pelear con AMLO; dan una respuesta elusiva y burocrática a Cárdenas, y renuncia del Ing. Cuauhtémoc”.

A su vez, Jesús Arenzano Mendoza, activista de defensa de pensionados en la región de Orizaba y ex representante del PRD ante el órgano electoral local, señala que “la renuncia de Cárdenas es también producto de la aceptación de las prácticas mas deleznables por parte de toda la militancia; de quienes fuimos tibios en la defensa de los principios, de quienes prefirieron la postura cómoda de huir antes de enfrentar a los pillos que se fueron apoderando de él. El caso más significativo ha sido en Veracruz, donde son los personeros de Fidel Herrera, Javier Duarte de Ochoa y del menor Erick Lagos, quienes ahora ‹padrotean› al PRD”.

El académico Raúl Trejo Delarbre lo sintetiza de esta manera: “desdibujada la izquierda en un PRD que nunca ha sido auténtico partido, el pragmatismo más vulgar fue imperando en sus filas. El que hoy abandona Cárdenas es un PRD enfilado hacia la debacle al seguir un rumbo que él mismo contribuyó a impulsar. Corrientes articuladas en torno a conveniencias y no a principios, alianzas a toda costa, son deformaciones con las que (Cárdenas) contemporizó. El pragmatismo, la debilidad ideológica, el oportunismo que el PRD cuestiona en Morena se fraguaron desde el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas. En muchos sentidos, López Obrador es hechura suya”.

Trejo agrega: “la crisis reciente y el cobijo que dio a delincuentes no han movido a la dirección del PRD. Es dudoso que la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas lo consiga. La (s) izquierdas (s) tendrían que encontrar un camino propio a partir de esta crisis: una ruta distinta del viejo priismo y del pragmatismo. Es difícil que lo hagan: están demasiado sometidas a inercias y conveniencias”.

He aquí la lápida de lo que alguna vez fue la expresión más importante de la izquierda democrática en la historia de México.

Twitter: @yeyocontreras

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Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.