Ante la crisis dejar de hacernos ojo de hormiga

  • Salma Teodosio

La globalización facilitó el acceso a la información, estableció las redes necesarias para traer a nuestras manos las noticias más recientes en cuestión de segundos, nos conectó con el resto del mundo y moldeó nuestras ideas, influyó en nuestras decisiones. La globalización ha sido la mejor jugada del capitalismo que se ha ocupado de cambiar nuestra realidad constantemente para que confundidos respondamos siempre a su favor. Vivimos en un mundo que se altera cada cinco segundos y cada que ocurre recibimos una notificación.

El problema no radica en la masa de información que percibimos diariamente, el problema está en como respondemos a esa información desde la apatía, la indiferencia, la alienación. Vivimos un proceso electoral lleno de sangre con candidatos y candidatas asesinados en más de un tercio de las entidades federativas que conforman nuestra república; la cifra de feminicidios no ha reducido en número, la última semana -como todas en este país- murieron niñas, adolescentes, adultas jóvenes, mujeres de la tercera edad; las protestas de los pueblos indígenas porque las empresas transnacionales están acabando con el agua de sus comunidades no han parado, pero tampoco son tendencia; el hambre sigue, la violencia permea, y mientras esto ocurre el pueblo mexicano duerme, a los privilegiados les pasan de largo los problemas que no son suyos, al Estado le importa más que la mañanera se dé en punto y el resto mira el caos con ojo de hormiga.

Ningún gobierno va a cambiar lo que no sepamos exigir, porque para desgracia nuestra los que ocupan los curules en México están lejos de entender lo que debe ser un Estado. Para pena de nuestro pueblo el moho capitalista ha llegado muy lejos y la podredumbre a la que estamos sometidos se acabará únicamente cuando nos decidamos a romper las cadenas, cuando dejemos de ver monumentos rayados y empecemos a cuestionar la razón de la protesta, cuando traicionemos a la ignorancia y nos abracemos de la conciencia y la empatía, cuando dejemos de esperar.

Vendrán muchos lunes este año y cada lunes habrá un problema más para desmigajar si no empezamos a tejer resistencia. No nos hagamos ojo de hormiga que por eso perduran la pobreza, el desempleo, la negligencia, la carencia educativa, los abusos de poder, el machismo, la misoginia, la discriminación, la homofobia, la corrupción, la impunidad. Tramemos algo que vaya más allá de agregar un marco a nuestra foto de perfil, tramemos lucha y atrevámonos a sufrir el desencanto para despertar con razones para protestar. Hinchémonos de coraje.