Por: Paco Contreras
En este mes que recién inicia se llenan las calles, comercios y hasta las personas de amor, que corresponde a la mercadotecnia y al plano económico más que a una vivencia amorosa, esto me lleva a preguntar ¿Qué es el amor para los hombres? ¿Cómo lo manifestamos?
Desde el feminismo se ha tratado de explicar desde diversas disciplinas lo que es el amor y de ahí surgen críticas excelentes que llevan a las mujeres a replantearse las formas de relacionarse con sus parejas, una vez más el feminismo y sus protagonistas nos plantean la posibilidad de analizar aquello que los hombres no hemos problematizado, lo cual no sucede para no entrar en terrenos de reflexión sobre los privilegios que nos proporciona la visión generalizada del amor masculino.
Si buscamos referentes culturales encontraremos a nuestro alrededor, muchos elementos que nos hablan de entrega, pasión, compromiso, fidelidad, respeto, intimidad, romanticismo entre otros, que nos muestran un amor como resultado de un encuentro bélico al que se llega a partir de la conquista y es ahí donde los hombres entramos en escena.
Si la pasión, la intimidad y el compromiso son componentes básicos del amor, es necesario que los hombres de todas la edades dialoguemos abiertamente sobre lo aprendizajes que hemos tenido al respecto, puesto que como se ha visto en el análisis que hacen las feministas, los varones contamos con mayor apertura para vivir la pasión, es por eso que se conceden licencias para que los hombres seamos galantes y conquistadores, cerrando toda posibilidad a las mujeres de expresar sus deseos y necesidades, contribuyendo de esta manera a las relaciones exclusivamente heterosexuales y con fines reproductivos (cuidado y no sea así).
En cuanto a la intimidad, al estar relacionada con las emociones y la sensibilidad, es algo que no aprendemos fácilmente, en todo caso se va desarrollando con la familia, las amistades como parte de la socialización y en mayor medida con la pareja, siendo esta última dónde los hombres podemos demostrar abiertamente la cercanía y la capacidad de comunicación al compartir ideas, sensaciones y emociones. Importante es que los hombres aprendamos a ser íntimos con nosotros mismos, esto nos permite el autoconocimiento que enriquecerá las relaciones que establezcamos, sean de amistad, de pareja, incluso las familiares, sean con mujeres o con otros hombres.
Finalmente el compromiso lo vinculamos con los mandatos que se tienen de “ser hombre” y es por eso que en pleno siglo XXI, nos seguimos planteando vivencias en las que nos desarrollamos como proveedores, cumplidores, racionales, aguantadores, lo que algunos nos aterra (al menos a mí, sí), llevándolo al extremo y poniendo en peligro nuestra propia integridad física y emocional; pobre de aquel que decida desafiar esos mandatos.
Considero sumamente importante que entendamos el amor desde los diferentes ángulos y para ello es necesario que hablemos de nuestras vivencias, de las percepciones que tenemos y así como de las emociones que contribuyen a nuestras construcciones como personas, buscando transformar lo que hasta ahora conocemos, tratando de generar alternativas que nos lleven a mejores relaciones humanas, más allá de reducirnos al mundo heteronormado.
Los espacios de reflexión masculina existen y nos permiten ampliar nuestras visiones incorporando o transformando ideas que favorecen las relaciones de género. En la ciudad de Xalapa, Veracruz, el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia, se reúne todos los miércoles en las instalaciones del Centro de Integración Juvenil que se ubica en las esquinas que forman las avenidas Acueducto y Ruiz Cortines de la Colonia Unidad Magisterial, a partir de las 18:00 hrs.
Por una masculinidad amorosa.