¿Y los hombres?

  • Mujeres Que Saben Latín

Por: Paco Contreras.

Usando el hashtag #FeminicidiosEmergenciaNacional, se ha lanzado la convocatoria para hacer un llamado a la acción exigiendo el cumplimiento de las políticas públicas de protección a mujeres y niñas para evitar que la violencia culmine en asesinatos en los que la saña y el abuso son las características principales, fenómeno que ha tenido un aumento alarmante en las últimas fechas. Tan solo en Veracruz 129 feminicidios se han perpetrado en este 2016.

Es lamentable que a estas alturas y con las cifras que las organizaciones de la sociedad civil y la academia han registrado siga habiendo voces detractoras o críticas de las acciones organizadas para visibilizar y llamar a la acción ante este fenómeno que lacera a nuestra sociedad.

En las propias redes sociales, campo de acción de la esta campaña, no se han dejado esperar los comentarios que cuestionan y tratan de minimizar y descalificar el trabajo de las compañeras feministas, convertir un tema en tendencia ha sido una buena estrategia que pone en foco las problemáticas y a su vez ha logrado que otras personas que no se han involucrado lo hagan y ampliar el conocimiento sobre el mismo.

Este tema no debe ser ajeno a los hombres, es necesario que nos involucremos y seamos también actores del cambio y no solo “cuidando a nuestras mujeres”, entender que la violencia feminicida representa la máxima expresión de la violencia masculina no es sencillo, más cuando a los hombres nos han conferido el privilegio del uso de ésta para resolver conflictos.

Detrás de las violencias que los hombres ejercemos, está un gran cumulo de aprendizajes e ideas que fortalecen una cultura en la que la supremacía masculina se enviste de poder y justifica las desigualdades reduciendo la calidad humana de las personas ¿Es desde ahí donde las voces masculinas cuestionamos el foco que se le ha dado a la situación de las mujeres?

Evidentemente la existencia de violencia en contra de los hombres, también es necesario que se atienda, que se focalicen las necesidades y malestares masculinos, sin embargo, no es en los mismos espacios, ni de la misma manera y considero que ni a la par de la expresión de la exigencia de las mujeres. Hacerlo así nos lleva a una mala interpretación de la igualdad que se busca con todo el trabajo con las mujeres.

¿A nosotros que nos toca? Se dice que si no atendemos la violencia desde el origen y con los perpetradores, se está atendiendo sólo una parte del problema, para el trabajo que realizamos con varones, es fundamental el involucramiento en acciones que erradiquen la violencia, además de crear condiciones de seguridad en las diferentes esferas en las que estos se desenvuelven (pareja, familia, trabajo, espacios públicos, etc.).

Insistir en que las mujeres nos abran espacios para integrarnos en las acciones que ellas han generado y construido no es la mejor de las estrategias, es momento de cuestionar todo aquello que nos ha causado comodidad y hagamos la parte que nos corresponde para hacernos cargo de nuestras necesidades y de nuestra existencia.

Para sumarnos al llamado que hacen las mujeres para focalizar el fenómeno del feminicidio, es importante que nos acerquemos y aprendamos a escuchar las propuestas y apoyarles incondicionalmente puesto que, es a ellas las víctimas a quienes se les está arrancando la vida de la peor de la formas.

La experiencia adquirida al trabajar con hombres nos hace comprender la dificultad para participar sin cuestionar o proponer lo que consideramos “mejor”, pero es ahí, dónde los hombres nos debemos enfrentar al protagonismo y dejarlas avanzar, mientras seguimos reflexionando el efecto que esto tiene en nuestras vidas, así como las emociones que se nos desatan con estas vivencias para poder hacer frente a ellas y participar de una manera consciente y respetuosa de los espacios femeninos.

Para acompañar las reflexiones personales, en Xalapa existen dos opciones para trabajar las necesidades y los malestares masculinos, Hombres Responsabilizándose de su Vida sesiona los martes de 17:00 a 19:00 horas en la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana que se ubica en Xalapa 2000 y los miércoles de 18:00 a 20:00 horas en las instalaciones del Centro de Integración Juvenil de Xalapa ubicado en la esquina que conforman la Avenida Acueducto y el boulevard Adolfo Ruiz Cortines, en la colonia Unidad Magisterial.