Exigencia ciudadana

  • Mujeres Que Saben Latín

Sheyla Fuertes Lara

El estado de Veracruz pasa por momentos críticos, la situación económica y de violencia por la que atraviesa el gobierno no es desconocida para nadie, en los medios de comunicación y en las redes sociales hemos visto cómo en diversos municipios se presentan situaciones de violencia, homicidios, feminicidios y desapariciones, que se incrementaron a unas semanas de que concluya la actual administración.

El pasado domingo, el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, presentó al equipo de transición integrado en su mayoría por varones, quienes tomarán las riendas para intentar llevar a buen puerto las acciones de gobierno en los próximos dos años, y si son inteligentes, hasta por seis años más.

Y es que aún falta mucho para que en los espacios de toma de decisiones se vea por los menos en paridad a las mujeres y que éstas asuman su papel con responsabilidad sin reproducir los liderazgos masculinos que aún siguen presentándose.

¿Por qué predominan los espacios para los hombres? Porque persiste el androcentismo, es decir, cuando se hace referencia a la práctica, consciente o no, de otorgar al hombre y a su punto de vista una posición central en el mundo, en las sociedades, la cultura y la historia, por consiguiente se cree que son los únicos que pueden estar en un cargo público, y en la mayoría de los casos colocan a personas que no tienen los conocimientos necesarios, pero que son amistades del gobernante en turno o pago de favores.

Por supuesto que también hay mujeres que pueden ejercer un cargo público con capacidad, honradez y responsabilidad, pero se sigue creyendo que esto no es así, de ahí que las sigan relegando a cargos menores.

Y es que ante los sucesos ocurridos en los últimos años, quienes ocuparon espacios de primer nivel en los poderes ejecutivo y legislativo, no tuvieron la capacidad ni el interés de hacer un trabajo que beneficiara a la población. Dieron prioridad a sus intereses y a los de su partido.

Por lo que ya es hora de exigir a quienes ocupan los tres órdenes de gobierno, que el funcionariado y quienes legislen se comprometan a realizar acciones, políticas públicas y leyes que beneficien a las mujeres y tengan la perspectiva de derechos humanos.

En los cargos públicos deberán estar personas con el perfil adecuado, mujeres y hombres con ganas de trabajar a favor de la ciudadanía, que rindan cuentas claras del manejo de los recursos, y que en caso de que no cumplan la ciudadanía exija que se actúe en consecuencia.

Y es que es un hecho que la sociedad está cansada de tantas mentiras, de la corrupción, de ver que nuestros impuestos no se ocupen para lo verdaderamente importante, de aprobación de leyes que no contemplen los derechos de las personas y del retroceso en todos los sentidos, de la intromisión de las religiones en un estado laico, entre otras que no nos permiten avanzar para lograr un mundo más igualitario.

Si cada vez somos más las personas que analizamos lo que ocurre en esta sociedad y reflexionemos sobre lo que pasa en nuestro entorno, además de exigir a las autoridades que cumplan con sus propuestas y no se queden en promesas como hasta ahora, si propiciamos la igualdad sustantiva, igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres, otro futuro tendrá nuestro estado.