Estela Casados González /

Juventud no es sinónimo de conformismo e indiferencia. Esta frase viene a mi mente cada vez que escucho decir que los jóvenes son apáticos y no se interesan por las problemáticas actuales, que son una generación sin interés por su historia, que son una generación que ha nacido muerta.

Argumentar este tipo de cuestiones resulta cómodo y hasta cierto punto irresponsable. ¿Qué hemos hecho las generaciones no tan jóvenes para fomentar un espíritu crítico e informado en las nuevas generaciones?

Observo detenidamente a mis estudiantes universitarias. Tienen deseos de aprender, de convertirse en las mejores profesionistas y ser ellas quienes construyan el destino que tomará sus vidas. Casi todas desconocen sus derechos, esos por los cuales lucharon las feministas mexicanas durante el siglo pasado.

Al igual que otras jóvenes de Veracruz y el país, sufren de acoso, hostigamiento, pobreza, violencia, entre otros problemas graves que enfrentan día a día. Debaten sobre lo que les ha tocado vivir al calor de una confidencia, cuando surge la oportunidad de discutir sobre ello en una reunión entre amigas. ¿Cómo dar un buen consejo si ninguna sabe qué hacer?

Quienes trabajamos a favor de los derechos de las mujeres estamos preocupadas por las más jóvenes, por el momento histórico que vivimos y que vulnera los derechos de todas.

Pese a ello, poco dialogamos de manera respetuosa y horizontal con ellas. Los espacios de intercambio, reflexión, capacitación e información entre mujeres jóvenes es prácticamente inexistente. Obviamos el hecho de que son mujeres de otra época, de otro siglo. Con necesidades y problemas parecidos a los de sus madres y abuelas, a los que ellas han optado por resolver de manera distinta.

Un buen aprendizaje que nos dejaron las feministas del siglo XX consiste en los beneficios que trae consigo los círculos de diálogo y espacios de reflexión entre mujeres. Escuchar las voces de las demás, recibir información oportuna, conocer la legislación vigente en materia de nuestros derechos retroalimenta a las más jóvenes y les permite tomar mejores decisiones en su vida cotidiana.

“Mi palabra, mi voz. Reflexiones en voz alta” es un espacio para mujeres entre 18 y 35 años de edad que tendrá lugar el 5 de marzo, como parte de las jornadas conmemorativas en torno al “Día internacional de las mujeres” que ha organizado el Instituto Municipal de la Mujer de Xalapa.

Las asistentes tendrán la oportunidad de intercambiar ideas a partir de ponencias relacionadas a los derechos sexuales y reproductivos, derecho a la información y uso de nuevas tecnologías, derecho a la cultura y la educación, derecho al acceso a la justicia, a la participación política y a una vida digna.

La cita es el miércoles 5 de marzo, de 5 a 8pm, en el Casino Xalapeño, ubicado en la calle de Zamora, en el centro de la ciudad de Xalapa.

Sería fantástico que muchas jóvenes acudan. ¡Las esperamos!