El peso de la ley

  • Gabriel Reyes Cardoso
Del odio al amor hay un paso, dice el refrán popular. El mismo que del amor al odio

Del odio al amor hay un paso, dice el refrán popular. El mismo que del amor al odio.

Los caminos del ejercicio político no son diferentes a todos los demás que tenemos que recorrer
en la construcción social de nuestra existencia.

Solos o acompañados. Con buenas o malas intenciones. Con precios pactados o sin ellos, los
políticos tienen que aprender y soportar experiencias que, al tiempo, guardan memoria y
sabiduría. También insatisfacciones y rencores que gestionan reproches, odios y venganzas.

Por eso, para muchos es mejor la claridad de un complicidio que la complejidad de una amistad.
Al final de cuentas, al cómplice se le liquida, se le paga o se le persigue o aniquila. Al amigo
siempre se le quedará a deber.

De los últimos 30 años de historia nacional, los mexicanos tenemos aún, mucho que aprender.

De entrada cómo se unieron ideas y proyectos que aún contradictorios cuajaron, contra todo pronostico de la clase política entonces gobernante.

Jesús Reyes Heroles, promovió el referente moral y legal que abrir cause al discenso y hacerlo
representación popular y gobierno ejecutivo, terminó sepultando lo que quería mantener vivo.

Ya la Renovación Moral con la que Miguel de la Madrid llegó al poder, reconocía desviaciones y
corrupciones en el manejo patrimonialista del poder político y promovía una incipiente tecnocracia
que en 1987 tuvo que abrir nuevos espacios y cuotas y para no salir del poder, recurrir a su
disidencia priista interna y empoderar a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo para no
ceder ante la inminente victoria presidencial panista .

Las elecciones de 1988 fueron parteaguas. Iniciaron una transición que bien pudiera ser origen
del duro golpe de timón del 2018.

Compañeros de esos largos caminos,las ¨Brigadas del Sol¨ de Andrés Manuel Lopez Obrador
abrieron surcos seguros y se adueñaron de las bases urbanas que dieron paso a la izquierda, por
primera vez, en el gobierno. Cuauhtémoc Cárdenas, gobernó el Distrito Federal,Andrés Manuel
también y Rosario Robles estuvo ahí todo ese periodo.

Rosario Robles,iba bien en ese sendero del maoísmo mexicano a la izquierda revolucionaria-línea
de masas que gestó al Partido del Trabajo y al Partido de la Revolución Democrática, pero algo
pasó y terminó coptada en 2013, contratada por el viejo PRI al que varias veces venció
precisamente para ayudarle a recuperar las bases urbanas de Andrés Manuel.

Esta historia real, no tendría nada que ver de no ser por la historia de hoy, en la que, Rosario
Robles comparece ante la justicia, por otros motivos que quiero pensar nada tienen que ver con
ese viraje radial en su trayectoria política.

La pregunta necesariamente tiene que ver con la calidad humana, con sus debilidades que en la
Biblia nos recuerda que hasta el más justo peca.

Que ¨hizo¨ Doña Rosario o que ¨le hicieron¨?, son preguntas sin explicaciones en público que
negarán a una mujer inteligente y valiente, un lugar que había ganado en una historia diferente,
que con mucho esfuerzo contribuyó a crear y de la cual, hace 6 años se salió cuando dudó, que
su propia victoria les llevaría en 2018 a la presidencia de la República.

Es un problema de afectos el que terminó perdiendo a Rosario en 2013, viejas amistades la
convencieron regresar a los establos priistas. Ahora ni los viejos izquierdistas, que prefirieron el
PRI salinista ni los nuevos que promovieron a Morena, todos ¨sus amigos ni la conocen o fingen
no conocerla.

Esos momentos de duda, conducen a los políticos a una enorme enseñanza: persistir hasta el
final y con valor y firmeza, respetar nuestras propias definiciones para evitar presentarse ante el
Juarez justo que prescribe ¨la justicia y gracia….o el peso de la ley..¨