Harold and Maude

  • Agustín Güiris
Harold and Muade es una de esas cintas sin medios tonos. O bien la repruebas, o bien la gozas...

Harold & Maude

Hal Ashby, 1971

Escrita desde un código de comedia del absurdo con severos tintes negruzcos, Harold and Maude se entrega al mundo como una de las cintas románticas más peculiares en la historia de Hollywood y del cine occidental. Rebelde y contrastante en los temas que representa, su contenido se devela como una antítesis de las convenciones aceptadas; ya sean bajo los límites de la ética o meramente sobre los requisitos de etiqueta. Negada e incomprendida casi en su totalidad por la crítica y público en general en su año de lanzamiento, la película -segunda en la obra como director de Hal Ashby- resulta perspicaz y con un toque severo de acidez: un espejo en el cual muchos no quieren reflejarse, una sombra que nos habla de posibilidades incomodas y frustrantes. Una realidad alterna, sí, pero que continúa indagando sobre los anhelos de aquello que hemos llamado libertad.

Bajo un escrutinio que va de lleno hacía las altas esferas de la sociedad norteamericana e inglesa, el espacio discursivo del filme recae en la lógica irracional de éstas; en sus métodos y razonamientos para con la vida común, la negación de ciertos factores sociales en beneficio propio de su imagen y talante. El siempre temor hacía la interrupción del legado patrimonial; bienes, fortuna y estilo: sello social. Su camino es de quiebre, el trabajo de Colin Higgins en su guión abre una ventana en contra de dicha contingencia, permite la entrada de un viento nuevo que será relegado y postergado; negado ante hechos que se centran en un espacio visceral y hasta bizarro. Un conflicto que si bien parece inverosímil de primera mano, se aventaja en un claro de aspiración y un extraño atractivo que a no todos recae de buena gana. Y es que si somos sinceros, Harold and Muade es una de esas cintas sin medios tonos. O bien la repruebas, o bien la gozas con todos sus delirios morales.

La mano de Hal Ashby, entonces, termina por ser una pieza importantísima en el desarrollo de la obra. La elegancia y el tacto que tuvo para su realización la convierte en un material que se ha convertido ya en un clásico de culto dentro de la industria estadounidense. La soltura de las acciones no contempla lo ordinario, están siempre cerca de la frontera entre la fantasía y el trasiego humorístico. No así los aspectos técnicos, los cuales son utilizados meramente de forma auxiliar, como poyo a manera de artilugio. El gris montaje de William A. Sawyer y Edward Warschilka, así como la tenue fotografía de John A. Alonzo, dejan que la historia se vaya armando casi por sí misma. La química y trabajo actoral es un caso muy aparte. Los papeles de Ruth Gordon y Bud Cort son quienes soportan la trama y la llevan a un terreno de carisma que en la lógica propia de la trama se vería imposible de imaginar.

Harold and Maude, pues, desde la arista que se le quiera ver, es un relato de muerte que enseña a apasionarse de la vida. Una historia de redención y destino. Una expiación que purifica una ira interna no comprendida. Un conflicto social que desconoce y re-conoce nuestros más profundos recovecos. El adolescente interno con tendencias suicidas que se enamora de la experiencia de una octogenaria es a leguas algo que aparta a las buenas conciencias pero que a través del lente de esta cinta se dota de características desinteresadas de lealtad; abiertas a la posibilidad plena del amor y la espontaneidad de vivir. Y es que si nos sinceramos un poco, una pareja así, que logra dichos vínculos tan claros, resulta fuerte y poderosa. Inquebrantable. Y vaya que en esta película resulta ser una que muy pocas veces se ha logrado llevar a la pantalla grande de manera tan radical, distinta y bella.

Harold & Maude de Hal Ashby

Calificación: 3 de 5 (Buen Clásico).

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Agustín Güiris

Realizador independiente y profesor de cine en diversas instituciones. Realizó un Master en Dirección Cinematográfica en España y ha dirigido y producido cortos de ficción y diversos proyectos de documental.