Mies Vailla Menneisyyttä | Un Hombre Sin Pasado

  • Agustín Güiris
Un tributo a la omisión del ser más no de sus esencias, al aprovechamiento de dicho abandono.

Un Hombre Sin Pasado

(Aki Kaurismäki, 2002)

Resaltada como una de sus obras cumbre, Un Hombre Sin Pasado esquematiza los temas y visiones más importantes en el cine de Kaurismäki; un cine fabricado desde un enfoque personal y una honestidad que dicta sus valores político-sociales y humanitarios; arrinconados estos ante una veracidad que roza con sutileza la fantasía: magia que dota la vida y sobrepasa nuestra propia visión en los actos más comunes. Universos fabricados por este gran realizador donde todo coloquio –causas-consecuencias– pasan siempre a un primer plano y fortalecen uno de los estilos más característicos e influyentes de los últimos años.

Bajo la sencillez, discurso que más que arraigado es una premonición y muestra de su talante y perspicacia, el encadenado de acciones es tan delicado que las voces a las que presta su imagen son de un portento que rebasa la cordura. Una frontera en la que la vida del obrero y el encanto de las oportunidades (segundas, terceras o infinitas) se van sucediendo y pautando en una serie de desencantos y momentos claroscuros que enmarcan el filme en una tragicomedia de tintes ilusorios. Un sentido humorístico engalanado cuyo ritmo se deja respirar, se vuelve permisible al tiempo y a la absorción del rostro de aquellos necesitados de retratos y de vida. De amor, memorias, alimento, caminos y melodías.

Un Hombre Sin Pasado le rinde, pues, un tributo a la omisión del ser más no de sus esencias, al aprovechamiento de dicho abandono. Al azucarado chance de volver a comenzar con el siempre resquicio del pasado como un camino de veracidad agotado. Después de un largo viaje en tren, un hombre es golpeado y dejado sin pertenencias en un paraje para él desconocido. Con la vida pendiendo de un hilo, y sin recordar nada acerca de él, huye y encuentra cobijo en un refugio de indigentes… Es ahí, en la acomodada exploración de su nueva vida, que se verá frente a frente con la amistad sincera y la que da la conveniencia, con la honestidad de los unos y los intereses de los otros. Con viejos talentos y doctrinas presentes. Con candados laborales y situaciones que rozan lo surreal: desde un grupo de músicos a los cuales se les limita el ritmo, hasta el siempre casual encuentro con el amor.

Con una puesta en cámara cuasi natural, dejando que la cortina temporal se haga presente en el tejido del entramado, la fotografía de Timo Salminen se compone a base de contrastes luminosos y coloridos que tornan tanto atemporal como única en espacio y forma a la cinta. La naturaleza anacrónica que se otorga el filme nos ofrece una permanencia y encanto a la cual se suma el montaje de Timo Linnasalo (elocuente y sin aspavientos: agracia la circulación de las acciones con elegancia y sutileza), así como el arte de Markku Pätilä que origina un espacio vital en donde se enmarca perfectamente la estoica dirección actoral de Kaurismäki.

Pilar del cine finlandés, Aki Kaurismäki nos brinda aquí una viñeta que le define. Poseedor de un gran y único sentido del humor, de una amplitud y capacidad fílmica que marca una rúbrica característica; asignatura que divaga entre conflictos a primeras vistas simples pero que en su trasfondo nos inundan con los límites de nuestra sociedad y nuestra personal disposición ante los otros y nosotros mismos. Con Un Hombre Sin Pasado tenemos, entonces, una entrada hasta cierto punto asequible al universo de uno de los realizadores más distintivos de Europa y de las pasadas décadas. Su estética y dureza para con su propia visión hace de su obra algo imperturbable y sumamente honesto. Es una de las figuras que más le ha puesto rostro al anonimato de las clases bajas y todo lo que les rodea. Para muestra este botón, una bella y cautivamente oda hacía el olvido.

Un Hombres Sin Pasado de Aki Kaurismäki

Calificación: 3 de 5 (Buena).

Consulta más del autor en: Yo no pedí que fuera así

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Agustín Güiris

Realizador independiente y profesor de cine en diversas instituciones. Realizó un Master en Dirección Cinematográfica en España y ha dirigido y producido cortos de ficción y diversos proyectos de documental.