Violencia política contra las mujeres
- Myriam Lagunes Marín
El primero de julio es una fecha de suma importancia en el estado de Veracruz ya que estaremos votando por quienes serán nuestros representantes en los diversos niveles de gobierno, serán cinco las boletas que nos den en la casilla, en ellas podremos elegir a las personas que ocuparán las diputaciones locales, federales, senadurías, gubernatura y presidencia de la república, por ley los partidos políticos tienen que postular mujeres en la mitad de sus candidaturas, si bien es un gran avance en materia de derechos políticos para nosotras, no podemos dejar de lado que aún vivimos en una sociedad donde no se nos da el mismo valor que a los hombres.
En la ley de acceso de una vida libre de violencia para el estado de Veracruz se reconocen la violencia física, psicológica, sexual, patrimonial, económica y obstétrica, sin embargo, hay otro tipo de violencia que no está tipificada, la violencia política contra las mujeres, la cual podemos definir como cualquier acción u omisión que tengan como finalidad el no reconocer o menospreciar la participación de las mujeres en la vida política de la comunidad o el acceso a cargos de elección popular, podemos ver manifestada esta situación desde los típicos comentarios machistas que hacen referencia a la falta de capacidad para la toma de decisiones basados únicamente en nuestro género hasta los feminicidios de nuestras candidatas.
Desde el 2017 existe un protocolo para la atención de la violencia política contra las mujeres, el cual traza una ruta muy clara de cómo tienen que actuar las instituciones cuando se presente uno de estos casos, aun así, es poco el seguimiento que se les da y muchas de las candidatas quedan en una posición de desventaja respecto a sus contrincantes varones, no basta con una ley de paridad de género en las candidaturas si no está apoyada por una estructura de apoyo sólida hacia las mujeres que participan en esta contienda electoral.
Reconocer la violencia política y saber que es una modalidad de opresión hacia las mujeres es el primer paso para hacerle frente, poder darnos cuenta cuando descalificamos a una persona por razón de su género nos ayuda a combatir la desigualdad, apoyarnos de las instituciones gubernamentales encargadas de castigar este tipo de actos sienta un precedente cuando de justicia se trata, ya que al momento de hacer una denuncia dejamos en claro que no hay tolerancia hacia las acciones en contra del ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, cuando trabajamos por una sociedad más inclusiva nos vemos beneficiados todos, no seremos realmente libres hasta que logremos brindar a todos los seres humanos las mismas oportunidades de desarrollo, esto incluye la representación del sector femenino en la política.